A Tiempo – guión fílmico

A TIEMPO

 

Por

 

Quintín Rivera Toro

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

P.O. Box 8188

Caguas, P.R. 00726

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q101278q@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FADE IN:

 

INT. SALA DEL PADRE – DIA

 

 

MARÍA ANTONIA GONZÁLEZ, joven profesional, alta y rubia, y su PADRE, de recorte militar, canoso, están sentados en la sala. El PADRE está en un “lazychair” de cuero mirando fijamente hacia la TV. ANTONIA lo mira a él fijamente. Vemo al padre con la luz reflejada en la cara.

 

ANTONIA (OS)

 

Papi, podrías al menos mirarme cuando estamos hablando de estas cosas.

 

PADRE (OS)

 

Y qué importa, si como quiera que sea vas a hacer lo que te de la gana.

 

 

ANTONIA (OS)

 

¿Podrías por favor no ser tan… tajante?

 

PADRE (OS)

 

Okey, okey, no me lo digas más, ya está claro. Nos vemos el domingo a las doce, ¿okey? Y por favor, sean puntuales.

 

ANTONIA suspira, se pone de pie y se le acerca. Lo abraza y le da un beso en la cabeza. Luego camina hacia la puerta. Suena un bocinazo de afuera.

 

PADRE (OS)

 

Podrías por favor recordarle a Santos lo que pienso de tocar bocina… Sabes que a veces me

pregunto que diría tu mamá si estuviera aquí.

 

ANTONIA

 

A la verdad que a veces estás carbón…te llamo.

 

El PADRE mira en dirección a la puerta, ANTONIA sale. Justo al cerrar – SMASH CUT.

 

FADE IN:

 

INT. PUENTE TEODORO MOSCOSO – DIA

 

“Establising” del peaje. Encuadre de la máquina de cobro. Una mano que inserta una tarjeta. Se levanta el brazo mecánico. La mano cambia las estaciones radiales. Vemos secuencia de las banderas en el puente.

 

(Jump Cuts) Imágenes de aviones y el atardecer. Vemos a ANTONIA mirando hacia delante. Escuchamos a SANTOS.

 

SANTOS (OS)

 

Oye, a la verdad es que este puente es hermoso. Siempre me mata como se hace una raya en el agua que como que llega hasta el carro…Es una pena que hayan puesto esas banderas americanas.

 

ANTONIA mira al agua y le molesta el reflejo de la luz del sol.

 

ANTONIA

 

Cariño, ¿tu sabes cuantas veces me has dicho lo mismo desde inclusive antes de estar juntos?

 

Vemos a SANTOS mirando hacia el frente. Luego mira a ANTONIA. Inhala y exhala, cierra los ojos y sonríe.

 

SANTOS

 

Yo a veces me pregunto si a mí es la única persona que le molesta, o sea, ¿para quien estan esas banderas ahí? ¿Para los turistas gringos? ¿Para que se sientan bienvenidos? Si total, no es como que las ven desde el avión… Sabes que el otro día se me ocurrió la idea de venir con un palo bien largo, que tenga como un garfio al final, así como tipo “Captain Hook”, y arrancar todas las que pueda. Claro, las puertorriqueñas no.

 

Pausa de tres segundos fijados en SANTOS.

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA (OS)

 

Sip, eso también me lo habías contado.

 

 

Aparece la palabra JUEVES sobre negro – SMASH CUT

 

 

FADE IN:

 

INT. EN EL CARRO – NOCHE

 

Vemos los adoquines en el piso y escuchamos el zumbido de las gomas corriendo sobre ellos. Vemos la parte de atrás de las cabezas de ambos. Vemos a SANTOS guiando, vemos a ANTONIA fumando. El carro se detiene.

 

SANTOS

 

Bueno bebé, bájate aquí en lo que encuentro parking.

 

ANOTNIA lo mira por dos segundo, luego mira para el frente y fuma.

 

ANTONIA

 

Yo me bajo contigo.

 

SANTOS

 

Pero chica si andas en tacos, bajate aquí. Si en lo que buscamos parking, subimos la cuesta, bajamos la cuesta, saludamos a la gente…

 

Suenan dos bocinazos cortos.

 

ANTONIA

 

Bueno, tal vez si hubieses llegado a la hora que dijiste que ibas a llegar.

 

SANTOS

 

¡Antonia! Chica no hay necesidad de que te pongas en esas, en serio.

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

¡Martín de los Santos González! ¿¡Qué parte de me bajo contigo no entendiste?!

 

Justo luego, se escucha un golpe de bocinazos agresivos a la vez.

 

 

INTERCUT – EN LAS CALLES DEL VIEJO SAN JUAN

 

Entran SANTOS y ANTONIA de la parte inferior del encuadre. Música flamenca y “slow motion”. Vemos la multitud, riendo, saludando, fumando, sudando. Una pareja se besa al fondo. SANTOS los ve de reojo y sonríe. Termina “slow motion”. Se encuentran con RALPH quien se seca el sudor de la frente.

 

RALPH

 

¡Oye nena, por poco no llegan! Y mira al Santos. ¡Coño nene que bello estás!…Cual de los dos más bellos carajo. Antonia tu sabes que si tu marido un día se decide… tengo turno pedido.

 

SANTOS

 

O sea, no me jodas, ser maricón hoy día es bien fácil, ¿Es cuestión de pedir el turno y ya?

 

RALPH

 

Mira nene, déjame explicarte algo. Lo único fácil de ser maricón en este país es lo bien que se le da a uno la vida pública, porque con la escazes de hombres que hay, y que para colmo de males la mitad son bugarrones. Y esto son los heterosexuales…o sea, a uno lo que le dan ganas es de meterse a cura y criar los nenes poquito a poco…

 

RALPH se rie maliciosamente mientras SANTOS y ANTONIA abren los ojos bien grandes y se sonrien. SANTOS saluda fuera del encuadre y agacha la cabeza.

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

(inmediantamente)

 

¡Ralph! ¡Mira! ¿Qué es eso?…ni mi maido ni los monaguillos, ¿O.K.? que bastates nocauts que tienes ya en el cinturón… anyway, avanza que tengo ganas de entrar.

 

RALPH le echa el brazo a SANTOS. Ambos están sonrientes.

 

 

RALPH

 

Ay, nena, qué ajoro… pero dale mi belleza amazónica, dale tu alante. En el “red carpet” a la derecha… Dale que los veo adentro.

 

ANTONIA se vira y RALPH le da un nalgazo duro. Ella brinca un poco, de manera coqueta. SANTOS y ANTONIA se integran a la fila.

 

El BOUNCER en la entrada mira a lo lejos muy serio. Luego divisa a ANTONIA y se sonríe. Les hace gesto de que se acerquen. El BOUNCER se rie dulcemente y abraza a ANTONIA. Se sonríe sobriamente con SANTOS. Regresa a su seriedad. Hace un gesto de restricción a los próximos en la fila.

 

Entramos al club. Escuchamos música electrónica agresiva. Ambos saludan a algunas personas más. SANTOS le dice algo al oído a ANTONIA quien se sonríe. Se besan y se aleja.

 

(De aquí en adelante todos los diálogos se ven en subtítulos porque la múica esta “demasiado alta” para que los escuchemos)

 

SANTOS llega a la barra. Hace varios gestos para obtener la atención de los BARTENDERS, sin éxito. Vemos a ANTONIA hablando con personas y mirando de reojo hacia la barra. P.O.V. de ANTONIA, vemos a SANTOS tratando aún. Antonia regresa a su conversación. SANTOS regresa y se le acerca al oído.

 

SANTOS

 

Bebé, busca tú los tragos que tu tienes las tetas más grandes que yo.

 

(Cont’d)

 

SANTOS gesticula unos senos enormens con ambas manos mientras la mira. ANTONIA sube las cejas, extiende su mano y SANTOS le entrega dinero. Va a la barra. Vemos encuadre solo del pecho de ANTONIA caminando hacia la cámara. Luego la vemos en la barra.

 

Los tres BARTENDERS se viran a mirar a ANTONIA. SANTOS mira de reojo y sonriendo a personas. SANTOS saluda fuera de encuadre y agacha la cabeza. P.O.V. de SANTOS a la barra.

(Travelling) Nos acercamos a los tres BARTENDERS y vemos como uno a uno estan sonreídos con ANTONIA.

 

 

BARTENDERS

(al unísono)

 

¡Hola Toni!

 

BARTENDER 1

 

¿Qué se le ofrece esta noche Señorita González?

 

ANTONIA

 

¡Un orgasmo!

 

Todos se rien a la vez. Vemos a SANTOS quien mira sonriente, despreocupado. Saluda a alguien fuera de encuadre y agacha la cabeza. Varios colores se reflejan en la cara de SANTOS mientras su expresión cambia a seriedad. Vemos a ANTONIA sonreída. Con la mano señala el número dos.

 

ANTONIA

 

Dos coronas por favor, una con, una sin.

 

ANTONIA se aleja de la barra con las dos cervezas. Se reestablece la competencia en la barra. Los BARTENDERS se separan. ANTONIA camina hacia la cámara con ambas cervezas, frente sobre su pecho. Llega a donde SANTOS quien mira a lo lejos. Le entraga la cerveza sin limón. Lo besa en el cachete.

 

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

Gracias mi reina.

 

 

Ambos miran fuera del encuadre. Los cambios de luces se reflejan en sus caras.

 

SANTOS

 

Bebé, perdona la malascrianza de horita.

 

 

ANTONIA

 

No te preocupes bebé, eso ya pasó.

 

Ambos comienzan a bailar un poco. Beben sus cervezas. SANTOS se le acerca al oído y le habla.

 

SANTOS

 

Bueno, qué ¿vamos?

 

ANTONIA toma su mano sin mirarlo y lo lleva al centro de la pista de baile. Bailan agresivamente y con dominio. Vemos diferentes personas bailando en “jump cuts”. Regresamos a ellos y vemos detalles de como bailan. Se miran sensualmente. Vemos a la misma pareja que se besa.

 

Salen del club al callejón. Escuchamos música de salsa con lejanía. Se tambalean un poco y se rien. Se secan el sudor de la frente. Caminan entre la gente esquivándolos.

 

Antonia busca en su cartera y saca un cigarrillo. Luego saca su celular. Abre el celular y la pantalla dice una llamada perdida de DOÑA BERNARDA. (MOS) ANTONIA le habla a SANTOS quien la mira gesticulando dificultad.

 

(Terminan los subtítulos del diálogo)

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

¿Qué?, ¡pérate que no te oigo!

 

Vemos a ANTONIA irritada. (MOS nuevamente) Le muestra y le entrega el celular. SANTOS lo toma, se pone el teléfono a un oído y un dedo en el otro. Se detiene a escuchar. Encuadre cerrado de su cara consternada pero serena.

(Cont’d)

 

Encuadre lejano, elevado. SANTOS baja el teléfono y se pone las manos en las rodillas. ANTONIA se le acerca y lo abraza varios segundos. Luego encuadre similar, en el contexto del Morro. SANTOS llora copiosamente sin que se escuche. Continúa la salsa.

 

 

FADE IN:

 

INT. EN SU APARTAMENTO – NOCHE

 

Retumban fuerte contra la puerta mientras se besan agresivamente. El cuarto tiene una iluminación tenue. Se ve el sudor en sus caras, cuello, hombros. SANTOS detiene la acción abruptamente.

 

SANTOS

 

Pérate tantito güerita…

 

Va corriendo al fondo del cuarto y prende un abanico industrial. Comienza el ruido del abanico. Se besan agresivamente. (“Jump cuts” de los besos y caricias que no sicronizan con el audio en ocasión)

 

ANTONIA

 

Bueno ¿qué? ¿Listo el soldadito para la batalla?

 

SANTOS

 

Bueno, supongo que tendrás que bajar y saludarlo.

 

SANTOS está de frente a la cámara y ANOTNIA de espaldas. ANTONIA se quita el traje y vemos su espalda descubierta. Luego le quita la camisa a SANTOS y comienza a besarle el

 

 

 

(Cont’d)

 

cuello, pecho, tetillas, mientras baja frente a él. SANTOS la mira atentamente mientras baja.

 

Escuchamos sonidos de la correa y vemos el torso de SANTOS mientras gestiona el quitarse los pantalones. Escuchamos sonidos sugestivos de “blow job”. Vemos gestos de placer en la cara de SANTOS. SANTOS entonces mira hacia afuera de la ventana antentamente, quieto.

 

Una luz abundante alumbra a SANTOS. Se muestra distraído por varios segundos. SANTOS aprieta los ojos, agarra a ANTONIA bruscamente y la levanta. Se besan agresivamente. La cámara los sigue hasta la cama, SANTOS halándola y ella caminando hacia él, quien se la echa encima.

 

Vemos sus pies al borde de la cama y comienza “travelling” lateral hasta llegar a sus caras. Vemos sus cuerpos desnudos uno sobre el otro primero de un lado y luego desde el otro. La música de fondo comienza a “brincar”, SANTOS se irrita. Vemos como ANTONIA continúa besándolo mientras él se detine.

 

SANTOS

 

Dame un break bebé…

 

SANTOS sale de la cama. ANTONIA se queda mirándolo. Se escucha cuando la música se reestablece de los “brincos”. SANTOS birnca de nuevo a la cama.

 

 

INTERCUT – LA MAÑANA SIGUIENTE

 

Luz blanca abundante. ANTONIA duerme sobre el pecho de SANTOS quien está completamente despierto. SANTOS mira hacia la ventana y le molesta la luz.

 

SMASH CUT – aparece la palabra VIERNES sobre negro.

 

SANTOS suspira calmadamente. Hace un “hug and roll”. Se desliza de la cama, gesticulando de manera graciosa. Se cae de la cama y escuchamos el golpe. ANTONIA levanta la cabeza, se limpia la baba de la boca pero vuelve a dormir.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

Vemos el botiquín abierto. SANTOS saca la navaja y cierra el botiquín. Se mira. Se juega con las ojeras, se limpia los ojos, se toca la barba. Suspira. Se enjabona la cara, se moja el pelo. Vemos el cepillo de dinetes, la pasta, la espuma, la afeitada. Se corta, vemos sangre, se limpia, se peina.

 

Suena una alarma en el fondo. Mira hacia atrás en el espejo. Abre el botiquín, saca otro cepillo de dientes, le

pone pasta. Vemos a ANOTNIA sonreída y dormida a través del espejo. Viste un batita blanca. Se le acerca y lo abaza.

 

ANTONIA

 

Buenos días guapo.

 

SANTOS

 

Buenos días preciosa.

 

 

SANTOS se sonríe tristemente. Le entrega el cepillo de dientes. ANTONIA sonríe compasivamente y lo abraza de nuevo. Pone su cabeza sobre el hombro de SANTOS. Le enseña los diente y SANTOS reciproca. Comienza a cepillarse los dientes. ANTONIA le acarcia la cara.

 

 

ANTONIA

 

Mmm, tá sua-e.

 

SANTOS

 

¿Cómo?

 

ANTONIA

 

E tá sua-e.

 

SANTOS

 

 

 

(Cont’d)

 

 

¿Cómo fue bebe? Que no te entiendo.

 

ANTONIA escupe la pasta y se tapa la boca.

 

ANTONIA

 

¡Nene que estás suave!

 

SANTOS

 

Ah…super.

 

 

Se miran mientras ella sigue cepillándose. Escupe, se enjuaga y se seca. Lo abraza de nuevo y le habla al oído sin que escuchemos. SANTOS se ve triste. ANTONIA besa su cuello, trapecio, hombro. Se esconde tras su espalda y resurje sonriente por su axila haciendo que levante los brazos.

 

ANTONIA intercambia lugares con SANTOS y se voltea mirándolo. Vemos lateralmente ambos cuerpos, ella en bata, él en toalla blanca. Ella le arranca la toalla y queda desnudo. Le da una nalgada dura.

 

ANTONIA

 

¡Arriba soldau que se acabó la noche¡ ¡A bañarse coño que hoy es otro día!

 

FADE IN:

 

INT. EN SU APARTAMENTO – DIA

 

(“Jump Cuts” de ellos en la bañera)

 

Champú en las cabezas. Escuchamos golpes del jabón cayendo. Se enjabonan las espaldas. Los brazos. Cominezan timbrazaos de teléfono clásico en el otro cuarto. SANTOS sale en toalla, abre el gavetero, se viste. Lleva calzoncillos blancos y se seca el pelo vigorosamnete. Abre el celular.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

¿Wasap?

 

AQUILEO

 

¡¡¡¿Wasap wasap wasap mothafuckaaaaaa?!!!

 

SANTOS

 

¿Wasaaaap?

 

(PAUSA) AQUILEO casi grita.

 

AQUILEO

 

¡¡¡¿Waaaaasaaaaaaaaap?!!!

 

SANTOS

 

Cabrón no me grites…

 

AQUILEO

 

Oye pero ¿me tienes que decir cabrón…?

 

SANTOS suspira y se tira sobre la cama.

 

(Comienza split screen)

 

AQUILEO se tira sobre la cama. (La cámara se acerca escalonadamente tres veces hacia ambos) Vemos una chica desnuda y dormida sobre la cama de AQUILEO.

 

AQUILEO

 

¿Qué carajos te pasa cabrón?

 

SANTOS

 

No me digas cabrón.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

AQUILEO

 

Es verdad…mala mía. Bueno pero dime que carajos te pasa.

 

SANTOS

 

Pues mano…mi viejo.

 

AQUILEO

 

Chico no jodas… ¿qué pasó ahora? (PAUSA)

 

 

SANTOS

 

Dale, dale, te veo ahora.

 

 

AQUILEO

 

Dale papi, te veo ahora.

 

 

(“Jump cuts” de SANTOS vistiéndose)

 

SANTOS se pone las medias, el mahón, la camiseta, la correa, los tenis, las gafas sobre la cabeza, agarra la cartera, el celular, las llaves, su bulto. Se toca la boca en gesto de beso para despedirse de ANTONIA.

 

ANTONIA (OS)

 

Buen día bebé, te veo a la tarde.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FADE IN:

 

EXT. EN LA CALLE – DIA

 

 

SANTOS sale por la puerta de su edificio. Mira a ambos lados y cruza la calle. Se topa con una escalera y se detiene. Titubea. Busca en su bulto y saca unos audífonos. Se los pone. Le pasa por debajo a la escalera. Comienza música electrónica “mellow”.

 

Le pasa por el lado y esquiva a la pareja que se besaba la noche anterior que ahora discute. Se cruza con una multitud de niños en uniforme escolar y los saluda y todos lo saludan de vuelta animadamente. Mientras mira a los niños se cruza con una chica que carga muchos libros y habla por celular.

 

Los libros caen al piso. SANTOS de inmediato se dobla a recogerlos y ella le niega su ayuda, pero SANTOS la ayuda como quiera. Se levanta, y justo en ese momento saca un dólar de su bolsillo y se lo entrega a un viejito que a su vez le entrega una calabaza. SANTOS continúa caminando.

 

 

VOZ (OS)

 

¡Cuidau, cuidau! ¡Mira nene cuidau!

 

Justo detrás de SANTOS cae un cubo lleno de agua desde afuera del encuadre. Alcanzamos a ver al viejito y otros transeúntes consternarse con el impacto, pero SANTOS no se entera. Vemos al fondo un hombre en una escalera larga.

 

SANTOS llega a la fachada del restaurante con la calabaza debajo del brazo. Justo antes de entrar saluda a alguien fuera del encuadre y agacha la cabeza humildemente.

 

 

 

FADE IN:

 

INT. EN EL RESTAURANTE – DIA

 

Seguimos a SANTOS, quien lleva gafas puestas. La CAJERA lo saluda, él camina más allá de ella, se detiene y retrocede. SANTOS se detien y se baja las gafas.

 

 

SANTOS

 

Oye…¿a tí nunca te han dicho que te pareces a Dayanara?

 

CAJERA

 

¿Cuál Dayanara?

 

SANTOS

(pausado)

 

Ah no, sorry, me equivoqué.

 

SANTOS saluda a los meseros detrás de la barra a la derecha. Sube las escaleras. Al subir encontramos a AQUILEO sentado, solo en el espacio, con gafas puestas y una taza de café.

 

 

SANTOS y AQUILEO se miran. AQUILEO levanta el dedo. Una mano pone un café sobre la mesa. Ambos toman sorbos de café en silencio. (PAUSA) Vuelven a tomar sorbos de café en silencio. Vemos una TV de fondo, entre medio de ellos dos, con la película, “The Good, the Bad and the Ugly”.

 

SANTOS

 

El pélidas Aquileo, el de los pies ligeros… ¿Y qué papi todo bien?

 

AQUILEO

 

Ya tu sabes…aquí gozando.

 

SANTOS

 

Y a ti, ¿Cómo te fue anoche?

 

(Cont’d)

 

 

AQUILEO

 

Horrendo. Pero se lo metí.

 

Ambos se rien abruptamente. Ambos se callan abruptamente.

 

SANTOS

 

¿Y la nena?

 

AQUILEO

 

Pues papi, ¿cómo va a estar? Bella y hermosa. La semana que viene la bautizamos. No te invito porque sé que las Iglesias te dan alergia. Pero bueno, ¿Y tú qué? ¿Qué está pasando con tu viejo?

 

SANTOS

 

Pues mano… eso es un temas más triste… ya tu sabes…¿Qué te puedo decir?

 

(PAUSA)

 

AQUILEO

 

¡¿Ajáaa!?…

 

 

SANTOS

 

Nada mano…anoche se murió.

 

AQUILEO

 

¡Chico no me jodas!

 

SANTOS y AQUILEO ambos miran sus tazas de café. Toman sorbos en silencio. AQUILEO hace gesto con la mano. Aparecen dos cafés en la mesa. SANTOS toma el sobre de azúcar y le da golpecitos con el dedo índice. Rasga el sobre. Ambos menean sus cucharas dentro de la taza.

 

 

AQUILEO

 

Pero, ¿y qué pasó cabrón?

 

SANTOS

 

Pues mano, ya estaba bien deterioradito, estábamos esperando que pasara.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

AQUILEO

 

Diablo, hermanito, lo siento mucho, mucho. Tu viejo era super cool.

 

Pausa, luego AQUILEO se pone de pie y se acerca a SANTOS. SANTOS se pone de pie. Se intentan abrazar, tropiezan en el intento. Intentan inmediatamente de nuevo. Se abrazan por un momento. SANTOS se ve lloroso. Inmediatamente compuesto de nuevo. AQUILEO se regresa. Ambos se sientan.

 

AQUILEO

 

¿Y tu mujer?

 

Pasan tres segundos. SANTOS mira para atrás como si alguien lo hubiese llamado. Aparenta no haber registrado la pregunta.

 

AQUILEO

 

Papi, ¿Tú estás sordo?

 

SANTOS

 

Bueno, pues la verdad es que ni sé que piensa, tú sabes como es ella, que no responde cuando se le pregunta. Digo, ella dice cosas, me dice cosas en ocasiones, pero no mucho. Eso sí, peleamos a gusto y gana. Siempre me recuerda la película esa en la que la pareja se pasa peleando…

 

AQUILEO

 

¿Cuál la de los de Romancin di stoun’?

 

SANTOS

 

Kramer vs. Kramer.

 

AQUILEO

 

No, esa no la he visto.

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

Sí, es que tu eras muy joven para eso. Nada, el punto es que uno no puedo tener la misma pelea una vez tras otra. ¿Me entiendes? ¿Cómo era que decía el poeta este?

 

AQUILEO

 

¿Cuál el de la película?

 

(Lentamente ocurre un zoom lateral hacia The Good, the Bad and the Ugly. En el proceso vemos el cuerpo de un mozo, pero no su cabeza y a SANTO y AQUILEO sentados hasta que se centra en el monitor) Mientras:

 

AQUILEO

 

No te quedes inmóvil al borde del camino. No congeles el júbilo, no quieras con desgano, no te salves ahora, ni nunca. No te salves. ¿Quieres que siga? ¡Hue-le-bish! Porfiau…

 

 

El tiro regresa a ellos sentados a la mesa. AQUILEO hace gesto de victoria con el brazo.

 

AQUILEO

 

Y supongo que se van a tirar pa’ Mayagüez.

 

SANTOS

 

Eso es así. Nos vamos a la tarde. Yo la voy a buscar al trabajo y arrancamos. Nos vamos a quedar esta noche en un “Guest House” en Rincón y arrancamos el sábado pa’ la casa.

 

AQUILEO

 

Okey…¿Y pa’ que van pa’ Rincón?

 

SANTOS

 

¿Tú nunca has ido a Rincón?

(Cont’d)

 

 

AQUILEO

 

¡Papi, pues seguro!

 

SANTOS

 

¡Ah, pues!

 

AQUILEO

 

Es que tu estás algarete mano, me refiero a que, ¿Tú no crees que deberían ir directo para allá esta noche?

 

SANTOS

 

…Supongo que sí.

 

AQUILEO

 

Bueno mano, tu sabrás. ¿Y tu vieja?

 

 

SANTOS levanta la cabeza y mira fijamente a AQUILEO en silencio, durante tres segundos. Pffff…niega con la cabeza.

 

AQUILEO

 

!O.K.! Entendido. ¿Y ya le hiciste el bultito a tu mujer?

 

SANTOS

 

Eso es así. Vente, acompañame al supermercado.

 

 

 

Ambos se ponen de pie. Los vemos saliendo del restaurante. Al salir, AQUILEO le apunta a SANTOS para la derecha. SANTOS saluda y agacha la cabeza, mientras se protege del sol los ojos. Ambos se dirigen a la izquierda.

 

 

 

FADE IN:

 

INT. EN EL SUPERMERCADO – DIA

 

AQUILEO mira con detenimiento la etiqueta de un empaque de café puertorriqueño. Lo huele profundamente, varias veces. Mira al lado. Vemos ortagonales de las góndolas del supermercado. Caminan hombro con hombro cogiendo productos con desgano y devolviéndolos. Siguen con las gafas puestas.

 

AQUILEO

 

Bueno brodel, ¿qué te vas a llevar?

 

SANTOS

 

Pues mano, lo básico. Agua, munchies, cigarrillos.

 

AQUILEO

 

¿Hiciste listita?

 

SANTOS

 

No mano no hice listita.

 

AQUILEO

(tranquilamente)

 

Cabrón, pero cuántas veces te he dicho que si haces listitas te ahorras un montón de tiempo. Si en vez de estar comiendo mierda en tu casa, haciendote pajitas (gesto con la mano) hicieras más listitas de lo que tienes que hacer, tal vez no estarías tan algarete.

 

 

SANTOS

 

Mano no me jodas con eso ahora. Móntasela con tus neurosis a tu otro mejor amigo. ¡¿Ta bien?!

 

Vemos a SANTOS llorando por un segundo. Luego no.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

AQUILEO

 

Ea mano, sorry…es que tu sabes, llevamos tanto tiempo en estas.

 

SANTOS

 

Dale, dale, what-ever…Agua, muchies, cigarrillos. Olvídate, tranquilo que es que estoy encojonau…

 

Ambos continúan caminando en silencio por las góndolas.

 

AQUILEO

 

Bueno, ¿Entonces le hiciste el bultito a Antonia?

 

SANTOS

 

O.K., la verdad es que no lo he hecho aún, pero cuando llegue a casa.

 

AQUILEO

 

Ay que liiindo…¿tu e hace e butito a tu mujecita?

 

 

SANTOS cierra los ojos y se sonrie.

 

SANTOS

 

No me jodas cabrón, no me jodas…

 

(Jump cut) Manos agarran el agua, los munchies y los cigarrillos. Una mano pasa una tarjeta en la caja registradora del supermercado.

 

 

INTERCUT – EN LA CALLE

 

AQUILEO

 

Bueno hermanito, cualquier cosa grita.

 

 

(Cont’d)

 

 

AQUILEO y SANTOS se abrazan fuertemente frente al supermercado. AQUILEO sale del encuadre a la izquierda. SANTOS se queda quieto mirando al piso. Dos segundos luego entra AQUILEO de nuevo al encuadre.

 

AQUILEO y SANTOS

 

¡La calabaza!

 

SANTOS mira la hora en su muñeca. Lo vemos entrando al restaurante. Lo vemos saliendo con la calabaza. Lo vemos entrando en su edificio. Lo vemos saliendo con un bulto negro y otro grande, rosado y pomposo y la calabaza.

 

 

INTERCUT – EL CARRO EN LA CALLE

 

SANTOS sube al carro. Vemos la ignición, mano que gira la llave. Arranca. Frena en otro lugar. Da un bocinazo.

 

SANTOS

 

¡Vieja!

 

Vemos el tapón. Vemos luz verde. Arranca. Mira su reloj de muñeca que lee 3:00pm.

 

 

FADE IN:

 

INT. EN LA OFICINA DE ANTONIA – DIA

 

Vemos el reloj de muñeca de ANTONIA que lee 3:15pm. ANTONIA está de pie, mirando hacia abajo. Y con el teléfono al oído.

 

ANTONIA

 

Eso es así papi…Sí, lo siento mucho, sé que habíamos quedado, pero…evidentemente esto es extracurricular. Okey Pa…Yo te llamo probablemente la noche del domingo. Un besito.

 

 

 

(Cont’d)

 

MUJER #1 (OS)

 

¿Tú te vas temprano de nuevo nena?

 

MUJER #2

 

Oye pero tu nos tienes un lao’ seco ya.

 

MUJER #1

 

Si mija, ¿tu te crees que el trabajo abunda en la calle pa’ estar llegando tarde y saliendo temprano cada vez que te da la gana?

 

Las vemos a ambas por encima de sus cubículos, sentadas. Vemos a ANTONIA apretando los ojos.

 

MUJER #2

 

Bueno, yo supongo que si el jefecito se pasara pendiente a nosotras también, todas tendríamos flexitime por igual.

 

ANTONIA

 

Amiguitas…con cautela por favor, ¿sí?

 

MUJER #1

 

Ajá, sí, ¿con cautela? Claro porque el viernes pasado tu llegaste aquí a las 11am, con la cautela que se te salía por los poros. O debería decir la vodka que era, lo que se te salía por los poros.

 

El JEFE se les acerca a las tres. Rápidamente ambas mujeres se callan y regresan la vista a sus escritorios. El JEFE las mira con sospecha y luego se dirige a ANTONIA.

 

 

 

JEFE

 

ANTONIA, mi más sincero pésame por lo de tu suegro. Por favor, pasa por mi oficina.

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Nada amiguitas…me hacen llegar la información sobre las disculpas para el lunes ¿O.K.?

 

ANTONIA sigue al JEFE. Las MUJERES miran a ANTONIA desde sus cubículos con las caras apretadas. Vemos como el JEFE y ANTONIA se alejan. ANTONIA se vira y les hace gesto de teclado con las manos y luego les saca el dedo índice.

 

Llegamos a la puerta de la oficina del JEFE. Él abre la puerta y le hace gesto para pasar. ANTONIA se detiene frente a la puerta. El JEFE la mira, y mira para el lado.

 

JEFE

 

Adelante Señorita González.

 

ANTONIA

 

Sucede que ando con un poco de prisa. ¿Qué querías decirme?

 

JEFE

 

Bueno…yo pensé que te gustaría hablar.

 

ANTONIA

 

¿Sobre?

 

JEFE

 

Eeh.. bueno supongo que la muerte de tu suegro no es tan grave…O sea que no te afecta tan directamente, pero…

 

 

ANTONIA

 

(abriendo los ojos grandes)

 

 

 

(Cont’d)

 

¡Exacto! Eso es así, no me afecta “tanto”. Bien,entonces, mi trabajo está listo, mi novio debe estar por llegar y nos vemos el lunes.

 

El JEFE se pasma y mira para los lados. ANTONIA se da media vuelta y se aleja.

 

JEFE

(en crechendo)

 

Sí, seguro, entiendo. Bueno, ¡mi más sincero pésame para Santos!

 

ANTONIA

(sarcástica)

 

¡Seguro!Gracias…

 

JEFE

 

¡No llegues tarde el lunes!

 

El JEFE se sonríe un poco. ANTONIA aprieta el botón del elevador varias veces y busca en su cartera. Se abren las puertas, entra, da media vuelta y aprieta el botón. Suena el timbre del asensor. Se abren las puertas. Lleva gafas y un cigarrillo en la mano con un brazo cruzando su pecho, seria.

 

Sale del edificio y en ese instante entra a encuadre el carro de SANTOS, el cual frena de cantazo. SANTOS abre la puerta del pasajero. ANTONIA comienza a bordear el carro por la parte de atrás. SANTOS se baja del carro y comienza a bordear por la parte de alante.

 

 

INTERCUT – EN EL CARRO

 

 

Ambos se montan y cierran sus puertas al mismo tiempo. Vemos sus cabezas por la parte de atrás y como cierran las puertas nuevamente. Conversan sin mirarse.

 

ANTONIA

 

¿Hiciste los bultitos?

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Eso es así.

 

ANTONIA

 

¿No se nos queda nada? ¿Hiciste compra?

 

SANTOS

 

Eso es así.

 

ANTONIA

 

¿Agua, munchies, cigarrillos?

 

SANTOS

 

Precisamente.

 

ANTONIA

 

¿Y esa calabaza?

 

Vemos la calabaza en el asiento de atrás en el medio.

 

SANTOS

 

Para hacer sopa.

 

ANTONIA

 

¿Sopa?

 

SANTOS

 

De calabaza.

 

ANTONIA

 

No jodas.

 

SANTOS

 

Es para mami. Le encanta la sopa de calabaza.

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Oops. Sorry. Muy bien. ¿Nos vamos?

 

SANTOS

 

Nos vamos.

 

ANTONIA

 

¿Norte o sur?

 

SANTOS

 

¿En serio bebé?

 

ANTONIA

 

¿En serio qué?

 

SANTOS

 

¿No que habías hecho las reservaciones en Rincón?

 

ANTONIA

 

Sí, ¿”So”?

 

SANTOS

 

Pues que Rincón queda por el norte.

 

 

(PAUSA) ANTONIA prende el carro. Arranca un poco el carrro pero, frena inmediatamente. Vemos la cara de ANTONIA mirando a SANTOS. Vemos la cara de SANTOS.

 

SANTOS

 

A la izquierda.

 

ANTONIA

 

¡Gracias!

 

FADE IN:

 

INT. EN EL CARRO EN LA AUTOPISTA– DIA

 

 

(Jump Cuts) Vemos diferentes escenarios de la carretera. Vemos diferentes retratos de SANTOS y ANTONIA. Llegamos al primer peaje. Diferentes carros, diferentes tapones, diferentes estructuras y negocios a los laterales.

 

(Posibles visuales: Wallmart, Kmart, Toys R” Us, Costco Chilli’s/Maccaroni Grill, fotos de publicidad, Billboars, otros)

 

ANTONIA (OS)

 

Bueno cariño, ¿qué te pasa?

 

SANTOS (OS)

(calmado)

 

¿Cómo que qué me pasa? No me pasa nada.

 

ANTONIA(OS)

 

Cariño…¿tu piensas que yo no me doy cuenta?

 

SANTOS(OS)

 

¿Que no te das cuenta de qué?

 

ANTONIA(OS)

 

Bebé…por favor, háblame. Yo conozco esa carita y tooodos sus gestos.

 

SANTOS suspira. Mira hacia afuera de la ventana. Hace gesto de negación con la cabeza.

 

 

SANTOS(OS)

 

Bebé, estoy bien en verdad. Estoy pensando en cosas, pero no me pasa nada.

 

 

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA (OS)

 

Yo sé…Yo sé que tu te crees que yo no te conozco. Yo sé que tu piensas que los años pasan en vano, y mi vida, yo sé que tu madre te parió, pero aunque no lo creas, yo te conozco como si hubieses salido de esta pájara que tengo aquí

entre las piernas… Así que tras que me tego que chupar la idea de que nuestros hijos sean González y González de apellido, me tengo que chupar que tú no me hables lo que te pasa? ¡O sea chico! Coopera…

 

SANTOS la mira y se ríe, niega con la cabeza y luego mira hacia afuera. ANTONIA se sonríe y vira la cara para mirarlo.

 

SANTOS (OS)

 

Pues “nope”, todo bien. ¡Y que fina mija!

 

ANTONIA se muestra irritada. Escuchamos música de danza puertorriqueña. (Jump Cuts) Estampas de la carretera, paisaje, ellos.

 

(Corte súbito de la música. Comienza “split screen”)

 

ANTONIA

 

Chico cuéntame…

 

SANTOS

 

¡Pues bebé¡… es que son muchas cosas.

 

ANTONIA

 

Okey… escucho.

 

SANTOS

 

No sé, tengo coraje…

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

¿Coraje cómo?

 

SANTOS

 

Bueno pues, coraje con muchas cosas.

 

ANTONIA

 

Ajá, sí, pero ¿coraje con quien?

 

SANTOS

 

Es complicado… pero principalemte contigo.

 

ANTONIA

 

Okey… bien…¿Por qué tienes coraje conmigo?

 

SANTOS

 

Bueno, lo que pasa es que la última vez que te dije que tenía coraje contigo, ¿te acuerdas lo que pasó, verdad?

 

ANTONIA

 

Ajá, sí, pero me tienes que decir. Además que quedamos en que era importante que hablaramos estas cosas.

 

SANTOS

 

Sí pero es que se te va la mano.

 

ANTONIA

 

Dale. Inténtalo.

 

 

SANTOS

(tentativo)

 

Pues mira bebé, yo a veces me siento que tu tienes como un tipo de resentimiento, a veces

(Cont’d)

 

pienso como que hasta es un tipo de complejo, de que como que yo te quiero dominar o algo así. Como que no te permites, ni por un segundo, ni nada que se parezca remotamente, a que yo te domine, cuando lo más gracioso es que yo soy el tipo menos dominante que yo conozco. A veces hasta pienso que es como un “issue” con los hombres en general.

 

ANTONIA

 

Bueno, lo que pasa es que…

 

SANTOS

 

Perdóname bebé que no he terminado.

 

ANTONIA irritada, hace gesto con las manos para que continúe.

 

SANTOS

 

Pues decía yo, que a veces no entiendo porque te me diriges…o sea, como que de cierta forma, te resistes a que yo tome las riendas de cualquiera de las decisiones que tomamos. Y entonces como que siempre estás a la defensiva. Y más que a la defensiva, es como si estuvieras encojoná cada vez que surge el tema de los roles. ¿No sé si me entiendes?

 

ANTONIA y SANTOS ambos prenden cigarrillos al mismo tiempo, pero no los vemos fumar por el resto del diálogo.

 

SANTOS

 

Y yo sé porque lo hace, o mejor dicho, tengo una idea de porque lo haces, pero yo verdaderamente me siento que te estoy buscando la vuelta todo el tiempo, y que tú me empujas constantemente, como que te alejas cada vez que te me quiero acercar. A veces se me ocurre esta metáfora de que es como querer abrazar un cactus de una peli de John Wayne…nada ¿hace sentido?, por ahí va la cosa.

 

 

(Cont’d)

 

(Jump Cuts, regresamos a “full frame”) Vemos paisaje, carretera, cambios de luz cuando el carro pasa por debajo de los puentes. (Regresamos a split screen)

 

ANTONIA

 

Bueno dulzura…eeh…¿por dónde empezar? Yo quiero que tú sepas que yo te entiendo, y que además estoy bien conciente de todo por lo que estás pasando… lo que te está pasando, en tu vida, en tu carrera, con nosotros, etc. Inclusive, a veces pienso que todavía no te ha pegado realmente, pero eso no importa, todos procesamos de diferentes maneras. El punto es que tu llevas bastante tiempo dándole de largas a tema de tu mamá…

 

SANTOS

 

Chica, pero qué tiene eso…

 

ANTONIA

 

¡Ep! ¡Permiso! ¿Adivina quien se quedó super calladita la última media hora?… Sí, ¿verdad? lo sabía…gracias.

 

SANTOS

(impaciente)

 

Dale, dale…¡perdón!

 

ANTONIA

 

Pues decía yo, que llevas dándole de largas al tema de tu mamá, y aunque ni la conozco bien, a veces como que siento que la entiendo bastante bien, o sea, me identifico. O que por lo menos entiendo cómo se siente, porque vamos chico, se cae de la mata…es obvio que iba a asumir la postura que ha asumido y más con el carácter que tiene. O sea, si sigues siendo así con ella…¿Cómo decirlo?…

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Dale, dilo sin miedo, ¿siendo tan qué?, ¿irresponsable?

 

ANTONIA

 

Yo no dije eso, ¿Yo dije eso?, no pongas palabras en mi boca que yo no he dicho, porque tu sabes lo mucho que eso me encojona eso.. ¿estás claro con eso?

 

(Jump Cuts, regresamos a “full frame”) Vemos paisaje, carretera, cambios de luz cuando el carro pasa por debajo de los puentes. (Regresamos a split screen)

 

 

ANTONIA

 

Entonces, con respecto a nosotros…Yo no sé si tú te das cuenta de lo condecendiente que eres cuando hablas, especialmente cuando estamos en público, y eso me saca por el techo. O sea, cuando te pones el más verborreoso, el más elocuente, o sea, me irrita y me hace sentir como una nena chiquita, y ya te he explicado lo mucho que me rejode que me hablen así, ya seas tú, o cualquier otra persona. Y bueno, a lo que quiero llegar con todo esto es que si queremos romper…o mejor dicho, cambiar con esta dinámica, como te encanta llamarle, tienes que empezar a fijarte más cuidadosamente como te diriges, especialmente como me hablas a mí. Porque tu no te das cuenta del tonito con el que me hablas, y no es conmigo nada más, es con todo el mundo. Y la gente se da cuenta.

 

Ambos levantan sus cigarrillos y fuman simultáneamente.

 

ANTONIA

 

Si no, pregúntale a tus amistades, preguntale a Aquileo. Y de eso mismo es que se queja tu mamá, pero nada, yo sé que no te gusta mezclar temas, aunque yo creo que están completamente interelacinados. Pero bueno cariño, si tu no

(Cont’d)

 

quieres que yo sea prepotente contigo, te sugiero que empieces a…

 

SANTOS comienza a reirse y extiende su mano para acariciar a ANTONIA (Vemos como extiende su mano desde su “split screen” y como entra al “slpit screen” de ella)

 

ANTONIA

 

Okey, ¿se puede saber de qué te estás riendo?

 

SANTOS

 

Okey, chequéate esta dedicación. Se me ocurrió ahora cuando dijiste lo de mezclar temas.

 

SANTOS busca en su ipod y le pone una canción romanticona y “syropense”. (Regresamos al “full screen”)

 

SANTOS

 

¿Quieres fumar?

 

ANTONIA

 

Seguro. Y “by the way”, “como si fuera” un cactus, es un símil, no una metáfora.

 

(Jump Cuts) Vemos siempre las manos. El corte del fili, la tripa por la ventana, el desenmoñe de la yerba, el enrole, sus caras mirando hacia abajo, el paisaje, sus caras sonriendo, ellos fumando, paisaje, carretera, cambios de luz pasando por debajo de los puentes(igual que anterior).

 

Vemos a SANTOS y a ANTONIA cantado.

 

SANTOS y ANTONIA

(cantando al unísono)

 

Seré un buen perdedor. No me importa que usted sea mayor que yo. They say that the road is no place to raise a family. A los dieciseis, yo sabía lo que iba hacer. Que vuelve a quien lo toma, gavilán o paloma. Que inmenso, que inmeso, ser el dueño de la finca y la mujer. – otras – Un truck les pasa por lado y suena la bocina. Ambos gritan.

 

FADE IN:

 

INT. LLEGANDO AL GUEST HOUSE – DIA

 

ANTONIA y SANTOS llegan al camino de la entrada del “Guest House”. Vemos reflejado en el parabrisas el letrero del hotel mientras ellos ambos miran hacia arriba. Les molesta la iluminación.

 

SANTOS

 

¿Aquí?

 

ANTONIA

 

Sip. Rincón del Mar, Guest House.

 

(Jump Cuts) Abren las puertas del carro. Bajan con sus bultos y la calabaza. Suben las escaleras. El recepcionista los saluda. Entran a su cuarto, tiran los bultos. Comienzan a besarse agresivamnete. ANTONIA se está secándo el pelo con el “blower”. SANTOS abre la cortina del baño.

 

SANTOS

 

¿Me pasas la toalla bebé?

 

(Jump Cuts) Bajan las escaleras del “Guest House”. Se estacionan en un restaurante. Entran por la puerta. Se sientan en la barra. El BARTENDER DE RINCÓN, un chico bronceado y muy atractivo, les sonríe. El restaurante está prácticamente vacío.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Buenas noches, bienvenidos a Caracoles, ¿Qué les puedo ofrecer?

 

ANTONIA

 

Un martini con “grey goose”.

 

SANTOS

 

Yo me tomo una medallita.

 

Ambos miran el menú unos segundos en silencio. SANTOS le dice algo al oído a ANTONIA. Ella se ríe. SANTOS se para de la barra y se aleja.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Bueno, te ofrezco un aperitivo…

 

ANTONIA

 

Espero un minutito, gracias.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Claro que sí, me dejas saber si se te ofrece lo que sea. Estamos para servir…

 

ANTONIA

 

Mira para’llá, qué servicio…

 

 

BARTENDER DE RINCÓN

(coqueto, sirviendo los tragos)

 

¿Y qué, estás de vacaciones por acá?

 

ANTONIA

 

No exactamente…

 

BARTENDER DE RINCÓN

(sonriente)

 

¿Tas trabajando?

 

ANTONIA

(enfática)

 

Eeh, no…(PAUSA) esta-mos acá por motivos familiares.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Ah, ¿porque andas con familia?

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Eeh…no, ando con mi novio…y eso. Tráenos por favor unos buñuelos de bacalao…a la mesa de afuera.

 

ANTONIA se para con los tragos y cruza el restaurante hasta llegar a las mesas afuera. Pone la cerveza, toma un sorbo de su martini y lo pone en la mesa. Entra y se acerca a la vellonera. Su cara se ilumina frente al cristal. SANTOS regresa a la barra y se acerca al BARTENDER DE RINCÓN.

 

SANTOS

 

Permiso caballero, ¿salieron los tragos?

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Eso es correcto, ella se los llevó para las mesitas de afuera.

 

 

SANTOS

(buscando complicidad)

 

Bueno…¿qué te puedo decir? ya tu sabes, la jefa es la que manda… tan nítida que está la barra…Oye ¿sabes qué?, tráenos unos buñuelos de bacalao, por favor.

 

BARTENDER DE RINCÓN

(con leve mofa)

 

Seguro socio.

 

SANTOS lo mira secamente. Se aleja de la barra. Mira para atrás por un segundo y continúa. Se le acerca a ANTONIA y la abraza por la cintura. ANTONIA se sonríe.

 

SANTOS

 

¿Todo bien?

 

ANTONIA

 

Todo super, ¿Por qué?

 

SANTOS

 

No, por nada. Nos pedí unos buñuelos…

 

ANTONIA

 

Ah mira que bien. Eso mismo estaba pensando pedir.

 

ANTONIA le agarra los brazos y acerca a SANTOS. Mira hacia la barra de reojo. El BARTENDER DE RINCÓN está mirando hacia ellos. SANTOS se da cuenta que los está mirando y se queda mirándolo de vuelta. El BARTENDER DE RINCÓN cambia la mirada.

 

ANTONIA

 

Bebé, ¿me das un peso? Te tengo una dedicatoria.

 

 

SANTOS busca en su bolsillo mientras se mantiene mirando hacia la barra. El BARTENDER DE RINCÓN vuelve a mirar hacia ellos. SANTOS le da el peso

 

SANTOS

(enfático)

 

Papi, ¿Todo bien?

 

 

El BARTENDER DE RINCÓN hace asiente y continúa lavando vasos.

 

SANTOS

 

¿Pasó algo?

 

ANTONIA

 

No bebé, no pasó nada

 

SANTOS

 

¿Y porqué te mudaste para afuera?

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Pa’ coger fresquito…

 

Comienza una salsa gorda a tocar de la vellonera y ANTONIA le agarra la cara a SANTOS, le sonríe y lo besa. Se lo lleva para afuera mientras se menea al ritmo de la música. Una vez afuera comienzan a bailar. SANTOS vuelve a mirar para adentro.

 

SANTOS y ANTONIA comen y rien. Un MESERO los atiende. Los vemos pedir más tragos, comer y reír. Los vemos tomando café y pagando la cuenta. ANTONIA se pone de pie para ir al baño. Vemos a SANTOS decirle algo al mesero. ANTONIA cruza la barra al salir del baño. SANTOS llama al MESERO.

 

SANTOS

 

Oiga, caballero, una pregunta, ¿se puede fumar aquí?

 

MESERO

 

Bueno, despues que fume inconspicuamente.

 

SANTOS

(sonríe)

 

…Inconspicuamente será.

 

Saca un cigarrillo, lo prende y mira para los lados. Bota humo. Lo inhala por la nariz. Se tira para atrás hace chorritos. Hace donitas. Vemos como hace hueco en el plástico de la cajetilla, vira el cigarrillo, lo inserta, sopla por el filto. Le pega por debajo y hace donitas.

 

ANTONIA sale del baño. Camina por el borde de la barra hacia las mesas de afuera. Vemos SANTOS hablando con el mesero de nuevo.

 

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

La verdad que es una pena ver a una mujer como tú de hermosa con un chamaquito como ese.

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA se detiene por un segundo sin mirarlo y continúa caminando. SANTOS viene de camino, detiene a ANTONIA en el medio del espacio, se la lleva del brazo y regresa a la barra.

 

SANTOS

(con firmeza)

 

Oye, socio… sírvenos otras dos cervezas. Y mira, que sean las que más abajo estén en el frizer que las que me serviste horita estaban calientes.

 

El BARTENDER DE RINCÓN se hasta el cuello dentro del refrigerador y las sirve con pobre actitud.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Son nueve dólares.

 

SANTOS saca un billete y lo pone sobre la barra. El BARTENDER DE RINCÓN lo toma y se voltea para cobrarlas. SANTOS agarra las cervezas y comienza a derramarlas sobre la barra lentamente. ANTONIA levanta las cejas en sorpresa y se tapa la boca. Luego él se vira y se sorprende.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

¿Qué carajos tu haces canto de cabrón?

 

SANTOS

 

Bueno, primero que nada, no me tienes que decir cabrón. Segundo si me acompañas al parking te lo puedo explicar con las manos, pedazo de huelebicho, para que entiendas tu inferioridad ser humano y especialmente como bartender.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Ay papá… hoy es que se te acabó la vida, mazorca e mascabicho…dale, que ahora es que tu vas a saber lo que es bueno…

 

 

 

(Cont’d)

 

El BARTENDER DE RINCÓN sale disparado de la barra y cruza la puerta. ANTONIA se queda paralizada mirando a SANTOS. Éste toma el último sorbo de la cerveza que no había derramado y le sonríe a ANTONIA. Segundos luego sale el CHEF LESTER de la cocina.

 

CHEF LESTER

(sonriente)

 

Sí, buenas noches, CHEF LESTER, ¿Cómo estuvo todo? Espero que rico.

 

SANTOS

 

Mucho gusto Chef Lester, mi nombre es Santos González y esta es mi esposa Antonia González.

 

CHEF LESTER

 

Ah! mira que lindo, González y González. Hay un restaruante mejicano en Nueva York que se llama así…

SANTOS

 

Pues mira Lester, nosotros estamos visitando de San Juan, y vamos de camino al entierro de mi papá acá en Mayagüez.

 

CHEF LESTER

 

Ay caramba, lo siento muchísimo…Mi sincero pésame para ustedes.

 

SANTOS

 

Pues nada Lester, queríamos, además de decirte que todo estuvo super bueno, especialmente los buñuelos, que resulta insólitamente que el irrespetuoso de tu bartender lleva toda la noche haciéndole comentarios inapropiados a mi esposa, y en estos momentos está afuera, con intensiones de buscar bulla conmigo. Y te invito a que me acompañes a ponerlo en su lugar, o simplemente podemos hacer una llamadita al 911 y resolverlo de esa manera.

 

El CHEF LESTER abre los ojos bien grandes y frunce el ceño mirándo hacia afuera. Empieza a caminar, llega a la puerta, la abre y mira hacia el estacionamiento con coraje. Regresa adentro y se les acerca.

 

 

CHEF LESTER

(nervioso)

 

Caballero, dama, yo sólo quiero que usted y su esposa sepan que esto lo vamos a resolver inmediatamnete, que no ninguna necesidad de llamar a la plicía y que este morón no va a volver a trabajar aquí por el resto de su vida, ni en ningún restaurante que yo me entere.

 

El CHEF LESTER vuelve a salir afuera y comienza a caminar hacia el estacionamiento.

 

CHEF LESTER

 

¡Manolito! ¡Canto de pendejo!¡¿Dónde carajos te metiste?! ¡Arranca pa’cá a las millas que se te acabó el guiso de bartender! So morón…

 

SANTOS y ANTONIA se miran. ANTONIA está notablemente nerviosa y SANTOS se muestra morbosamente contento. Vemos al CHEF LESTER que cruza la puerta de entrada por la parte de afuera, arrastrando de manera dominante al BARTENDER DE RINCÓN.

 

CHEF LESTER

 

Mil disculpas. Vuelvan pron…to.

 

 

Vemos a SANTOS y a ANTONIA riéndose a carcajadas en el carro mientras guían de vuelta.

 

 

FADE IN:

 

INT. LA MAÑANA SIGUIENTE – DIA

 

ANTONIA se despierta boca abajo sobre la cama. Se limpia la baba. Encuentra un puñado de caracoles a su lado. Vemos los caracoles. Los agarra y juega con ellos. Luz natural y

(Cont’d)

 

viento abunda en el cuarto. Cierra los ojos y suspira. Se retuerce un poco sobre la cama, se estira.

 

(SMASH CUT – aparece la palabra SÁBADO sobre negro)

 

Se voltea boca arriba, le molesta el sol en la cara. Se agarra la rodilla y se hala a sí misma hasta sentarse. Se estilla el cuello, se agarra las muñecas y se estira la espalda. Vemos el balcón y la playa al fondo. ANTONIA entra al encuadre. Llega a la baranda, respira y cierra los ojos.

 

ANTONIA levanta su cara hacia arriba para recibir el sol, luego mira hacia abajo. Encontramos a SANTOS tumbado en la arena. Vemos a ANTONIA quien sonríe y sale del encuadre.

 

Se cierra el botiquín. (Jump Cuts) ANTONIA se mira,hala sus ojeras, se enjabona la cara, cepilla los dientes, hilo dental, saca las cejas, usa humectante, se mira hacia abajo y sube una navaja de afeitar, se arregla el tope del traje de baño, se pone gafas, enseña los dientes al espejo.

 

 

INTERCUT – EN LA PLAYA

 

“Establishing” de la playa. ANTONIA aprace en el encuadre mirando hacia abajo. Vemos a SANTOS tirado boca arriba con la boca un poco abierta. ANTONIA comienza a hacerle muecas a SANTOS.

 

Saca la lengua, mueve los brazos en el aire, le menea las nalgas, los senos, le enseña los dientes, le tira besos, se despide como Miss Universo, hace la manigueta del dedo índice, hace una estrella. SANTOS no se ha movido. ANTONIA se rie en silencio y mira a lo lejos.

 

SANTOS (OS)

 

Me gustó la estrella.

 

ANTONIA se gira sonreída.

 

ANTONIA

 

La verdad es que tu eres un cabroncito.

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS se voltea boca abajo sonriente. ANTONIA se le acuesta encima de la espalda, contenta y coqueta. SANTOS gruñe. ANTONIA le habla al oído.

 

ANTONIA

 

Quería sexo esta mañana.

 

SANTOS

 

Bueno…nos queda el resto de nuestras vidas. Y el “checkout” es a las doce.

 

 

ANTONIA

 

Ay nene, que matapasiones.

 

ANTONIA se levanta y se sienta a su lado. Se sacude la arena de las manos. Se pone bloqueador solar. Vemos la cara de SANTOS pegada a la toalla y a ANTONIA poniéndose crema. Luego vemos el horizonte del mar. ANTONIA habla y regresamos a la cara de SANTOS, quien se mantiene inmóvil.

 

 

ANTONIA

 

¿Me pones sontán en la espalda?

 

SANTOS

 

Claro que sí mi reina.

 

ANTONIA

 

SANTOS se levanta y procede a ponerle crema solar en la espalda y masajearla cariñosamente. Se sacude la arena de las manos.

 

Bueno… ¿Algo que me quieras decir antes de llegar a tu casa?

 

 

SANTOS

 

¿Cómo que?

 

(Cont’d)

 

 

ANTONIA

 

Bueno, no sé. Algo que se te ocurra… cómo saludar, que no decir, si me tengo que quitar los zapatos en la entrada…

 

SANTOS

 

Bueno, pues, deja ver…No…simplemente no cojas muy en serio lo que diga mami. A veces se le va la mano con los temas de la familia…y me imagino que bajo las circunstancias se le va a ir.

 

ANTONIA

 

Ah, mira que chévere. Eso me da mucha comodidad y “comfort”.

 

SANTOS

 

Nada, tu tranquila…tranquila quieta. Simplemente si se pone potrona, no le hagas caso.

 

ANTONIA

 

¿Potrona, Santos? ¿Qué carajos es eso?

 

SANTOS

 

Es un coloquialismo regional de San Lorenzo, pero se me pegó de un pana de Caguas.

 

ANTONIA

 

¿De un pana de Caguas?

 

SANTOS

 

Sí, de Caguas, pero lo de potrona es de San Lorenzo.

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Santos, ¿tu piensas que yo soy retardada?

 

SANTOS

 

Chica, ¿qué te pasa?, no me hables así.

 

ANTONIA

 

O sea que ¿tu mai se pone potrona? Nene que cafre.

 

SANTOS

 

Mai es un coloquilismo canario y cafre es un gentilicio africano.

 

 

ANTONIA

 

Santos, por Dios, de que rayetes tu estás hablando.

 

 

SANTOS

 

Mai y Pai son ambos peculiaridades regionales de las Islas Canarias al sur de España que llegaron a la Isla en los tiempos de Colón. Era una manera afectiva para referirse a la madre y el padre. Ahora, cafre, es un gentilicio de la región antiguamente llamada Kaffraria, en el Cabo Este al sureste de África, que claro está, ahora se llama “King Williams Town” luego de que los británicos se antojaran de ella. Lamentablemente su significado se ha bastardizado para referirse de una manera degradante al hombre, o mujer, que no está “civilizado”. También es una banda de reggae en Argentina. ¿Tú te imaginas que en África la gente coja de decirle puertorriqueño a los salvajes? Muy lamentable nuestra manía.

 

ANTONIA lo mira fijamente. Se queda callada por tres segundos. SANTOS comienza a silbar.

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

O sea decir mai y pai no está técnicamnete incorrecto y decirle cafre a alguien no es denigrarlo.

 

SANTOS

 

¡Nena no! Eso es, un jonrón detrás del otro. Denigrar es reducir al nivel del negro, lo cual es racista en sí mismo, se debe decir degradar.

 

ANTONIA

 

Ay mira Santos vete pal carajo. Eres sorprendentemente insoportable. Me voy que me dió calor.

 

 

ANTONIA le agarra el pelo, lo jamaquea y lo besa. Se para y se va corriendo al agua. SANTOS se queda mirándola dos segundos. Mira a la derecha y saluda a alguien fuera de encuadre, agachándo la cabeza. Se para bruscamente y se va detrás de ella. ANTONIA acelera para que no la alcancen.

 

Entran al agua. Saltan el rompeolas. Salpican agua. SANTOS hace vueltas de carnero y paradas de manos. ANTONIA se sumerge. SANTOS sale, se limpia los ojos y busca a ANTONIA. Mira para los lados. ANTONIA le baja los pantalones y lo vemos desnudo de espalda. SANTOS se agacha de cantazo.

 

SANTOS

(Explosivo)

 

¡Mira nena! ¡Que aquí hay niños y mujeres!

 

Comienzan a besarse apasionadamente.

 

(Jump Cuts) ANTONIA se seca vigorosamente el pelo en la playa. SANTOS entra al cuarto con la toalla en la cintura detrás de ANTONIA. Se abre la cortina de la bañera. ANOTNIA se seca el pelo vigorosamnete con una toalla.

 

 

 

 

INTERCUT – AFUERA

 

ANTONIA come un bocado de arroz y habichuelas. SANTOS toma un sorbo de cerveza. Pasan una tarjeta por un cobrador. Frenazo en un tapón. SANTOS pega un golpe en la bocina del carro.

 

 

FADE IN:

 

EXT. LLEGANDO A LA PLAZA – DIA

 

Vemos la hora en el carro. Son las 5:00pm.

 

SANTOS (OS)

 

Wow ¿esa es la hora?… Son las cinco de la tarde. ¿Sabe usted donde están sus hijo?

 

 

Vemos estampas de Mayagüez, las calles del pueblo, las casas antiguas, las esculturas, la gente, una cabalgata. SANTOS y ANTONIA buscan y señalan afuera del carro, contentos. SANTOS saluda a alguien fuera del encuadre y agacha la cabeza. Llegan a un tapón al llegar a la plaza.

 

ANTONIA

 

Aah, pues okey. ¿Y qué acontece en su pueblo natal Señor González?

 

SANTOS

(buscando)

 

Bueno, Señorita González… en mi experiencia profesional, con la velocidad que se está moviendo esto… supongo que probablemente una caravana fúnebre.

 

ANTONIA

(sarcástica)

 

Aah pues bien. ¿En una plaza?

 

Comenzamos a acercarnos al fenómeno. Vemos varios carros antiguos similares, pero diferentes modelos. Vemos el “bumper a bumper”. Gente que mira desde las calles

 

 

(Cont’d)

 

periferales, señalan y sonríen. Un niño con su madre que hace lo mismo.

 

Escuchamos algunos bocinazos. Vemos algunas personas vestidas en tuxedos y trajes formales, contentos y sonrientes. Escuchamos música de reggaeton. El tapón se mueve un poco. Vemos a una chica joven, vestida de blanco y sonriente en la parte de atrás de uno de los carros.

 

SANTOS

 

Eia rayou, ¡si esto es un quinceañero!

 

ANTONIA

 

Oh my God…

 

Se mueve el jeep con la quinceañera. La vemos sonreída. Chicos en carros aledaños le tiran conffetti y dicen cosas que la hacen reír.

 

ANTONIA

 

Wow, los quinceañeros en San Juan se celebran de otra manera.

 

SANTOS

 

No me imagino…

 

ANTONIA se sonríe y le da un manotzo cariñoso en el hombro. SANTOS se protege y se sonríe traviesamente. Vemos a los participantes del desfile, los posibles padres de la niña. Gente que mira hacia ellos.

 

Vemos a MACHITO que se queda mirando serio hacia el carro de SANTOS, desde adentro de su carro. MACHITO le dice al pasajero de su lado que tome el volante. Se baja del carro con cierta urgencia, siempre fijado hacia SANTOS. Se acerca al carro con porte de confiado y semi sonreído.

 

SANTOS se percata que se le están acercando y ANTONIA se baja las gafas hasta la nariz. MACHITO llega al carro. Señala al lado y para que proceda a estacionarse fuera del

 

(Cont’d)

 

tapón. SANTOS extiende su mano derecha. MACHITO extiende ambas manos y toma las de SANTOS.

 

MACHITO

(sonreído)

 

Hermano…

 

SANTOS

(calmado)

 

Machito…

 

MACHITO

 

Martín de los Santos González, dichosos los ojos…que bueno verte hermanito. Siento mucho lo de Don Martín, toda mi familia te da el pésame.

 

SANTOS

 

Coño Machito, gracias. Gracias de verdad. Mira Machito esta es mi compañera ANTONIA.

 

 

MACHITO la mira y luego mira a SANTOS sonreído.

 

MACHITO

 

¿Así le dicen por allá por San Juan? Ah, bueno…pues mucho gusto compañera de Martín. Mira pa’lla si este hombre se ha conseguio’ una yanki.

 

MACHITO va a la ventana de ANTONIA y le da un beso.

 

MACHITO

 

Es un verdadero placer Antonia. Martín y yo somos hermanitos de crianza… Tu ves ese tipo ahí sentao’ , pues a ese tipo yo lo quiero con cojones. Bueno…de toda la vida.

 

MACHITO se regresa a la ventana de SANTOS. Pone las manos sobre la puerta.

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Oye, ¿y quien es la homenajeada?

 

MACHITO

 

Pues mano, la primita… Casheyla Marie.

 

 

SANTOS

 

¿Esa es la nena de Carlos y Sheyla?

 

MACHITO

 

Esa mismita. ¡Le han hecho una clase de pari! Que eso es casi un carnaval. Le compraron medio COSTCO, con bizcocho de tres pisos…

 

 

SANTOS

 

¿Quien le hizo el bizcocho?

 

 

MACHITO

 

Mano, la pregunta ofende…¿Quien es la mejor pastelera de toda el área oeste? ¡Mi mai!

 

MACHITO toma un paso atrás y gesticula con orgullo con su camisa como Carlos Arroyo. Vemos a ANTONIA sonreirse por un momento.

SANTOS

 

¿En serio mano?, supongo que super rico el frosti y super mojaíto. Mano ¿y cómo está Doña Candy?

 

MACHITO

 

Pues mano, no tan bien, ya tu sabes, está demasiado de gorda. Yo me paso diciéndoselo que tiene que rebajar, igual ella hace lo que le da

 

 

(Cont’d)

 

la gana. Pero de eso hablamos otro día. Si no llega mañana al entierro, pues me la excusas.

 

SANTOS

 

Claro que sí brodel.

 

MACHITO

 

Mano, y a tí te va super bien, ¿verdá? Mami y yo siempre estamos super orgullosos de ti…

 

SANTOS

 

Pues mano, poco a poco dando la batalla.

 

Vemos la cara de SANTOS conmovido, casi avergonzado.

(Jump cuts) Signo de paz en reverso. MACHITO se aleja. Lo vemos montándose en el carro. Arrancando. Mira en dirección de SANTOS y hablas (MOS) SANTOS arranca. Da un frenazo, vemos el “bumper a bumper”.

 

 

FADE IN:

 

EXT. LLEGANDO A LA CASA DE MAYAGUEZ – NOCHE

 

SANTOS y ANTONIA se estacionan frente al balcón de la casa de Mayagüez. Se miran. Miran la hora que dice las 6:00pm. Vemos que ANTONIA le agarra la mano a SANTOS. SANTOS se queda mirando hacia el frente, ANOTNIA lo mira a él.

 

ANTONIA

 

¿Todo bien?

 

SANTOS

 

Bueno, estoy nervioso.

 

ANTONIA

 

Todo va a estar bien bebé. Yo estoy contigo.

 

SANTOS sonríe incómodamente. “Establishing” de la casa grande. Tiene un balcón a vuelta redonda. Es de dos pisos.

(Cont’d)

 

Se bajan del carro, con sus bultos y la calabaza. Cierran las puertas. Caminan hacia las escaleras. Vemos sus pies que suben las escaleras de la entrada.

 

Se paran frente a la puerta, SANTOS levanta el brazo para tocar la puerta. La puerta se abre antes del golpe. El TÍO aparece sonriente.

 

 

SANTOS

 

Bendición Tío…

 

TÍO

 

Que Dios te bendiga mi santo. Que bueno que llegaste a tiempo. Te estábamos extrañando mucho.

 

SANTOS sonríe cabizbajo y abraza al TÍO.

 

TÍO

 

Mira que buen detalle la calabaza…

 

Se separan, se miran por un segundo y el TÍO lo vuelve a abrazar. El TÍO le habla al oído.

 

TÍO

 

Lo siento mucho mi niño… Un día a la vez, ¿Okey? Y usted es la hermosa María Antonia. Bienvenida a nuestro hogar, una pena que nos conozcamos en este momento tan triste. Pero es un verdadero placer conocerte al fin.

 

ANTONIA

 

Igual, igual…o sea, mucho gusto, perdón, gracias…

 

TÍO

 

Pasen, pasen que ya está oscureciendo. Dáme esos bultos acá. ¿Hay algo que planchar?

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Pues sí, pantalón y camisa. Gracias Tío.

 

ANTONIA

 

Mil gracias.

 

 

INTERCUT – DENTRO DE LA CASA

 

Pasan a la recepción, oscura, amplia, vacía y en silencio. Muebles en teca y fotos por todos lados. Caminan hacia una puerta oscura que solo tiene luz en la parte de abajo. La abren y vemos el cambio dramático de luz que les molesta. Vemos a MERI, la mucama de la casa, vestida de uniforme.

 

MERI se da media vuelta al escuchar la puerta abrirse. Se tapa la boca y comienza a sollozar cuando ve a SANTOS.

Vemos como SANTOS suelta la mano de ANTONIA y avanza hacia MERI.

 

MERI

 

¡Ay mi rey! Que bueno que llegó, que bueno, que bueno…

 

MERI lo colma de besos y solloza mientras lo abraza. Vemos a ANTONIA quien espera callada y recogida. El TÍO está detrás de ANTONIA.

 

MERI

 

Ay mi niño, Martín de los Santos, que bueno que llegaste. Tu madre está bien afectada. Se va a poner tan contenta de verte. Está bien triste, y usted es lo más importante en su vida… Ella es dura, pero eso no significa que usted no sea lo más importante…Ay que bueno que llegaste…

 

 

SANTOS

 

Claro que sí Meri, ¿cómo no? No te preocupes que yo conozco a esa señora de lo más bien. ¿Y usted, cómo está con todo esto?

(Cont’d)

 

MERI

 

Pues, ¿cómo voy a estar? Profundamente triste, si usted sabe que su padre siempre ha sido el alma de esta casa. Ha sido tan duro ver como se consumió así tan rápido… Ay Martín nos tiene que visitar ahora más a menudo.

 

MERI comienza a llorar y SANTOS la abraza de nuevo.

 

SANTOS

 

Sí lo sé, lo sé…no te preocupes por eso ahora.

 

SANTOS mira para atrás a ANTONIA, le sonríe, y le hace seña de que se acerque. ANTONIA mira por un segundo al TÍO quien le sonríe igual. ANTONIA camina hacia SANTOS. MERI levanta

la vista para ver a ANTONIA. ANTONIA le extiende su mano derecha.

 

MERI

 

Ay Madre Santa, ¡si mira esta mujer tan bella! Oye nene, ¡que buenos gustos te gastas!

 

MERI suelta a SANTOS y ríe mientras se le acerca a ANTONIA. Con destreza toma la mano derecha de ANTONIA con su mano izquierda y la abraza cariñosamente. Le susurra algo al oído que no escuchamos. Se separan y agarradas de manos se ríen en complicidad. SANTOS se sonríe de ver esto pasar.

 

 

MERI

 

Bueno, ya está bueno de llantenes, suban a ver a Doña Bernarda que los está esperando.

 

 

SANTOS besa a MERI en las manos, ANTONIA hace gesto de reverencia tipo japonés y van a la puerta. SANTOS toca afectivamente al TÍO al salir. Aparecen en el encuadre y miran hacia arriba. Los vemos al comienzo de las escaleras. Suben poco a poco. SANTOS se detiene a mirar las fotos.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

¿Viste que linda era mami de joven?

 

VEMOS la foto de DOÑA BERNARDA soonreída y contenta en una estampa de playa. Siempre me encanta lo guapa que era. (Estilo modelo europea de los 50’s) SANTOS mira la foto por 5 segundos.

 

ANTONIA

 

Vamos bebé, que tu mamá te está esperando.

 

Llegan al tope de las escaleras oscuras. La mano de SANTOS gira la perilla de la puerta. Vemos un grupo de lloronas, de luto estricto, todas inclinadas hacia el frente una más que la anterior, todas llorosas y quejándose en voz baja.

 

Levantan la vista a ver quien entra. No distinguimos sus caras. SANTOS y ANTONIA sonríen incómodamente. Entran y cierran la puerta detrá de ellos. Ambos se miran. La primera de las mujeres de luto apunta con el brazo hacia el próximo cuarto. SANTOS asiente en agradecimiento.

 

SANTOS

 

¿Me quieres acompañar, o prefieres quedarte aquí?

 

ANTONIA

(murmurando)

 

¿Con las lloronas? No creo.

 

Vemos como SANTOS agarra la mano de ANTONIA y camina frente a ella en dirección a la puerta. Ambos pasan al próximo cuarto. Vemos el ataúd al fondo con muchas coronas. Aparte del ataúd, el cuarto está vacío. SANTOS respira hondo y comienza a caminar hacia el ataúd sujetado de la mano de ANTONIA.

 

Al llegar, SANTOS mueve los ojos rápidamente sobre el cuerpo. Le toca el pecho buscando la falta de latidos. Le juega con los cachetes, le acararicia el pelo y lo peina. Le arregla la corbata. La voz de DOÑA BERNARDA, una mujer alta, delgada y de pelo blanco, interrumpe el silencio.

 

(Cont’d)

 

DOÑA BERNARDA

(severa)

 

Me alegro tanto que hayan llegado.

 

Ambos se sorprenden y se giran abruptamente. Vemos a DOÑA BERNARDA dentro del marco de la puerta abierta vestida de

luto estricto. Se levanta el velo y sonríe. Comienza a caminar hacia ellos pausadamente.

 

DOÑA BERNARDA

(sobria)

 

Me llena además de emoción poder conocerte María Antonia.

 

ANTONIA se adelanta a saludar a DOÑA BERNARDA.

 

 

ANTONIA

(reverente)

 

Es un verdadero placer conocerla Doña Bernarda, y mi más sincero pésame en su pérdida.

 

Al encontrarse en el medio del cuarto ANTONIA le da un abrazo a DOÑA BERNARDA. Ella lo recibe con notable distancia en todo momento mirando a SANTOS.

 

DOÑA BERNARDA

 

Mil gracias querida, el placer es todo mío.

 

DOÑA BERNARDA mira a ANTONIA a la cara.

 

DOÑA BERNARDA

 

Mi niña, espero que no te ofendas, pero te voy a pedir unos minutitos a solas con Martín. Hay unos asuntos que tenemos pendientes.

 

ANTONIA

(pasmada)

 

Eeh, claro que sí…claro que sí.

 

(Cont’d)

 

ANTONIA se gira hacia SANTOS quien la mira en completo silencio.

 

ANTONIA

 

Bueno, Santos, te espero en el otro cuarto.

 

ANTONIA se dirige hacia la puerta y se fija en que ambos SANTOS y DOÑA BERNARDA se están mirando sin prestarle atención a ella. Sale del cuarto, cierra la puerta.

 

DOÑA BERNARDA

 

Bueno Martín… tienes foro. Soy toda oídos.

 

SANTOS no dice nada. La mira en silencio.

 

DOÑA BERNARDA

 

Escucho…

 

SANTOS

 

Okey…Bueno, pues me alegro verte mamá. ¿Qué tu quieres que te diga exactamente?

 

DOÑA BERNARDA

 

Ah…veo. No tienes nada que decir. (PAUSA) No tienes nada que decirme a mí…¿No tienes nada porque disculparte?…

 

SANTOS

 

¿Disculparme?…bueno, ¿disculparme por?

 

DOÑA BERNARDA mira hacia las ventanas, respira hondo, mira hacia abajo. Luego lo mira a él.

 

DOÑA BERNARDA

 

Hijo querido…yo quiero que tu midas bien tus palabras y pienses en lo que te estoy diciendo.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

Encuadre cerrado de la cara de DOÑA BERNARDA. Señala hacia su labios mientras habla.

 

DOÑA BERNARDA

 

Mírame mietras te lo digo. Ahora. Precisamente ahora, en este momento y no después. ¿Me ves diciéndotelo? Esto no es una película, ni una obra, ni una audición. Esto no es ficción, esto es la verdad. Mírame los labios mientras te lo digo… Por favor… Este no es el momento para actuar como un niño. Asume lo que te toca.

 

 

SANTOS

 

Bueno, pues la verdad que no tengo idea de qué es que me tengo que disculpar. Si hay algo que hice que te molestó te pido que me lo digas para poder disculparme. ¿Algo en específico que me quieras decir?

 

DOÑA BERNARDA

 

¡¿Algo en específico?!, ¡¿Tú en serio me estás preguntado eso?!

 

SANTOS

 

Pues sí, eso mismo te estoy preguntando, algo en específico, por lo que quieres que me disculpe. Porque como a ti siempre hay algo que te molesta, pues te pregunto para no estar adivinando.

 

DOÑA BERNARDA

 

Ah, listo. Algo en específico entonces…¿Te parece suficientemente específico que tu padre… Martín de los Santos, tu padre, lleva los últimos nueve meses pudriendose de un cáncer fulminante y que tu solamente te hayas dignado en venir a visitarlo cuatro trapos veces? ¡Cuatro miserables visitas en nueve meses! ¡¿Te parece eso suficientemente específico?!

 

SANTOS

 

¡Mamá, primero que nada tranquilízate! Y segundo, ¿Tú de verdad crees que este es el momento apropiado para hablar de esto?

 

 

DOÑA BERNARDA

 

El momento de hablar de esto…¿Tú sabes qué Martín? Tu tienes razón…este no es el mejor momento para hablar de esto.

 

SANTOS mira al piso, nervioso.

 

DOÑA BERNARDA

 

¡El momento de hablar de esto era por lo menos hace tres meses atrás, cuando tu padre, ya casi moribundo, casi sin poder hablar, pidiéndo cigarrillos cuando no podía ya ni respirar! Ya me daba hasta asco mirarle la boca y el maldito pito ese que no se me sale de la cabeza. Pues ese era el momento de hablar de esto Martín, cuando él te pidió que lo vinieras. ¡Mecaguená! Y tú, ¿Haciendo qué? ¿A saber dónde carajos estabas metido? Siempre con tus engreimientos y altanerías, que ni te dignaste a visitarlo cuando tenías que hacerlo. ¿Por qué no

podías venir hasta acá? ¿Qué te costaba? O sea, ¿Qué más importante que tu propio padre?… ¡¿Dónde carajos estabas metido?!

 

Vemos a SANTOS llorando mietras mira hacia abajo

 

DOÑA BERNARDA

 

¿Qué era, que tenías audiciones?¿Que te quedaba lejos? Pasándola chévere con tu novia en San Juan, con tus amigotes artistas. Gastándote el dinero que tu padre te ponía en el banco todos los meses en Dios sabe que porquerías. Y mientras a tu padre se lo comía el cáncer por el pendejo vicio ese que tu heredaste, porque ni te creas que no apestas hasta acá, ¡¿Tu hacías qué?! ¡¿Qué carajos estaba haciendo tú por allá?! Es que no lo puedo entender. Y sabes qué, tampoco me da la

(Cont’d)

 

gana. Evidenciada queda nuevamente tu irresponsabilidad, no sólo como hijo, sino como ser humano, y ni se diga como cristiano. O sea Martín, tu papá…tu familia…¡y yo! ¿Dónde quedo yo en todo esto? ¡Tu madre que te parió y te crió! A veces hasta me pregunto quien fue que te crió, porque pareciera que yo no fui.

 

SANTOS sigue mirando al piso y llorando. Levanta la cabeza brevemente y se tapa los ojos. Habla con dificultad y en voz quebrada y baja.

 

SANTOS

 

Mamá, ya por favor, no sigas, ya está bueno por hoy…por favor, te lo pido. Tranquilízate ya…

 

DOÑA BERNARDA

 

¡¿Que me tranquilice?! Pero, ¿Cómo se te ocurre pedirme eso? ¿Cómo es que yo me merezco que tú me hables así? Primero llegas tarde como de costumbre, o sea, un día entero tarde. Para el velorio de tu propio padre. Simplemente inaudito. Y para colmo llegas con la boba esa de la loza de San Juan, que se cree más que nosotros…

 

 

SANTOS

(sorprendido)

 

¡Mamá! Por Dios santo, ¿de qué tu estás hablando? ¿Tú te volviste loca? Tranqulízate, es en serio, se te está yendo la mano. Y baja la voz que como Antonia se entere la vamos a pasar bien mal.

 

DOÑA BERNARDA

 

Antonia, Antonia, ¿que clase de nombre es ese? Uno no le pone nombres a los hijos para que ellos vengan después y se los cambien como les da la gana. Hay un motivo por el cual los padres le ponen los nombres a los hijos. Pero tú evidentemente ni te enteras de eso. No te preocupes, que ya las vas a pagar todas cuando te toquen los tuyos, que espero que no sean con la

(Cont’d)

 

comemierda esa que te atreviste a traer a esta casa.

 

SANTOS

 

Yo simplemente no puedo creer lo que tu estás diciendo. ¡Te volviste loca! ¡¡¡O sea, estás loca!!!

 

 

SANTOS comienza a caminar hacia la puerta. Doña Bernarda lo detiene antes de salir. Se recompone. Se arregla el pelo.

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Okey Martín…Estoy exaltada, no te lo voy a negar, pero no te vayas, por favor, escúchame. Y escuchame con detenimieto, que esto te lo voy a decir con toda la serenidad que puedo tener en el cuerpo en estos momentos. Yo no sé que es lo que tu crees que estás haciendo con tu vida.

 

SANTOS comienza a caminar de nuevo. DOÑA BERNARDA lo agarra por la camisa, lo vira y le da un bofetón.

 

DOÑA BERNARDA

 

Me escuchas carajo, que tu eres un hombre ya. Te callas y me escuchas. Tu llevas cinco años fuera de esta casa, de tu pueblo. Prácticamente ignorando a tu familia, a tus amigos, al negocio que tu padre montó con tantos años de sangre y sudor, y claro está que ni te voy a mencionar el tema de tu fe en Cristo, porque me imagino que hasta te cantarás ateo. Pero la verdad es que tu acá has hecho una falta increíble, todos los días, haces falta aquí. Esta es tu vida, tu herencia, tu responsabilidad. ¿Y para qué? Para estar jugando a Hansel y Gretel, ¿Haciendo de actor para nenes mocosos de kindergarden?

 

SANTOS

 

Mira Bernarda, déjame explicarte algo, antes de que se me olvide. Yo llevo tres años

(Cont’d)

 

manteniéndome solo. Si tu y papi decidieron seguir enviando dinero esa fue su decisión.

 

DOÑA BERNARDA

 

Pero, ¿Y cómo no lo vamos a hacer? ¡Si tu eres nuestro único hijo! ¿A quien más le toca el fruto de tanto sacrificio? El cual espero no te lo estés gastando en la nena esa.

 

 

SANTOS

 

¡Mami ya! ¡Ya! Carajo que te van a oír afuera…mira, te voy a decir una cosa, y por favor, despues de esto, vamos a dejar la conversación para otro momento. Hablamos con calma, tu y yo, pero despues, en serio. Mira mami, yo siempre he estado super agradecido de todos los sacrificios y la ayuda y todo lo demás, mi crianza, que ustedes hayan sido tan buenos padres, pero la verdad es que me tienen que soltar ya…(PAUSA) me tienes, que soltar. Estoy harto de sentirme culpable…¡haaarto! Así que por favor, vamos a hablar esto en otro momento.

 

 

SANTOS se descompone nuevamente. DOÑA BERNARDA se le acerca para consolarlo.

 

DOÑA BERNARDA

 

Ay bebé…no llores así. Ven acá, ven acá.

 

SANTOS toma un paso atrás y la empuja levemente. Se recompone.

 

SANTOS

 

No mami, yo ya no soy un bebé, y en serio me tienes que soltar.

 

DOÑA BERNARDA

 

Mira Martín, yo pensaba que debería decirte esto luego del entierro mañana, pero yo creo, y tu

(Cont’d)

 

papá estaba de acuerdo conmigo, que tu deberías considerar mudarte de vuelta para acá. Aquí, a tu casa.

 

SANTOS levanta la vista molesto. Hace gesto de negación.

 

 

SANTOS

 

¿O.K.? Tu parece que no estabas escuchando nada de lo que te acabo de decir. Tú, simple y llanamente te volviste loca.

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Loca…claro, yo estoy loca… Mira Martín, primero que nada, no me faltes el respeto, ¿está bien? Yo soy tu madre. Empecemos por ahí, y segundo, ¿Qué tiene de loca esa idea? Por favor, no seas tan ingenuo. ¿Cuánto tiempo tu te crees que te va a durar lo de la actuación?, ¿Tres o cuatro años más? Hasta que llegue el próximo sabor del mes, Si no eres tú, es el próximo más joven que tu. ¿Y después qué? O sea, date cuenta. ¿Con qué vas a mantener una familia? Se cae de la

mata. Acá lo tienes todo, tu propia casa, tus amigos, tu familia, un trabajo seguro.

 

SANTOS

 

¡¿De qué trabajo tu estás hablando?! ¡Si acá en Mayagüez no hay na’ que hacer! Que trabajo ni que ocho cuartos. Si por eso es que me fui. ¿O es que no te queda claro?

 

DOÑA BERNARDA

 

Pues mira que tan claro no me queda. ¿Y la tienda de tu papá? ¿Qué es? ¿De dónde tu crees que salió esta casa? Mijo el trabajo es honra.¿De dónde tu te crees que salió todo…

 

 

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Ay mami, ya lo sé. Me lo sé de memoria, lo hemos hablado mil veces. Y para tu información, ahora digo yo, que esto te lo pensaba decir después del entierro mañana. Pero para que sepas, ya yo había hablado con papi…

 

DOÑA BERNARDA

 

Ajá, esto lo quiero escuchar yo…

 

SANTOS

 

Papi, no tenía ningunas pretensiones de que yo me quedara con la tienda. Lo que pasa es que no quería decirtelo porque tu te ponías histérica cada vez que surgía el tema.

 

DOÑA BERNARDA

 

(PAUSA) Bueno… pues entonce múdate por mí…

 

SANTOS sube las cejas y se queda callado mirando a Doña Bernarda.

 

SANTOS

 

¿Cómo que por tí mami?, ¡¿Cómo que por tí?!

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Pues por mí Martín, por mí. Por tu madre…Yo te voy a hacer una pregunta, ¿Okey? Y por favor dime la verdad.

 

SANTOS

 

Ay Jesú…Ajá, dime, pero ten cuidado con lo que vayas a decir. Yo espero que esto no se convierta en un película de horror.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

DOÑA BERNARDA

 

Mírame a los ojos y dime que tu amas a la nena esa. Dime si tu verdaderamente piensas que esa persona comparte tu valores, tus creencia, que puede ser la madre de tus hijos. Dime que tu te quieres casar con ella.

 

SANTOS tiene cara de asombro y niega con la cabeza.

 

 

SANTOS

 

Mira mami, a mi ya no me queda ninguna duda que a tí se te soltó un tornillo en la cabeza con la enfermedad de papi.

 

DOÑA BERNARDA

 

Martín, esto no son bromas, contéstame lo que te estoy preguntando. Dime si tu la quieres en serio. Dimelo mirándome a los ojos. En serio.

 

SANTOS

 

Mami…este no es el momento de hablar de eso. !¿Okey?!. Mira, yo me voy, ya yo no puedo bregar con esto más.

 

 

SANTOS comienza a caminar de nuevo hacia la puerta. DOÑA BERNARDA lo detiene sutilmente con la mano.

 

DOÑA BERNARDA

 

Dímelo…

 

SANTOS

(exasperdo)

 

¡Qué carajos sé yo si me quiero casar con ANTONIA! ¡Déjame quieto ya! ¡Tú te volviste lo-ca!

 

 

(Cont’d)

 

DOÑA BERNARDA

 

¡Martín de los Santos González, no te atrevas a dejarme con la palabra en la boca, no seas irrespetuoso, ven acá¡

 

SANTOS continúa caminando hacia la puerta. Justo cuando la abre ve a ANTONIA parada allí, llorando, mirándolo. En ese momento DOÑA BERNARDA quien está mirando hacia el ataúd le grita a SANTOS.

 

DOÑA BERNARDA

 

¡Me estás cambiando por ella!

 

SANTOS abre los ojos mirando a ANTONIA. Se voltea a DOÑA BERNARDA en estado de shock. Vemos a todas las lloronas mirando para arriba, atentas, al borde de sus sillas. Vemos a DOÑA BERNARDA que se gira, llorosa y descompuesta. DOÑA BERNARDA y ANTONIA se miran ambas mientras lloran.

 

DOÑA BERNARDA

 

¿¡Me estás cambiando por ella!?

 

ANTONIA se da media vuelta y sale corriendo. SANTOS se voltea mirando a su madre y gesticula incredulidad. Las lloronas todas bajan la cabeza y continúan con sus quejidos. SANTOS sale corriendo detrá de ANTONIA. Alcanzamos a ver a ANTONIA al final de las escaleras.

 

SANTOS baja todas las escaleras y brinca los últimos cuatro escalones.

 

 

INTERCUT – AFUERA EN EL BALCÓN

 

ANTONIA empuja la puerta del balcón y sale corriendo, baja las escaleras de la entrada. Vemos al TÍO sorprendido, sentado en un sillón del balcón. ANTONIA se monta en el carro, lo prende y arranca. SANTOS sale justo luego por la puerta. El TÍO se pone de pie.

 

SANTOS brinca las escaleras de la entrada y se va corriendo detrás del carro. El carro sale de los predios y dobla hacia la carretera. SANTOS sigue corriendo detrás del

(Cont’d)

 

carro. Vemos a SANTOS corriendo detrás del carro por el retrovisor. Vemos a ANTONIA mirando de reojo por el retrovisor mientras llora.

 

SANTOS

(gritando)

 

¡Antonia! ¡Antoniaaa!

 

SANTOS baja la velocidad luego de correr detrás del carro una distancia considerable. Para en medio de la carretera jadeando. Recupera su respiración. Se queda unos segundos mirando como el carro se aleja.

 

Vemos al TÍO que mira desde el balcón la escena. Vemos a SANTOS a lo lejos mirando hacia el carro. Vemos al TÍO que mira hacia abajo con las manos sobre el balcón. Vemos a SANTOS a lo lejos que se acerca de vuelta. Vemos al TÍO que se sonríe.

 

SANTOS camina por la marquesina y se acerca a las escaleras.

 

TÍO

 

¿Todo bien?

 

SANTOS

 

Tú no entiendes Tío…Mami se volvió loca…y ahora esto se jodió…

 

TÍO

 

Tranquilo mi niño. Déjala que de una vuelta y se le baje un poco. Ella vuelve.

 

SANTOS

 

Es que tu no entiendes Tío lo que acaba de pasar allá arriba…Además, tu no la conoces todavía…esto va a ser Troya. Y para colmo de males ella ni tiene idea de dónde está. Se va a dar la perdía del siglo. Esto se jodió.

 

 

 

(Cont’d)

 

TÍO

 

No te preocupes tanto mijo. Las mujeres, sin excepción, tienen tremendo sentido de dirección. Como una brujulita interna. Déjala tranquilita que ella vuelve.

 

SANTOS se queda mirando a lo lejos, luego se voltea y abraza al TÍO y llora en silencio. El TÍO se sonríe un poco y lo acoge.

 

TÍO

 

Traquilo mi santo que ella vuelve horita.

 

 

FADE IN:

 

EXT. EN LA CENA – NOCHE

 

(“Estabishing” de la cocina. La conversación ocurre –OS- entre los personajes y no corresponde a la acción)

 

SANTOS y el TÍO están sentados a la mesa en el centro, leyendo el periódico, con tazas de café. MERI está frente al tope de la cocina colando café. Al terminar se acerca a ambos y les sirve en sus tazas respectivamente. Le da un beso en la cabeza a SANTOS, el sigue leyendo. Le toca la mano cariñosamente al TÍO, él le toma la mano y la mira afectuosamente. MERI regresa al tope de la cocina y comienza a preparar un sancocho. Saca las ollas, las friega, las llena de agua. Pela, corta, limpia, raya los vegetales. Adoba la carne, la corta. SANTOS y el TÍO se intercambian el periódico en ocasión.

 

MERI

 

Bueno, mi niño ¿qué se cuenta?

 

SANTOS

 

Bueno, no sé qué contarte. No está pasando mucho…

 

 

 

(Cont’d)

 

MERI

 

¡No me diga! No juegues así mijo que yo sé que hay un millón de cosas pasando por esa cabecita de genio que Dios te dió.

 

TÍO

 

Ay sí mijo cambia esa cara, que ni tu papá estaba tan triste. Además, tu sabes que el fue el mejor

ejemplo para todos nosotros y no quería a nadie triste.

 

MERI

 

No me ajore al niño que ya está bregando con bastantes cosas.

 

SANTOS

 

Bueno pero no se pongan a pelear ustedes ahora. Y TÍO tiene razón…Bueno, pues qué les cuento. Acabo de hacer una audición para otra obra de niños.

 

MERI

 

¿Ah sí? Que interesante. ¿Cuál? Cuenta.

 

(Por este instante se sincronizan la acción y el diálogo)

 

SANTOS se pone de pie y hace mímicas corporales mecánicas. MERI y el TÍO se rien simultáneamente.

 

MERI

 

¿De Pinocho?

 

TÍO

 

¡Avi María, que alegría! ¡Que lindo oye!

 

 

 

 

(Cont’d)

 

MERI

 

¡Mira pa’lla, no medigas! Ay nene, seguro que te cogen si tu eres bello. Mira para allá, el Pinocho más guapo de toda la Isla.

 

SANTOS

 

Bueno, pero todavía no me han contestado, y hay varios actores super buenos que audicionaron igual que yo. Pero nada, yo voy a mí.

 

TÍO

 

Eeesa es la actitud. Pa’ lante, pa’ lante como un elefante.

 

MERI

 

Ay Dios quiera que te cojan, ya tu verás, que vamos a prender unas cuantas velitas pa’ que te cojan.

 

SANTOS

 

Y pues, las cosas con María Antonia van de lo más bien…hasta hoy claro está…

 

MERI

 

Ay sí, se nota que es tremenda muchacha, oye y qué guapa es, una mujer grande…

 

TÍO

 

Estoy de acuerdo, es una mujeraza. Muy bien educada, muy bien presentada. La pegaste con esa.

 

 

SANTOS

 

Pues sí, ya llevamos un tiempito juntos y nos va de lo más bien. Digo, a veces se pone como medio…medio…

 

 

(Cont’d)

 

TÍO

(riendo)

 

¿Potrona? Así es que dice tu amigo el cagüeño…

 

SANTOS

 

Eso es así, ¿Cómo lo adivinaste? ¿Se le nota mucho?

 

TÍO

 

Ay mijo, si lo que uno no haya visto ya a esta edad.

 

MERI

 

No nene y la verdad es que se le nota, que es una mujer con carácter.

 

SANTOS

 

Chacho, ustedes no han visto nada todavía.

 

MERI

 

Sí mijo, pero hay cariño, ¿verdad?

 

SANTOS

 

Eso es así.

 

MERI

 

Bueno, pues eso es lo que importa, porque si no hay cariño, pues no vale la pena.

 

 

SANTOS

 

Pero la verdad es que nos llevamos de lo más bien. Compartimos mucho, tenemos amigos en común, nos gusta bailar, que eso no se da todos los días, ¿Tú sabes? Nos llevamos super bien en las cosas de la casa, es una mujer inteligente, trabajadora. Yo me siento que me cuida bien.

 

(Cont’d)

 

(PAUSA) Y me gusta mucho cuando se ríe. Se rie como bien duro.

 

MERI deja caer un vaso de cristal en el piso. En ese momento le llega un mensaje de texto a SANTOS. El TÍO y MERI buscan escoba, mapo y cubo, recogedor. SANTOS se queda sentado. El texto lee: “Perdóname mi vida, pero no estoy segura de que pueda volver esta noche. Espero no ser la mujer más egoísta del mundo. Te amo mucho. Perdóname.”

 

SANTOS mira para arriba al vaso roto. Le responde: “Yo también te amo, hablamos mañana”. Se reanuda la conversación. Se sincroniza la conversación con el diálogo.

 

TÍO

 

¿Y con los papás de ella, te llevas bien?

 

SANTOS

 

Bueno, pues la mamá falleció cuando ella tenía doce años, y el papá, pues no es como que somos Cosme y Bizcocho, pero hacemos el intento.

 

MERI sirve platos de comida, sirve el sancocho y se sienta con ellos y comienzan todos a comer.

 

TÍO

 

Oye Meri, este sancocho te quedó exquisito.

 

SANTOS

 

En verdad que sí Meri.

 

TÍO

 

Tu sabes Martín que el sancocho prieto de Meri es famoso hasta fuera del país.

 

MERI

 

Ay mijo no seas tan embustero…Bueno, pues que les aproveche.

 

 

(Cont’d)

 

MERI

 

Come mi rey, que el sancocho es bueno para el corazón.

 

Entra DOÑA BERNARDA abruptamente por la puerta de la cocina. Está vestida de negro, pero diferente al luto anterior. Todos paran lo que están haciendo y la miran atentamente. DOÑA BERNARDA se acerca al fregadero y se sirve un vaso de agua. Se lo toma. Luego los mira a ellos.

 

MERI

 

¿Va cenar con nosotros Señora?

 

DOÑA BERNARDA

 

No gracias Meri, no tengo apetito.

 

DOÑA BERNARDA enjuaga su vaso de agua y lo pone en el escurridor. Inspecciona el ollón del sancocho y se voltea de nuevo. Se acerca a donde SANTOS quien la mira atentamente. Lo acaricia y le da un beso en la cabeza. Camina hacia la puerta de salida.

 

DOÑA BERNARDA

 

Buenas noches.

 

TODOS

 

Buenas noches.

 

Los tres se miran en silencio mientras DOÑA BERNARDA sale de la cocina. (Jump Cuts) Vemos que MERI besa a SANTOS. SANTOS abraza al TÍO. Vemos a cada uno cepillándose los dientes. Vemos a cada uno apagando la luz de su mesa de noche.

 

 

 

 

 

 

 

FADE IN:

 

INT. LA MAÑANA DEL ENTIERRO – DIA

 

Vemos el amanecer. Vemos rocío. Vemos la casa de Mayagüez. Encontramos a SANTOS dormido boca arriba. Abre los ojos abruptamente como si estuviera teniendo una pesadilla. Le molesta el sol. Respira hondo varias veces. Se tranquiliza y mira hacia afuera de la ventana.

 

SANTOS se voltea boca abajo y hunde la cara en la almohada. Respira hondo. Busca en su celular. No tiene ningún mensaje. Escribe un mensaje de texto. Vemos una greca humeando. Vemos glopes sobre una puerta. Los escuchamos desde adentro del cuatro con SANTOS hundido en su almohada.

 

MERI (OS)

 

¡Buenos días! ¡Mi rey, es hora de levantarse! Aquí te traje un desayunito.

 

SANTOS levanta la cabeza de la almohada y se le aguan los ojos. (SMASH CUT – aparece la palabra DOMINGO sobre negro)

 

 

SANTOS

 

¡Pasa!

 

MERI entra al cuarto con una bandeja en la mano con el desayuno.

 

MERI

 

Buenos días mi corazón, ¿cómo dormiste?

 

SANTOS

 

Bien, bien…

 

MERI se sienta al borde de la cama, le pone el desayuno en la falda y lo peina con la mano.

 

MERI

 

¿Todo bien mi niño?

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

(resignado)

 

Bueno, estoy nervioso… Dios mío Meri…¿cómo voy a hacer esto?

 

 

MERI

 

Tranquilo mi santo que lo vas a hacer muy bien, no me cabe duda alguna.

 

SANTOS toma del café, come del plato. Mira a MERI.

 

SANTOS

 

Pero, ¿y si me entra un ataque de llanto allí en el medio de la ceremonia?

 

MERI lo mira con ternura, le acaricia la cara.

 

MERI

 

Eso no va a pasar, tranquilo mijo. Y si sí pasa, pues lloramos todos juntos… si ten dan unas ganas incontrolables, pues, acuérdate que eso no significa que le estás fallando a Don Martín… sino lo hermoso ser humano que eres.

 

SANTOS toma otro sorbo de café. Mientra mira fijamente a Meri.

 

MERI

 

Además, no hay ningún problema con que llores allí. Ese es el lugar correcto… ¿O no?…Bueno vamos que se nos hace tarde…¡arriba, arriba, ándele, ándele! Vístase y nos vemos en la cocina, que su mamá lo está esperando. La ropita está en el armario.

 

SANTOS

 

Dale. Gracias Meri. Muy rico el café.

 

(Cont’d)

 

MERI

 

Que te aproveche mi rey.

 

SANTOS termina su desayuno. Se levanta y busca en el armario su pantalón y camisa planchados. Lo vemos mientras se viste hablando frente al espejo. Se peina y practica sonreír varias veces. Se da unas cuantas cachetadas a sí mismo. Da algunos brincos para despertar.

 

Vemos a DOÑA BERNARDA sentada sobre la mesa del comedor, tomando café, vestida de completo luto, en completo silencio, mirando fijamente hacia la ventana. SANTOS entra por la puerta y ella lentamente se vira a mirarlo.

 

DOÑA BERNARDA

 

Buenos días Martín.

 

SANTOS

 

Buenos días mamá.

 

DOÑA BERNARDA

 

Ven, siéntate conmigo.

 

SANTOS se acerca. Hala una silla y al sentarse mantiene cierta distancia de la mesa.

 

DOÑA BERNARDA

 

¿Dormiste bien?

 

SANTOS

 

Muy bien, gracias.

 

DOÑA BERNARDA

 

¿Preparaste la eulogía?

 

SANTOS

 

Pues sí.

 

(Cont’d)

 

DOÑA BERNARDA

 

A ver.

 

SANTOS

 

La voy a decir de memoria.

 

DOÑA BERNARDA

 

¡¿De memoria Martín?!

 

SANTOS

 

Bueno pues sí, ¿tiene eso algo de malo?

 

DOÑA BERNARDA

 

Martín, esto no es una obra para que estés improvisando.

 

SANTOS

 

¡Mami no empieces! Por favor. Todo va salir bien, ¿Okey? Tranquilízate, ¡por favor!

 

DOÑA BERNARDA

 

Martín, tu estás conciente que esto es una tradición familiar, ¿verdad?

 

SANTOS

 

Estoy conciente, y pienso hacer lo mejor que pueda. Y no necesito más presión de la que ya tengo, ¿Está bien?

 

DOÑA BERNARDA lo mira fijamente y se mantiene en silencio. Vuelve a mirar hacia la ventana y a tomar su café.

 

DOÑA BERBARDA

 

Listo. Sólo te voy a pedir que recuerdes con el respeto y la solemnidad con la que hay que hacer esto…Y te pido por favor que hables del hecho

 

(Cont’d)

 

que tu padre fue un mayagüezano ejemplar, no sólo por sus valores como cristiano, sino como

incansable trabajador y proveedor para su familia.

 

SANTOS

 

Así será. No te preocupes.

 

DOÑA BERNARDA

 

Tu padre fue honra para todo el pueblo de Mayagüez.

 

SANTOS se pone de pie y camina hacia la puerta. DOÑA BERNARDA lo mira molesta mientras se aleja. Mira hacia la ventana y da un manotazo furioso sobre la mesa.

(SMASH CUT)

 

 

FADE IN:

 

EXT. LA MAÑANA DEL ENTIERRO – DIA

 

“Establishing” del cementerio. Vemos la masa de personas reunida para el entierro. Vemos al TÍO y MERI, a MACHITO y su familia,las LLORONAS, los jóvenes del quinceañero, vemos a varias otras personas, Vemos a DOÑA BERNARDA y a SANTOS a su lado. Encuadre cerrado del SACERDOTE.

 

SACERDOTE

 

En el nombre de Jesucristo nuestro señor…

 

TODOS

 

Amén.

 

SACERDOTE

 

Nuestro más sincero pésame a la famlia González-Alba en este momento de enorme pérdida. Siempre reconociendo que aún en medio de la aparente oscuridad que nos rodea, somos siempre iluminados por el regocijo de la luz del Espíritu Santo y la gracia divina de nuestra madre santa,la Virgen María, que reciben en este día con los brazos abiertos a nuestro hermano Martín González,

tercero. Entonces ahora los dejo con nuestro querido hermano, el hijo de Don Martín, Martín de los Santos, el cuarto, quien se dirigirá a nosotros con la eulogía que nos ha preparado, para así poder despedir el cuerpo de su padre y darle la bienvenida a su espíritu a la vida eterna, junto al Padre todo poderoso y su hijo nuestro señor Jesucristo…Martín…

 

SANTOS se acerca a la izquierda del ataúd abierto de su padre. Se estilla los dedos nervioso, tose, se seca el sudor de las manos en los lados de su pantalón. Saca un papel de su bolsillo y comienza a leer del papel con manos temblorosas.

 

SANTOS

 

Muy buenos días a todos los amigos, hermanos y familiares que han tenido la gentileza de acompañarnos en este momento tan importante para

nuestra familia, los González-Alba. Les queremos extender nuestro más sincero abrazo en agradecimineto por su presencia. Estamos seguros de que papi está muy contento, mirándonos desde el cielo, al verlos a todos ustedes aquí. (PAUSA) Martín González fue un mayagüezano ejemplar, no sólo por sus valores como cristiano, sino como el incansable trabajador y proveedor que fue para su familia. Y no me cabe ninguna duda que fue honra para todo el pueblo de Mayagüez. Esto lo digo con la humildad más profunda posible.

 

SANTOS deja de leer del papel. Tose de nuevo.

 

Esta mañana voy a intentar decirles a ustedes algunas cosas que les deseamos comunicar, ya que tuvimos la oportunidad de hablar de este día con alguna antelación. Porque aparte de nuestro agradecimineto hay algunas cosas maravillosas de mi padre que merecen la pena que las compartamos hoy. Cuando pienso en papi, Don Martín, el de la Ferretería Mayagüezana, el mejor adjetivo que me viene a la mente es el de grandioso. Simplemente eso. Papi era una persona grandiosa. Tanto es así, que hace aproximadamente dos meses atrás, mientras convalecía en nuestra casa, lo que más

(Cont’d)

 

me enfatizaba era que no quería lágrimas en su entierro. El quería sonrisas, música y fiesta. Eso es así. Música y fiesta. Y aunque hasta en estos momentos me parece insólito, la verdad es que eso es justo lo que se merece. Mi papá era un hombre grandioso, por ejemplo, porque tenía la firme creencia de que Puerto Rico era una país inmenso. Un país que tenía todo lo que un hombre podría aspirar a lograr en la vida. Y que si alguien tenía duda de lo inmenso que era Puerto Rico lo único que tenía que hacer era salir por su puerta y arrancar a pie de Mayagüez a San Juan. Él decía que en Puerto Rico uno podía ser un hombre feliz, un hombre completo. Porque en Puerto Rico existían las oportunidades para montar uno su negocio y sustentarse. Decía que Puerto Rico tenía tierras para construír el hogar de sus sueños, con la vista que uno quisiera, campo, monte, playa o ciudad. También decía que la mujer puertorriqueña era la más hermosa, la más digna, la más trabajadora en el mundo, y que por eso se había casado con mi mami. Y que con esto un hombre podía ser feliz. Entonces, estoy seguro de que mi papá Martín era un hombre muy feliz. Un hombre completo. Papi fue un hombre grandioso porque logró todo esto, su negocio, su hogar, su familia todo en un mismo pueblo, en la misma comunidad… y jamás pensó en irse a más ningún otro lugar. Aunque yo sé que la verdad es que le tenía miedo a los aviones. Por otro lado, al día de hoy, nunca he conocido a alguien que me hiciera viajar más que él. Papi me hablaba de la China, de sus costumbres, de cómo se vestían, de cómo hablaban el español y de que quedaba justo debajo del patio, y que si un domingo de estos nos daba por hacer un roto bien grande sin que mami se diera cuenta, porque si no, nos iba a regañar si le dañabamos el huerto de rosas, podíamos ir y volver a China. También decía que el jugo de puertorriqueño era bien popular en Bankok. Papi también me hablaba de la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, y decía que había que cogerle miedo a los militares a cargo de los botones rojos de las bombas atómicas a cada lado del planeta, porque si a alguno de esos locos le daba por apretarlo, ya no nos ibamos a poder ver

(Cont’d)

 

 

al otro día, y eso lo pondría bien triste. Papi me hablaba de Cuba, y de que ese era el lugar del fiesteo más grande y glamoroso en todo el Caribe, y me enseñó a bailar cha-cha-cha por si algún día me conseguía una novia cubana. No importa el rincón en el mundo del que me hablara, yo siempre lo escuchaba fascinado porque me ponía la mente a viajar del tingo al tango. Y lo mejor de todo es que cuando yo viajaba a todos estos sitios siempre me imaginaba que llegaba con a él, cogido de la mano…

 

SANTOS se le quiebra la voz un poco.

 

Papi era grandioso. No tengo otra manera de describirlo. Yo siempre me he sentido acompañado por él, siempre voy de su mano, escuchándolo, riéndome con él, sintiéndome protegido por él. Y ese es un sentimiento que me acompaña a todos lados que voy. Y eso es algo bien grande. También me acuerdo que Papi siempre decía que la gente quería, como los habían querido a ellos, y que para llegar lejos en la vida, había que querer

generosamente y en abundancia. Decía que el amor que uno tenía por dentro no se acababa, y que por eso uno podía dar y dar y dar y no se acababa nunca. Y que el agua que rodea la Isla se acababa primero antes que el amor que él nos tenía a nosotros. Cuando yo era niño, y pensaba como niño, y no me quedaba tan claro todo esto que el me decía. Pero ahora en mi adultez, pensando como adulto, me doy cuenta mucho mejor de ese amor generoso del que les estoy contando. Porque hoy, aquí, frente a su cuerpo muerto, me doy cuenta que…yo estoy lleno de él, de sus consejos, de la confianza que me enseñó a tener en mí mismo y de todo el amor con el que me llenó y que hoy, gracias a su sabiduría y generosidad, puedo compartirlo con todos ustedes y con mi familia. Yo sólo puedo aspirar a ser como él, cada día un poquito más, un poquito mejor. Poder tener el privilegio algún día de contarles a mis hijos, que lamentablemente no tendrán el privilegio de conocer a su abuelo, que desde el patio de la casa en la que crecí se puede llegar a la China y

(Cont’d)

 

tener la certeza de que los voy a querer mucho más que toda el agua que hay en el océano que rodea a la Isla. Y por eso no me cabe duda que Don Martín González era un hombre grandioso…En nombre de toda nuestra famlia y el mío, les queremos extender el más sincero abrazo por estar aquí con nosotros. Que Dios los bendiga, y en honor a papi, les voy a pedir que guardemos un minuto de silencio en nombre de su memoria y así poder darle la bienvenida a su descanso eterno.

 

SANTOS baja la cabeza. Mira su reloj y vemos las manecillas llegando a la hora pico. Comienza a transcurrir un minuto en tiempo real. Se mantiene la imagen sobre él los primeros veinte segundos.

 

SANTOS mira hacia arriba de reojo y comenzamos a ver una secuencia de retratos de todos los allí presentes durante los próximos veinte segundos. Vemos diferentes situaciones de llanto, tristeza, abrazos, sonrisas y apoyo.

 

Regresamos a SANTOS quien tiene los ojos llorosos. SANTOS mira a DOÑA BERNARDA quien lo está mirando fijamente

mientras llora estoicamente y lo mira con cariño y aprobación. Vemos que las manecilla regresan a la hora pico.

 

En ese instante comienzan una avalancha de golpes de música de plena. Arranca música de Ismael Rivera. SANTOS se acerca a DOÑA BERNARDA y la abraza cariñosamente mientras transcurre la música y baja el ataúd a la fosa. Todos se dirigen a sus carros al compás de la música.

 

 

FADE IN:

 

INT. LUEGO DEL ENTIERRO – DIA

 

Vemos al TÍO guiando, MERI a su lado, DOÑA BERNARDA detrás del TÍO, SANTOS detrás de MERI. Los vemos viajando por la carretera. Los vemos llegando a la marquesina. Se abren las cuatro puertas en secuencia, se bajan, se cierran las puertas en secuencia.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

Suben ceremoniosamete las escaleras, el TÍO, luego DOÑA BERNARDA, MERI y SANTOS. El TÍO abre la puerta y todos entran.

 

MERI

 

Voy a preparar un cafecito con galletas si se le ofrece a alguien.

 

Ninguno contesta. DOÑA BERNARDA le pone la mano en el hombro a SANTOS. El TÍO y MERI lo ven y continúan caminando hacia la cocina. DOÑA BERNARDA mira hacia la cocina. Escuchamos la puerta cerrar. DOÑA BERNARDA mira a SANTOS.

 

DOÑA BERNARDA

 

Bueno Martín…querido niño. La eulogía te quedó hermosa. Gracias. Tu papá y yo estamos bien orgullosos de ti. Entonces…antes de que te vayas para San Juan, que supongo que tus arreglos harás para llegar, quiero hablar contigo. Ahora voy a cogerme una siesta, pero por favor, me antes de irte, necesito que hablemos. Tengo una carta de tu papá, te escribió hace dos semanas, que me pidió que te entregara después del entierro.

 

SANTOS

(atento)

 

Okey…¿pues después del cafecito está bien?

 

DOÑA BERNARDA asiente, le da un beso a SANTOS en la frente y lo abraza. Se da media vuelta y comienza a subir las escaleras. SANTOS mira al piso y luego se dirige a la cocina.

 

Al abrir la puerta encuentra a MERI llorando sobre el hombro del TÍO. Se detiene y cierra la puerta. Sale al área de la recepción. Sale al balcón y hasta el barandal. La brisa le da. Mira en dirección de la brisa y comienza a dar la vuelta al balcón.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

Al llegar a la parte de atrás encuentra una pequeña casita de madera. Brinca el barandal del balcón y se dirige a ella. En la entrada se dobla y levanta una alfombra. Encuentra una llave que deja una impresión sobre el cemento. La mete en el candado y lo abre con dificultad.

 

Al entrar vemos su silueta a contra luz. SANTOS entra y prende una bombilla que cuelga del medio del espacio. Se ilumina la cara de SANTOS. SANTOS enfoca la vista y se sonríe.

 

Vemos fotos de su niñez vestido de caballero, con sombrero, pluma, capa y espada. Vemos fotos de SANTOS sobre la falda de su padre en un espacio de oficina. DOÑA BERNARDA y DON MARTÍN abrazados frente a la Ferretería Mayagüezana. DON MARTÍN con gafas al lado de un carro antiguo.

 

SANTOS le pasa la mano por encima a varias herraminetas con capas de polvo y las limpia. De repente encuentra una espada de madera, colgada cuidadosamente, hecha de palos de escoba redondos y amarrados con soguilla, que leen en letras quemada a cautín: Príncipe Martín de los Santos IV.

 

SANTOS sale del cuarto de las herramientas haciendo movimientos vigorosos de espadachín. Comienza a correr subiendo las escaleras, alrededor del balcón, entra a la casa, y a la cocina y sorprende a MERI y al TÍO. MERI está de pie cortando la calabaza y el TÍO sentado a la mesa.

 

 

SANTOS

 

¡En guardia!

 

MERI

 

¡Carajo nene, que me vas a matar del susto!

 

SANTOS baja la espada y se abochorna un poco. MERI mira hacia el tope de la mesa y se frota la frente. Ágilmente agarra un cucharón y se gira.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

MERI

 

¡A la batalla!

 

SANTOS se empieza a reír con pavera. Hace guardia mientras MERI avanza y comienzan a fingir esgrima. El TÍO se soríe y rie ampliamente. Luego de dar una vuelta y media a la mesa del comedor MERI empieza a correr a SANTOS hasta que él se deja alcanzar y MERI lo abraza riendo.

 

Escuchamos dos golpes desde el techo y los tres miran hacia arriba y hacen gesto de vergüenza. Paran el juego. SANTOS se sienta. MERI continúa cortando y pelando la calabaza.

 

MERI

 

¡Mira pa’lla! ¿De dónde tu te sacaste esa reliquia mijo?

 

SANTOS recibe un mensaje de texto. Lo lee. Vemos que escribe de vuelta: M tienes q decir kbrón?

 

SANTOS

 

Eeeh, del cuartito de las herramientas. Parece que papi la había guardado. Pero imagínate, esto tiene años como la guácara.

 

TÍO

 

Eso es así…te voy a decir, eso tiene exactamente veinticinco años. Me acuero porque tu

papá te la preparó para la fiesta del cinco aniversario de la Ferretería.

 

MERI les sirve café a ambos.

 

MERI

 

Ay Dios mío que joya te acabas de encontrar.

 

TÍO

 

Es que ese hombre lo guardaba todo. Era una cosa obsesiva.

 

(Cont’d)

 

 

MERI

 

Obsesiva nada, eso es lo que significa crecer en tiempos de escazes.

 

TÍO

 

Muy cierto. De todas maneras, eso era así. Martín no botaba nada. Y que Bernarda le botara algo, pa’que tu vieras como se formaba la de San Quintín. Chacho eso eran unas peleas…

 

Los tres se mantienen en silencio varios segundos. SANTOS y el TÍO beben su café. MERI continúa pelando y raspando la calabaza.

 

MERI

 

Bueno mi niño, ¿y cómo te regresas para San Juan? Tu niña no regresó…

 

SANTOS

 

Eso es así…mami le dió demasiado de duro para ser la primera visita…

 

TÍO

 

Bueno mijo, no la puedes culpar. La verdad que este no era el mejor momento.

 

SANTOS

 

Pues supongo…pero nada, tranquilos que ya hice los arreglos.

 

MERI

 

Bueno, tu sabrás. Ya tu eres un hombre grande. (PAUSA) Entonces, ¿cuál es el plan de vida?

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

Pues no sé exactamente…por el momento convertirme en el próximo Pinocho puertorriqueño.

 

TÍO

 

¡Avi María que lindo! Así me gusta, que tronco de espíritu tiene este niño. Ya tu verás que allí estaremos en la apertura en primera fila.

 

SANTOS

 

Pues me parece maravilloso. Después que no te moleste ir a una función a las diez de la mañana y estar sentado al lado de cientos de muchachitos que no se pueden estar quietos…

 

MERI y el TÍO se ríen. Escuchamos unos pasos en el techo, luego por las escaleras. Se abre la puerta de la cocina. Entra DOÑA BERNARDA. Todos la miran. Se acerca al tope y agarra pedazos de calabaza cortada y los echa dentro de la olla. Echa aceite y sal. Se vira y se dirige a la puerta.

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Acompáñame al estudio Martín.

 

SANTOS se pone de pie sin demora y la sigue. Los vemos caminando uno detrás del otro por la recepción de la casa. Entramos en el estudio. DOÑA BERNARDA se sienta en el escritorio y abre la gabeta. Saca un sobre blanco y se lo entrega a SANTOS.

 

SANTOS lo toma. Lo mira contra la luz y le rasga la esquina derecha. Saca el papel y lo lee. Luego mira a su mamá.

 

DOÑA BERNARDA

 

Bien Martín. Pues aquí estamos. Lo que sea que tu padre te escribió en esa carta, claro está es para tí. No me lo tienes que decir si no quieres… Entonces, yo espero que tu le hayas podido dar cabeza a lo que hablamos ayer.

(Cont’d)

 

 

Entiende que esta es tu casa. Y aunque tu eres el dueño de tus acciones y de tu vida, yo creo que es importante que consideres, tu futuro con mucho cuidado. Además, mis deseos, y los de tu padre, son que vuelvas a casa. La Ferretería Mayagüezana, que tu papá trabajó tan duro para levantar, es parte de tu herencia, y aunque tu TÍO sabe correrla con los ojos cerrados, debes considerarlo. Tu padre trabajó toda su vida para obtener todo lo que tenemos hoy. Durante los meses que tu papá estaba convaleciendo, el tuvo tiempo de reunirse con sus abogados y redactar su herencia. Así que en cuanto esos documentos nos lleguen de vuelta yo te voy a llamar para que vengas a leerlos. Bueno, entoces hay algo más que quiero decirte…Nada mi niño, te quería pedir disculpas por mi comportamiento. Me queda claro que se me fue la mano ayer y que María Antonia no se merecía escuchar todo eso. Por favor, me disculpas con ella. Sólo quiero que sepas que lo hago porque te amo y porque a veces pienso que no hay nadie que te llegue a los tobillos, porque tu eres un ser hermoso. Y cuando me toque ir a acompañar a tu padre, no quiero pasar mis últimos días lejos de ti…eso es todo.

 

SANTOS

 

Ay chica mami…cómo va a ser…

 

 

SANTOS se acerca a DOÑA BERNARDA, quien se pone de pie y lo recibe. Se dan un abrazo largo.

 

 

SANTOS

(lloroso)

 

Te amo mamá. Perdóname por no haber llegado antes…yo sé que no llegué a tiempo…

 

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Yo sé mi santo…yo sé…no tienes que decir más nada. Bueno…¿y quien te viene a buscar?

 

SANTOS

 

 

José Aquileo. Debe estar por llegar.

 

DOÑA BERNARDA

 

Ah, mira que lindo. Y ya veo que ni se dignó a venir al entierro de tu padre, pero nada, supongo que tiene que ver con su crianza protestante…

 

SANTOS la mira con distancia.

 

DOÑA BERNARDA

 

No me tienes que mirar así. No le voy a decir nada. Pero espero que por lo menos se baje a tomar sopa…que quería decirte que estaba hermosa, gracias por el detalle.

 

SANTOS

 

Claro que sí mamá.

 

Vemos a SANTOS sonreír y suspirar. Escuchamos un bocinazo. Sale de la casa y baja las escaleras. Se acerca al carro donde está AQUILEO sereno y con gafas puestas.

 

AQUILEO

 

Papi, ¿todo bien?

 

SANTOS

 

Sí mano, todo bien…sabes que te vas a tener que bajar a comer sopa.

 

AQUILEO

 

Cabrón a mi no me gusta la sopa.

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

Pues te jodiste.

 

AQUILEO

 

No ya veo…

 

(Jump Cuts) AQUILEO cierra su puerta. Entran por la puerta. Entran a la cocina.

 

AQUILEO

 

Bendición.

 

DOÑA BERNARDA

 

José Aquileo Rivera…Que Dios te bendiga.

 

(Continúan Jump Cuts) Besos a DOÑA BERNARDA y a MERI. Abrazo al TÍO. Sentados en la mesa todos llevando la cuchara a la boca a la vez. Todos se levantan a la vez.

 

 

AQUILEO

 

Bueno, mil gracias…

 

(Continúan Jump Cuts) Vemos a SANTOS, con el bulto en el hombro, abrazando al TÍO. Recibiendo besos de Meri. Abrazando prolongadamente a DOÑA BERNARDA. Cerrando las puertas del carro a la vez.

 

Vemos las cabezas de SANTOS y de AQUILEO desde la parte de atrás del carro. Escuchando música a alto volúmen, sin hablar. SANTOS está guiando. AQUILEO enrola un fili sobre el “dash” del carro. Lo prende y se lo pasa a SANTOS. Vemos diferentes estampas de Mayagüez.

 

SANTOS

 

¿Podemos pasar por la ferretería un momentito?

 

AQUILEO gesticula, mientras fuma, que no hay ningún problema. Transitamos varias calles antes de llegar. El

(Cont’d)

 

carro se estaciona. SANTOS mira hacia la ferretería al otro lado de la calle. Vemos el inmenso letrero de la FERRETERÍA MAYAGÜEZANA y un lazo negro sobre la puerta de entrada.

 

SANTOS mira hacia la puerta de la ferretería. Mira a AQUILEO y éste vira la mirada. SANTOS se baja y camina hasta la puerta. SANTOS saluda a alguien fuera de encuadre y agacha la cabeza. Toca el lazo negro, pone las manos sobre el cristal y mira hacia adentro. Vemos los ojos de SANTOS como se aguan. Lo vemos llorar desde adentro.

 

La mano de AQUILEO agarra el hombro de SANTOS. Comienza música. Se gira y comienza a llorar sobre AQUILEO. Éste lo lleva de vuelta al carro y lo sienta en el asiento del pasajero con determinación. Arranca el carro. Escuchamos la música alta y ellos en silencio. AQUILEO baja el volumen del carro.

 

AQUILEO

 

¿Quieres una bier?

 

SANTOS asiente y sube la música. Prenden cigarrillos. Vemos la carretera y el carro en movimiento. Terminan sus cigarrillos y suben los cristales del carro. AQUILEO se para en una gasolinera. Al momento de bajarse, escuchamos bachata a alto volumen fuera del carro.

 

AQUILEO

(casi gritando)

 

¡Llama a tu mujer!

 

SANTOS baja la música del carro y saca la carta de su bolsillo. Leemos la carta escrita con letra errática: Adorado Martín de los Santos: Llévatelo todo para San Juan, tus cosas, la herencia, los recuerdos… Vete al casino y apuéstaselo todo al 9. 😉 Te amo profundamente, papi.

 

 

SANTOS saca su celular y comienza a enviar un mesaje de texto a ANTONIA. S – Q haces?/A – Con papi. Como estas?/S – bien, d camino con aquileo…/A – t veo en ksa?/ S – ok/ A – te amo, quiero abrazarte, siento mucho lo pasado. / S – t veo mas tarde. Yo tmbn t amo.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

SANTOS se baja del carro y prende un cigarrillo. AQUILEO vuelve con una bolsa plástica, mete la mano, saca una cerveza y se la tira a SANTOS por encima del carro. SANTOS la agarra y la abre. Toma un sorbo.

 

Vemos tiro contra picada de SANTOS con un gigantesco “billboard” detrás con una imagen de un anuncio comercial de él, tomando de una lata. Asume la misma pose que el “billboard”. Toma otro sorbo, mira hacia AQUILEO, fuma del cigarrillo.

 

AQUILEO (OS)

 

Vamos cabrón.

 

SANTOS

 

(PAUSA) Dale vamos.

 

(SMASH CUT)

 

 

 

 

 

FIN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A TIEMPO

 

Por

 

Quintín Rivera Toro

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

P.O. Box 8188

Caguas, P.R. 00726

787-402-9271

q101278q@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FADE IN:

 

INT. SALA DEL PADRE – DIA

 

 

MARÍA ANTONIA GONZÁLEZ, joven profesional, alta y rubia, y su PADRE, de recorte militar, canoso, están sentados en la sala. El PADRE está en un “lazychair” de cuero mirando fijamente hacia la TV. ANTONIA lo mira a él fijamente. Vemo al padre con la luz reflejada en la cara.

 

ANTONIA (OS)

 

Papi, podrías al menos mirarme cuando estamos hablando de estas cosas.

 

PADRE (OS)

 

Y qué importa, si como quiera que sea vas a hacer lo que te de la gana.

 

 

ANTONIA (OS)

 

¿Podrías por favor no ser tan… tajante?

 

PADRE (OS)

 

Okey, okey, no me lo digas más, ya está claro. Nos vemos el domingo a las doce, ¿okey? Y por favor, sean puntuales.

 

ANTONIA suspira, se pone de pie y se le acerca. Lo abraza y le da un beso en la cabeza. Luego camina hacia la puerta. Suena un bocinazo de afuera.

 

PADRE (OS)

 

Podrías por favor recordarle a Santos lo que pienso de tocar bocina… Sabes que a veces me

pregunto que diría tu mamá si estuviera aquí.

 

ANTONIA

 

A la verdad que a veces estás carbón…te llamo.

 

El PADRE mira en dirección a la puerta, ANTONIA sale. Justo al cerrar – SMASH CUT.

 

FADE IN:

 

INT. PUENTE TEODORO MOSCOSO – DIA

 

“Establising” del peaje. Encuadre de la máquina de cobro. Una mano que inserta una tarjeta. Se levanta el brazo mecánico. La mano cambia las estaciones radiales. Vemos secuencia de las banderas en el puente.

 

(Jump Cuts) Imágenes de aviones y el atardecer. Vemos a ANTONIA mirando hacia delante. Escuchamos a SANTOS.

 

SANTOS (OS)

 

Oye, a la verdad es que este puente es hermoso. Siempre me mata como se hace una raya en el agua que como que llega hasta el carro…Es una pena que hayan puesto esas banderas americanas.

 

ANTONIA mira al agua y le molesta el reflejo de la luz del sol.

 

ANTONIA

 

Cariño, ¿tu sabes cuantas veces me has dicho lo mismo desde inclusive antes de estar juntos?

 

Vemos a SANTOS mirando hacia el frente. Luego mira a ANTONIA. Inhala y exhala, cierra los ojos y sonríe.

 

SANTOS

 

Yo a veces me pregunto si a mí es la única persona que le molesta, o sea, ¿para quien estan esas banderas ahí? ¿Para los turistas gringos? ¿Para que se sientan bienvenidos? Si total, no es como que las ven desde el avión… Sabes que el otro día se me ocurrió la idea de venir con un palo bien largo, que tenga como un garfio al final, así como tipo “Captain Hook”, y arrancar todas las que pueda. Claro, las puertorriqueñas no.

 

Pausa de tres segundos fijados en SANTOS.

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA (OS)

 

Sip, eso también me lo habías contado.

 

 

Aparece la palabra JUEVES sobre negro – SMASH CUT

 

 

FADE IN:

 

INT. EN EL CARRO – NOCHE

 

Vemos los adoquines en el piso y escuchamos el zumbido de las gomas corriendo sobre ellos. Vemos la parte de atrás de las cabezas de ambos. Vemos a SANTOS guiando, vemos a ANTONIA fumando. El carro se detiene.

 

SANTOS

 

Bueno bebé, bájate aquí en lo que encuentro parking.

 

ANOTNIA lo mira por dos segundo, luego mira para el frente y fuma.

 

ANTONIA

 

Yo me bajo contigo.

 

SANTOS

 

Pero chica si andas en tacos, bajate aquí. Si en lo que buscamos parking, subimos la cuesta, bajamos la cuesta, saludamos a la gente…

 

Suenan dos bocinazos cortos.

 

ANTONIA

 

Bueno, tal vez si hubieses llegado a la hora que dijiste que ibas a llegar.

 

SANTOS

 

¡Antonia! Chica no hay necesidad de que te pongas en esas, en serio.

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

¡Martín de los Santos González! ¿¡Qué parte de me bajo contigo no entendiste?!

 

Justo luego, se escucha un golpe de bocinazos agresivos a la vez.

 

 

INTERCUT – EN LAS CALLES DEL VIEJO SAN JUAN

 

Entran SANTOS y ANTONIA de la parte inferior del encuadre. Música flamenca y “slow motion”. Vemos la multitud, riendo, saludando, fumando, sudando. Una pareja se besa al fondo. SANTOS los ve de reojo y sonríe. Termina “slow motion”. Se encuentran con RALPH quien se seca el sudor de la frente.

 

RALPH

 

¡Oye nena, por poco no llegan! Y mira al Santos. ¡Coño nene que bello estás!…Cual de los dos más bellos carajo. Antonia tu sabes que si tu marido un día se decide… tengo turno pedido.

 

SANTOS

 

O sea, no me jodas, ser maricón hoy día es bien fácil, ¿Es cuestión de pedir el turno y ya?

 

RALPH

 

Mira nene, déjame explicarte algo. Lo único fácil de ser maricón en este país es lo bien que se le da a uno la vida pública, porque con la escazes de hombres que hay, y que para colmo de males la mitad son bugarrones. Y esto son los heterosexuales…o sea, a uno lo que le dan ganas es de meterse a cura y criar los nenes poquito a poco…

 

RALPH se rie maliciosamente mientras SANTOS y ANTONIA abren los ojos bien grandes y se sonrien. SANTOS saluda fuera del encuadre y agacha la cabeza.

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

(inmediantamente)

 

¡Ralph! ¡Mira! ¿Qué es eso?…ni mi maido ni los monaguillos, ¿O.K.? que bastates nocauts que tienes ya en el cinturón… anyway, avanza que tengo ganas de entrar.

 

RALPH le echa el brazo a SANTOS. Ambos están sonrientes.

 

 

RALPH

 

Ay, nena, qué ajoro… pero dale mi belleza amazónica, dale tu alante. En el “red carpet” a la derecha… Dale que los veo adentro.

 

ANTONIA se vira y RALPH le da un nalgazo duro. Ella brinca un poco, de manera coqueta. SANTOS y ANTONIA se integran a la fila.

 

El BOUNCER en la entrada mira a lo lejos muy serio. Luego divisa a ANTONIA y se sonríe. Les hace gesto de que se acerquen. El BOUNCER se rie dulcemente y abraza a ANTONIA. Se sonríe sobriamente con SANTOS. Regresa a su seriedad. Hace un gesto de restricción a los próximos en la fila.

 

Entramos al club. Escuchamos música electrónica agresiva. Ambos saludan a algunas personas más. SANTOS le dice algo al oído a ANTONIA quien se sonríe. Se besan y se aleja.

 

(De aquí en adelante todos los diálogos se ven en subtítulos porque la múica esta “demasiado alta” para que los escuchemos)

 

SANTOS llega a la barra. Hace varios gestos para obtener la atención de los BARTENDERS, sin éxito. Vemos a ANTONIA hablando con personas y mirando de reojo hacia la barra. P.O.V. de ANTONIA, vemos a SANTOS tratando aún. Antonia regresa a su conversación. SANTOS regresa y se le acerca al oído.

 

SANTOS

 

Bebé, busca tú los tragos que tu tienes las tetas más grandes que yo.

 

(Cont’d)

 

SANTOS gesticula unos senos enormens con ambas manos mientras la mira. ANTONIA sube las cejas, extiende su mano y SANTOS le entrega dinero. Va a la barra. Vemos encuadre solo del pecho de ANTONIA caminando hacia la cámara. Luego la vemos en la barra.

 

Los tres BARTENDERS se viran a mirar a ANTONIA. SANTOS mira de reojo y sonriendo a personas. SANTOS saluda fuera de encuadre y agacha la cabeza. P.O.V. de SANTOS a la barra.

(Travelling) Nos acercamos a los tres BARTENDERS y vemos como uno a uno estan sonreídos con ANTONIA.

 

 

BARTENDERS

(al unísono)

 

¡Hola Toni!

 

BARTENDER 1

 

¿Qué se le ofrece esta noche Señorita González?

 

ANTONIA

 

¡Un orgasmo!

 

Todos se rien a la vez. Vemos a SANTOS quien mira sonriente, despreocupado. Saluda a alguien fuera de encuadre y agacha la cabeza. Varios colores se reflejan en la cara de SANTOS mientras su expresión cambia a seriedad. Vemos a ANTONIA sonreída. Con la mano señala el número dos.

 

ANTONIA

 

Dos coronas por favor, una con, una sin.

 

ANTONIA se aleja de la barra con las dos cervezas. Se reestablece la competencia en la barra. Los BARTENDERS se separan. ANTONIA camina hacia la cámara con ambas cervezas, frente sobre su pecho. Llega a donde SANTOS quien mira a lo lejos. Le entraga la cerveza sin limón. Lo besa en el cachete.

 

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

Gracias mi reina.

 

 

Ambos miran fuera del encuadre. Los cambios de luces se reflejan en sus caras.

 

SANTOS

 

Bebé, perdona la malascrianza de horita.

 

 

ANTONIA

 

No te preocupes bebé, eso ya pasó.

 

Ambos comienzan a bailar un poco. Beben sus cervezas. SANTOS se le acerca al oído y le habla.

 

SANTOS

 

Bueno, qué ¿vamos?

 

ANTONIA toma su mano sin mirarlo y lo lleva al centro de la pista de baile. Bailan agresivamente y con dominio. Vemos diferentes personas bailando en “jump cuts”. Regresamos a ellos y vemos detalles de como bailan. Se miran sensualmente. Vemos a la misma pareja que se besa.

 

Salen del club al callejón. Escuchamos música de salsa con lejanía. Se tambalean un poco y se rien. Se secan el sudor de la frente. Caminan entre la gente esquivándolos.

 

Antonia busca en su cartera y saca un cigarrillo. Luego saca su celular. Abre el celular y la pantalla dice una llamada perdida de DOÑA BERNARDA. (MOS) ANTONIA le habla a SANTOS quien la mira gesticulando dificultad.

 

(Terminan los subtítulos del diálogo)

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

¿Qué?, ¡pérate que no te oigo!

 

Vemos a ANTONIA irritada. (MOS nuevamente) Le muestra y le entrega el celular. SANTOS lo toma, se pone el teléfono a un oído y un dedo en el otro. Se detiene a escuchar. Encuadre cerrado de su cara consternada pero serena.

(Cont’d)

 

Encuadre lejano, elevado. SANTOS baja el teléfono y se pone las manos en las rodillas. ANTONIA se le acerca y lo abraza varios segundos. Luego encuadre similar, en el contexto del Morro. SANTOS llora copiosamente sin que se escuche. Continúa la salsa.

 

 

FADE IN:

 

INT. EN SU APARTAMENTO – NOCHE

 

Retumban fuerte contra la puerta mientras se besan agresivamente. El cuarto tiene una iluminación tenue. Se ve el sudor en sus caras, cuello, hombros. SANTOS detiene la acción abruptamente.

 

SANTOS

 

Pérate tantito güerita…

 

Va corriendo al fondo del cuarto y prende un abanico industrial. Comienza el ruido del abanico. Se besan agresivamente. (“Jump cuts” de los besos y caricias que no sicronizan con el audio en ocasión)

 

ANTONIA

 

Bueno ¿qué? ¿Listo el soldadito para la batalla?

 

SANTOS

 

Bueno, supongo que tendrás que bajar y saludarlo.

 

SANTOS está de frente a la cámara y ANOTNIA de espaldas. ANTONIA se quita el traje y vemos su espalda descubierta. Luego le quita la camisa a SANTOS y comienza a besarle el

 

 

 

(Cont’d)

 

cuello, pecho, tetillas, mientras baja frente a él. SANTOS la mira atentamente mientras baja.

 

Escuchamos sonidos de la correa y vemos el torso de SANTOS mientras gestiona el quitarse los pantalones. Escuchamos sonidos sugestivos de “blow job”. Vemos gestos de placer en la cara de SANTOS. SANTOS entonces mira hacia afuera de la ventana antentamente, quieto.

 

Una luz abundante alumbra a SANTOS. Se muestra distraído por varios segundos. SANTOS aprieta los ojos, agarra a ANTONIA bruscamente y la levanta. Se besan agresivamente. La cámara los sigue hasta la cama, SANTOS halándola y ella caminando hacia él, quien se la echa encima.

 

Vemos sus pies al borde de la cama y comienza “travelling” lateral hasta llegar a sus caras. Vemos sus cuerpos desnudos uno sobre el otro primero de un lado y luego desde el otro. La música de fondo comienza a “brincar”, SANTOS se irrita. Vemos como ANTONIA continúa besándolo mientras él se detine.

 

SANTOS

 

Dame un break bebé…

 

SANTOS sale de la cama. ANTONIA se queda mirándolo. Se escucha cuando la música se reestablece de los “brincos”. SANTOS birnca de nuevo a la cama.

 

 

INTERCUT – LA MAÑANA SIGUIENTE

 

Luz blanca abundante. ANTONIA duerme sobre el pecho de SANTOS quien está completamente despierto. SANTOS mira hacia la ventana y le molesta la luz.

 

SMASH CUT – aparece la palabra VIERNES sobre negro.

 

SANTOS suspira calmadamente. Hace un “hug and roll”. Se desliza de la cama, gesticulando de manera graciosa. Se cae de la cama y escuchamos el golpe. ANTONIA levanta la cabeza, se limpia la baba de la boca pero vuelve a dormir.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

Vemos el botiquín abierto. SANTOS saca la navaja y cierra el botiquín. Se mira. Se juega con las ojeras, se limpia los ojos, se toca la barba. Suspira. Se enjabona la cara, se moja el pelo. Vemos el cepillo de dinetes, la pasta, la espuma, la afeitada. Se corta, vemos sangre, se limpia, se peina.

 

Suena una alarma en el fondo. Mira hacia atrás en el espejo. Abre el botiquín, saca otro cepillo de dientes, le

pone pasta. Vemos a ANOTNIA sonreída y dormida a través del espejo. Viste un batita blanca. Se le acerca y lo abaza.

 

ANTONIA

 

Buenos días guapo.

 

SANTOS

 

Buenos días preciosa.

 

 

SANTOS se sonríe tristemente. Le entrega el cepillo de dientes. ANTONIA sonríe compasivamente y lo abraza de nuevo. Pone su cabeza sobre el hombro de SANTOS. Le enseña los diente y SANTOS reciproca. Comienza a cepillarse los dientes. ANTONIA le acarcia la cara.

 

 

ANTONIA

 

Mmm, tá sua-e.

 

SANTOS

 

¿Cómo?

 

ANTONIA

 

E tá sua-e.

 

SANTOS

 

 

 

(Cont’d)

 

 

¿Cómo fue bebe? Que no te entiendo.

 

ANTONIA escupe la pasta y se tapa la boca.

 

ANTONIA

 

¡Nene que estás suave!

 

SANTOS

 

Ah…super.

 

 

Se miran mientras ella sigue cepillándose. Escupe, se enjuaga y se seca. Lo abraza de nuevo y le habla al oído sin que escuchemos. SANTOS se ve triste. ANTONIA besa su cuello, trapecio, hombro. Se esconde tras su espalda y resurje sonriente por su axila haciendo que levante los brazos.

 

ANTONIA intercambia lugares con SANTOS y se voltea mirándolo. Vemos lateralmente ambos cuerpos, ella en bata, él en toalla blanca. Ella le arranca la toalla y queda desnudo. Le da una nalgada dura.

 

ANTONIA

 

¡Arriba soldau que se acabó la noche¡ ¡A bañarse coño que hoy es otro día!

 

FADE IN:

 

INT. EN SU APARTAMENTO – DIA

 

(“Jump Cuts” de ellos en la bañera)

 

Champú en las cabezas. Escuchamos golpes del jabón cayendo. Se enjabonan las espaldas. Los brazos. Cominezan timbrazaos de teléfono clásico en el otro cuarto. SANTOS sale en toalla, abre el gavetero, se viste. Lleva calzoncillos blancos y se seca el pelo vigorosamnete. Abre el celular.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

¿Wasap?

 

AQUILEO

 

¡¡¡¿Wasap wasap wasap mothafuckaaaaaa?!!!

 

SANTOS

 

¿Wasaaaap?

 

(PAUSA) AQUILEO casi grita.

 

AQUILEO

 

¡¡¡¿Waaaaasaaaaaaaaap?!!!

 

SANTOS

 

Cabrón no me grites…

 

AQUILEO

 

Oye pero ¿me tienes que decir cabrón…?

 

SANTOS suspira y se tira sobre la cama.

 

(Comienza split screen)

 

AQUILEO se tira sobre la cama. (La cámara se acerca escalonadamente tres veces hacia ambos) Vemos una chica desnuda y dormida sobre la cama de AQUILEO.

 

AQUILEO

 

¿Qué carajos te pasa cabrón?

 

SANTOS

 

No me digas cabrón.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

AQUILEO

 

Es verdad…mala mía. Bueno pero dime que carajos te pasa.

 

SANTOS

 

Pues mano…mi viejo.

 

AQUILEO

 

Chico no jodas… ¿qué pasó ahora? (PAUSA)

 

 

SANTOS

 

Dale, dale, te veo ahora.

 

 

AQUILEO

 

Dale papi, te veo ahora.

 

 

(“Jump cuts” de SANTOS vistiéndose)

 

SANTOS se pone las medias, el mahón, la camiseta, la correa, los tenis, las gafas sobre la cabeza, agarra la cartera, el celular, las llaves, su bulto. Se toca la boca en gesto de beso para despedirse de ANTONIA.

 

ANTONIA (OS)

 

Buen día bebé, te veo a la tarde.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FADE IN:

 

EXT. EN LA CALLE – DIA

 

 

SANTOS sale por la puerta de su edificio. Mira a ambos lados y cruza la calle. Se topa con una escalera y se detiene. Titubea. Busca en su bulto y saca unos audífonos. Se los pone. Le pasa por debajo a la escalera. Comienza música electrónica “mellow”.

 

Le pasa por el lado y esquiva a la pareja que se besaba la noche anterior que ahora discute. Se cruza con una multitud de niños en uniforme escolar y los saluda y todos lo saludan de vuelta animadamente. Mientras mira a los niños se cruza con una chica que carga muchos libros y habla por celular.

 

Los libros caen al piso. SANTOS de inmediato se dobla a recogerlos y ella le niega su ayuda, pero SANTOS la ayuda como quiera. Se levanta, y justo en ese momento saca un dólar de su bolsillo y se lo entrega a un viejito que a su vez le entrega una calabaza. SANTOS continúa caminando.

 

 

VOZ (OS)

 

¡Cuidau, cuidau! ¡Mira nene cuidau!

 

Justo detrás de SANTOS cae un cubo lleno de agua desde afuera del encuadre. Alcanzamos a ver al viejito y otros transeúntes consternarse con el impacto, pero SANTOS no se entera. Vemos al fondo un hombre en una escalera larga.

 

SANTOS llega a la fachada del restaurante con la calabaza debajo del brazo. Justo antes de entrar saluda a alguien fuera del encuadre y agacha la cabeza humildemente.

 

 

 

FADE IN:

 

INT. EN EL RESTAURANTE – DIA

 

Seguimos a SANTOS, quien lleva gafas puestas. La CAJERA lo saluda, él camina más allá de ella, se detiene y retrocede. SANTOS se detien y se baja las gafas.

 

 

SANTOS

 

Oye…¿a tí nunca te han dicho que te pareces a Dayanara?

 

CAJERA

 

¿Cuál Dayanara?

 

SANTOS

(pausado)

 

Ah no, sorry, me equivoqué.

 

SANTOS saluda a los meseros detrás de la barra a la derecha. Sube las escaleras. Al subir encontramos a AQUILEO sentado, solo en el espacio, con gafas puestas y una taza de café.

 

 

SANTOS y AQUILEO se miran. AQUILEO levanta el dedo. Una mano pone un café sobre la mesa. Ambos toman sorbos de café en silencio. (PAUSA) Vuelven a tomar sorbos de café en silencio. Vemos una TV de fondo, entre medio de ellos dos, con la película, “The Good, the Bad and the Ugly”.

 

SANTOS

 

El pélidas Aquileo, el de los pies ligeros… ¿Y qué papi todo bien?

 

AQUILEO

 

Ya tu sabes…aquí gozando.

 

SANTOS

 

Y a ti, ¿Cómo te fue anoche?

 

(Cont’d)

 

 

AQUILEO

 

Horrendo. Pero se lo metí.

 

Ambos se rien abruptamente. Ambos se callan abruptamente.

 

SANTOS

 

¿Y la nena?

 

AQUILEO

 

Pues papi, ¿cómo va a estar? Bella y hermosa. La semana que viene la bautizamos. No te invito porque sé que las Iglesias te dan alergia. Pero bueno, ¿Y tú qué? ¿Qué está pasando con tu viejo?

 

SANTOS

 

Pues mano… eso es un temas más triste… ya tu sabes…¿Qué te puedo decir?

 

(PAUSA)

 

AQUILEO

 

¡¿Ajáaa!?…

 

 

SANTOS

 

Nada mano…anoche se murió.

 

AQUILEO

 

¡Chico no me jodas!

 

SANTOS y AQUILEO ambos miran sus tazas de café. Toman sorbos en silencio. AQUILEO hace gesto con la mano. Aparecen dos cafés en la mesa. SANTOS toma el sobre de azúcar y le da golpecitos con el dedo índice. Rasga el sobre. Ambos menean sus cucharas dentro de la taza.

 

 

AQUILEO

 

Pero, ¿y qué pasó cabrón?

 

SANTOS

 

Pues mano, ya estaba bien deterioradito, estábamos esperando que pasara.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

AQUILEO

 

Diablo, hermanito, lo siento mucho, mucho. Tu viejo era super cool.

 

Pausa, luego AQUILEO se pone de pie y se acerca a SANTOS. SANTOS se pone de pie. Se intentan abrazar, tropiezan en el intento. Intentan inmediatamente de nuevo. Se abrazan por un momento. SANTOS se ve lloroso. Inmediatamente compuesto de nuevo. AQUILEO se regresa. Ambos se sientan.

 

AQUILEO

 

¿Y tu mujer?

 

Pasan tres segundos. SANTOS mira para atrás como si alguien lo hubiese llamado. Aparenta no haber registrado la pregunta.

 

AQUILEO

 

Papi, ¿Tú estás sordo?

 

SANTOS

 

Bueno, pues la verdad es que ni sé que piensa, tú sabes como es ella, que no responde cuando se le pregunta. Digo, ella dice cosas, me dice cosas en ocasiones, pero no mucho. Eso sí, peleamos a gusto y gana. Siempre me recuerda la película esa en la que la pareja se pasa peleando…

 

AQUILEO

 

¿Cuál la de los de Romancin di stoun’?

 

SANTOS

 

Kramer vs. Kramer.

 

AQUILEO

 

No, esa no la he visto.

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

Sí, es que tu eras muy joven para eso. Nada, el punto es que uno no puedo tener la misma pelea una vez tras otra. ¿Me entiendes? ¿Cómo era que decía el poeta este?

 

AQUILEO

 

¿Cuál el de la película?

 

(Lentamente ocurre un zoom lateral hacia The Good, the Bad and the Ugly. En el proceso vemos el cuerpo de un mozo, pero no su cabeza y a SANTO y AQUILEO sentados hasta que se centra en el monitor) Mientras:

 

AQUILEO

 

No te quedes inmóvil al borde del camino. No congeles el júbilo, no quieras con desgano, no te salves ahora, ni nunca. No te salves. ¿Quieres que siga? ¡Hue-le-bish! Porfiau…

 

 

El tiro regresa a ellos sentados a la mesa. AQUILEO hace gesto de victoria con el brazo.

 

AQUILEO

 

Y supongo que se van a tirar pa’ Mayagüez.

 

SANTOS

 

Eso es así. Nos vamos a la tarde. Yo la voy a buscar al trabajo y arrancamos. Nos vamos a quedar esta noche en un “Guest House” en Rincón y arrancamos el sábado pa’ la casa.

 

AQUILEO

 

Okey…¿Y pa’ que van pa’ Rincón?

 

SANTOS

 

¿Tú nunca has ido a Rincón?

(Cont’d)

 

 

AQUILEO

 

¡Papi, pues seguro!

 

SANTOS

 

¡Ah, pues!

 

AQUILEO

 

Es que tu estás algarete mano, me refiero a que, ¿Tú no crees que deberían ir directo para allá esta noche?

 

SANTOS

 

…Supongo que sí.

 

AQUILEO

 

Bueno mano, tu sabrás. ¿Y tu vieja?

 

 

SANTOS levanta la cabeza y mira fijamente a AQUILEO en silencio, durante tres segundos. Pffff…niega con la cabeza.

 

AQUILEO

 

!O.K.! Entendido. ¿Y ya le hiciste el bultito a tu mujer?

 

SANTOS

 

Eso es así. Vente, acompañame al supermercado.

 

 

 

Ambos se ponen de pie. Los vemos saliendo del restaurante. Al salir, AQUILEO le apunta a SANTOS para la derecha. SANTOS saluda y agacha la cabeza, mientras se protege del sol los ojos. Ambos se dirigen a la izquierda.

 

 

 

FADE IN:

 

INT. EN EL SUPERMERCADO – DIA

 

AQUILEO mira con detenimiento la etiqueta de un empaque de café puertorriqueño. Lo huele profundamente, varias veces. Mira al lado. Vemos ortagonales de las góndolas del supermercado. Caminan hombro con hombro cogiendo productos con desgano y devolviéndolos. Siguen con las gafas puestas.

 

AQUILEO

 

Bueno brodel, ¿qué te vas a llevar?

 

SANTOS

 

Pues mano, lo básico. Agua, munchies, cigarrillos.

 

AQUILEO

 

¿Hiciste listita?

 

SANTOS

 

No mano no hice listita.

 

AQUILEO

(tranquilamente)

 

Cabrón, pero cuántas veces te he dicho que si haces listitas te ahorras un montón de tiempo. Si en vez de estar comiendo mierda en tu casa, haciendote pajitas (gesto con la mano) hicieras más listitas de lo que tienes que hacer, tal vez no estarías tan algarete.

 

 

SANTOS

 

Mano no me jodas con eso ahora. Móntasela con tus neurosis a tu otro mejor amigo. ¡¿Ta bien?!

 

Vemos a SANTOS llorando por un segundo. Luego no.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

AQUILEO

 

Ea mano, sorry…es que tu sabes, llevamos tanto tiempo en estas.

 

SANTOS

 

Dale, dale, what-ever…Agua, muchies, cigarrillos. Olvídate, tranquilo que es que estoy encojonau…

 

Ambos continúan caminando en silencio por las góndolas.

 

AQUILEO

 

Bueno, ¿Entonces le hiciste el bultito a Antonia?

 

SANTOS

 

O.K., la verdad es que no lo he hecho aún, pero cuando llegue a casa.

 

AQUILEO

 

Ay que liiindo…¿tu e hace e butito a tu mujecita?

 

 

SANTOS cierra los ojos y se sonrie.

 

SANTOS

 

No me jodas cabrón, no me jodas…

 

(Jump cut) Manos agarran el agua, los munchies y los cigarrillos. Una mano pasa una tarjeta en la caja registradora del supermercado.

 

 

INTERCUT – EN LA CALLE

 

AQUILEO

 

Bueno hermanito, cualquier cosa grita.

 

 

(Cont’d)

 

 

AQUILEO y SANTOS se abrazan fuertemente frente al supermercado. AQUILEO sale del encuadre a la izquierda. SANTOS se queda quieto mirando al piso. Dos segundos luego entra AQUILEO de nuevo al encuadre.

 

AQUILEO y SANTOS

 

¡La calabaza!

 

SANTOS mira la hora en su muñeca. Lo vemos entrando al restaurante. Lo vemos saliendo con la calabaza. Lo vemos entrando en su edificio. Lo vemos saliendo con un bulto negro y otro grande, rosado y pomposo y la calabaza.

 

 

INTERCUT – EL CARRO EN LA CALLE

 

SANTOS sube al carro. Vemos la ignición, mano que gira la llave. Arranca. Frena en otro lugar. Da un bocinazo.

 

SANTOS

 

¡Vieja!

 

Vemos el tapón. Vemos luz verde. Arranca. Mira su reloj de muñeca que lee 3:00pm.

 

 

FADE IN:

 

INT. EN LA OFICINA DE ANTONIA – DIA

 

Vemos el reloj de muñeca de ANTONIA que lee 3:15pm. ANTONIA está de pie, mirando hacia abajo. Y con el teléfono al oído.

 

ANTONIA

 

Eso es así papi…Sí, lo siento mucho, sé que habíamos quedado, pero…evidentemente esto es extracurricular. Okey Pa…Yo te llamo probablemente la noche del domingo. Un besito.

 

 

 

(Cont’d)

 

MUJER #1 (OS)

 

¿Tú te vas temprano de nuevo nena?

 

MUJER #2

 

Oye pero tu nos tienes un lao’ seco ya.

 

MUJER #1

 

Si mija, ¿tu te crees que el trabajo abunda en la calle pa’ estar llegando tarde y saliendo temprano cada vez que te da la gana?

 

Las vemos a ambas por encima de sus cubículos, sentadas. Vemos a ANTONIA apretando los ojos.

 

MUJER #2

 

Bueno, yo supongo que si el jefecito se pasara pendiente a nosotras también, todas tendríamos flexitime por igual.

 

ANTONIA

 

Amiguitas…con cautela por favor, ¿sí?

 

MUJER #1

 

Ajá, sí, ¿con cautela? Claro porque el viernes pasado tu llegaste aquí a las 11am, con la cautela que se te salía por los poros. O debería decir la vodka que era, lo que se te salía por los poros.

 

El JEFE se les acerca a las tres. Rápidamente ambas mujeres se callan y regresan la vista a sus escritorios. El JEFE las mira con sospecha y luego se dirige a ANTONIA.

 

 

 

JEFE

 

ANTONIA, mi más sincero pésame por lo de tu suegro. Por favor, pasa por mi oficina.

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Nada amiguitas…me hacen llegar la información sobre las disculpas para el lunes ¿O.K.?

 

ANTONIA sigue al JEFE. Las MUJERES miran a ANTONIA desde sus cubículos con las caras apretadas. Vemos como el JEFE y ANTONIA se alejan. ANTONIA se vira y les hace gesto de teclado con las manos y luego les saca el dedo índice.

 

Llegamos a la puerta de la oficina del JEFE. Él abre la puerta y le hace gesto para pasar. ANTONIA se detiene frente a la puerta. El JEFE la mira, y mira para el lado.

 

JEFE

 

Adelante Señorita González.

 

ANTONIA

 

Sucede que ando con un poco de prisa. ¿Qué querías decirme?

 

JEFE

 

Bueno…yo pensé que te gustaría hablar.

 

ANTONIA

 

¿Sobre?

 

JEFE

 

Eeh.. bueno supongo que la muerte de tu suegro no es tan grave…O sea que no te afecta tan directamente, pero…

 

 

ANTONIA

 

(abriendo los ojos grandes)

 

 

 

(Cont’d)

 

¡Exacto! Eso es así, no me afecta “tanto”. Bien,entonces, mi trabajo está listo, mi novio debe estar por llegar y nos vemos el lunes.

 

El JEFE se pasma y mira para los lados. ANTONIA se da media vuelta y se aleja.

 

JEFE

(en crechendo)

 

Sí, seguro, entiendo. Bueno, ¡mi más sincero pésame para Santos!

 

ANTONIA

(sarcástica)

 

¡Seguro!Gracias…

 

JEFE

 

¡No llegues tarde el lunes!

 

El JEFE se sonríe un poco. ANTONIA aprieta el botón del elevador varias veces y busca en su cartera. Se abren las puertas, entra, da media vuelta y aprieta el botón. Suena el timbre del asensor. Se abren las puertas. Lleva gafas y un cigarrillo en la mano con un brazo cruzando su pecho, seria.

 

Sale del edificio y en ese instante entra a encuadre el carro de SANTOS, el cual frena de cantazo. SANTOS abre la puerta del pasajero. ANTONIA comienza a bordear el carro por la parte de atrás. SANTOS se baja del carro y comienza a bordear por la parte de alante.

 

 

INTERCUT – EN EL CARRO

 

 

Ambos se montan y cierran sus puertas al mismo tiempo. Vemos sus cabezas por la parte de atrás y como cierran las puertas nuevamente. Conversan sin mirarse.

 

ANTONIA

 

¿Hiciste los bultitos?

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Eso es así.

 

ANTONIA

 

¿No se nos queda nada? ¿Hiciste compra?

 

SANTOS

 

Eso es así.

 

ANTONIA

 

¿Agua, munchies, cigarrillos?

 

SANTOS

 

Precisamente.

 

ANTONIA

 

¿Y esa calabaza?

 

Vemos la calabaza en el asiento de atrás en el medio.

 

SANTOS

 

Para hacer sopa.

 

ANTONIA

 

¿Sopa?

 

SANTOS

 

De calabaza.

 

ANTONIA

 

No jodas.

 

SANTOS

 

Es para mami. Le encanta la sopa de calabaza.

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Oops. Sorry. Muy bien. ¿Nos vamos?

 

SANTOS

 

Nos vamos.

 

ANTONIA

 

¿Norte o sur?

 

SANTOS

 

¿En serio bebé?

 

ANTONIA

 

¿En serio qué?

 

SANTOS

 

¿No que habías hecho las reservaciones en Rincón?

 

ANTONIA

 

Sí, ¿”So”?

 

SANTOS

 

Pues que Rincón queda por el norte.

 

 

(PAUSA) ANTONIA prende el carro. Arranca un poco el carrro pero, frena inmediatamente. Vemos la cara de ANTONIA mirando a SANTOS. Vemos la cara de SANTOS.

 

SANTOS

 

A la izquierda.

 

ANTONIA

 

¡Gracias!

 

FADE IN:

 

INT. EN EL CARRO EN LA AUTOPISTA– DIA

 

 

(Jump Cuts) Vemos diferentes escenarios de la carretera. Vemos diferentes retratos de SANTOS y ANTONIA. Llegamos al primer peaje. Diferentes carros, diferentes tapones, diferentes estructuras y negocios a los laterales.

 

(Posibles visuales: Wallmart, Kmart, Toys R” Us, Costco Chilli’s/Maccaroni Grill, fotos de publicidad, Billboars, otros)

 

ANTONIA (OS)

 

Bueno cariño, ¿qué te pasa?

 

SANTOS (OS)

(calmado)

 

¿Cómo que qué me pasa? No me pasa nada.

 

ANTONIA(OS)

 

Cariño…¿tu piensas que yo no me doy cuenta?

 

SANTOS(OS)

 

¿Que no te das cuenta de qué?

 

ANTONIA(OS)

 

Bebé…por favor, háblame. Yo conozco esa carita y tooodos sus gestos.

 

SANTOS suspira. Mira hacia afuera de la ventana. Hace gesto de negación con la cabeza.

 

 

SANTOS(OS)

 

Bebé, estoy bien en verdad. Estoy pensando en cosas, pero no me pasa nada.

 

 

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA (OS)

 

Yo sé…Yo sé que tu te crees que yo no te conozco. Yo sé que tu piensas que los años pasan en vano, y mi vida, yo sé que tu madre te parió, pero aunque no lo creas, yo te conozco como si hubieses salido de esta pájara que tengo aquí

entre las piernas… Así que tras que me tego que chupar la idea de que nuestros hijos sean González y González de apellido, me tengo que chupar que tú no me hables lo que te pasa? ¡O sea chico! Coopera…

 

SANTOS la mira y se ríe, niega con la cabeza y luego mira hacia afuera. ANTONIA se sonríe y vira la cara para mirarlo.

 

SANTOS (OS)

 

Pues “nope”, todo bien. ¡Y que fina mija!

 

ANTONIA se muestra irritada. Escuchamos música de danza puertorriqueña. (Jump Cuts) Estampas de la carretera, paisaje, ellos.

 

(Corte súbito de la música. Comienza “split screen”)

 

ANTONIA

 

Chico cuéntame…

 

SANTOS

 

¡Pues bebé¡… es que son muchas cosas.

 

ANTONIA

 

Okey… escucho.

 

SANTOS

 

No sé, tengo coraje…

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

¿Coraje cómo?

 

SANTOS

 

Bueno pues, coraje con muchas cosas.

 

ANTONIA

 

Ajá, sí, pero ¿coraje con quien?

 

SANTOS

 

Es complicado… pero principalemte contigo.

 

ANTONIA

 

Okey… bien…¿Por qué tienes coraje conmigo?

 

SANTOS

 

Bueno, lo que pasa es que la última vez que te dije que tenía coraje contigo, ¿te acuerdas lo que pasó, verdad?

 

ANTONIA

 

Ajá, sí, pero me tienes que decir. Además que quedamos en que era importante que hablaramos estas cosas.

 

SANTOS

 

Sí pero es que se te va la mano.

 

ANTONIA

 

Dale. Inténtalo.

 

 

SANTOS

(tentativo)

 

Pues mira bebé, yo a veces me siento que tu tienes como un tipo de resentimiento, a veces

(Cont’d)

 

pienso como que hasta es un tipo de complejo, de que como que yo te quiero dominar o algo así. Como que no te permites, ni por un segundo, ni nada que se parezca remotamente, a que yo te domine, cuando lo más gracioso es que yo soy el tipo menos dominante que yo conozco. A veces hasta pienso que es como un “issue” con los hombres en general.

 

ANTONIA

 

Bueno, lo que pasa es que…

 

SANTOS

 

Perdóname bebé que no he terminado.

 

ANTONIA irritada, hace gesto con las manos para que continúe.

 

SANTOS

 

Pues decía yo, que a veces no entiendo porque te me diriges…o sea, como que de cierta forma, te resistes a que yo tome las riendas de cualquiera de las decisiones que tomamos. Y entonces como que siempre estás a la defensiva. Y más que a la defensiva, es como si estuvieras encojoná cada vez que surge el tema de los roles. ¿No sé si me entiendes?

 

ANTONIA y SANTOS ambos prenden cigarrillos al mismo tiempo, pero no los vemos fumar por el resto del diálogo.

 

SANTOS

 

Y yo sé porque lo hace, o mejor dicho, tengo una idea de porque lo haces, pero yo verdaderamente me siento que te estoy buscando la vuelta todo el tiempo, y que tú me empujas constantemente, como que te alejas cada vez que te me quiero acercar. A veces se me ocurre esta metáfora de que es como querer abrazar un cactus de una peli de John Wayne…nada ¿hace sentido?, por ahí va la cosa.

 

 

(Cont’d)

 

(Jump Cuts, regresamos a “full frame”) Vemos paisaje, carretera, cambios de luz cuando el carro pasa por debajo de los puentes. (Regresamos a split screen)

 

ANTONIA

 

Bueno dulzura…eeh…¿por dónde empezar? Yo quiero que tú sepas que yo te entiendo, y que además estoy bien conciente de todo por lo que estás pasando… lo que te está pasando, en tu vida, en tu carrera, con nosotros, etc. Inclusive, a veces pienso que todavía no te ha pegado realmente, pero eso no importa, todos procesamos de diferentes maneras. El punto es que tu llevas bastante tiempo dándole de largas a tema de tu mamá…

 

SANTOS

 

Chica, pero qué tiene eso…

 

ANTONIA

 

¡Ep! ¡Permiso! ¿Adivina quien se quedó super calladita la última media hora?… Sí, ¿verdad? lo sabía…gracias.

 

SANTOS

(impaciente)

 

Dale, dale…¡perdón!

 

ANTONIA

 

Pues decía yo, que llevas dándole de largas al tema de tu mamá, y aunque ni la conozco bien, a veces como que siento que la entiendo bastante bien, o sea, me identifico. O que por lo menos entiendo cómo se siente, porque vamos chico, se cae de la mata…es obvio que iba a asumir la postura que ha asumido y más con el carácter que tiene. O sea, si sigues siendo así con ella…¿Cómo decirlo?…

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Dale, dilo sin miedo, ¿siendo tan qué?, ¿irresponsable?

 

ANTONIA

 

Yo no dije eso, ¿Yo dije eso?, no pongas palabras en mi boca que yo no he dicho, porque tu sabes lo mucho que eso me encojona eso.. ¿estás claro con eso?

 

(Jump Cuts, regresamos a “full frame”) Vemos paisaje, carretera, cambios de luz cuando el carro pasa por debajo de los puentes. (Regresamos a split screen)

 

 

ANTONIA

 

Entonces, con respecto a nosotros…Yo no sé si tú te das cuenta de lo condecendiente que eres cuando hablas, especialmente cuando estamos en público, y eso me saca por el techo. O sea, cuando te pones el más verborreoso, el más elocuente, o sea, me irrita y me hace sentir como una nena chiquita, y ya te he explicado lo mucho que me rejode que me hablen así, ya seas tú, o cualquier otra persona. Y bueno, a lo que quiero llegar con todo esto es que si queremos romper…o mejor dicho, cambiar con esta dinámica, como te encanta llamarle, tienes que empezar a fijarte más cuidadosamente como te diriges, especialmente como me hablas a mí. Porque tu no te das cuenta del tonito con el que me hablas, y no es conmigo nada más, es con todo el mundo. Y la gente se da cuenta.

 

Ambos levantan sus cigarrillos y fuman simultáneamente.

 

ANTONIA

 

Si no, pregúntale a tus amistades, preguntale a Aquileo. Y de eso mismo es que se queja tu mamá, pero nada, yo sé que no te gusta mezclar temas, aunque yo creo que están completamente interelacinados. Pero bueno cariño, si tu no

(Cont’d)

 

quieres que yo sea prepotente contigo, te sugiero que empieces a…

 

SANTOS comienza a reirse y extiende su mano para acariciar a ANTONIA (Vemos como extiende su mano desde su “split screen” y como entra al “slpit screen” de ella)

 

ANTONIA

 

Okey, ¿se puede saber de qué te estás riendo?

 

SANTOS

 

Okey, chequéate esta dedicación. Se me ocurrió ahora cuando dijiste lo de mezclar temas.

 

SANTOS busca en su ipod y le pone una canción romanticona y “syropense”. (Regresamos al “full screen”)

 

SANTOS

 

¿Quieres fumar?

 

ANTONIA

 

Seguro. Y “by the way”, “como si fuera” un cactus, es un símil, no una metáfora.

 

(Jump Cuts) Vemos siempre las manos. El corte del fili, la tripa por la ventana, el desenmoñe de la yerba, el enrole, sus caras mirando hacia abajo, el paisaje, sus caras sonriendo, ellos fumando, paisaje, carretera, cambios de luz pasando por debajo de los puentes(igual que anterior).

 

Vemos a SANTOS y a ANTONIA cantado.

 

SANTOS y ANTONIA

(cantando al unísono)

 

Seré un buen perdedor. No me importa que usted sea mayor que yo. They say that the road is no place to raise a family. A los dieciseis, yo sabía lo que iba hacer. Que vuelve a quien lo toma, gavilán o paloma. Que inmenso, que inmeso, ser el dueño de la finca y la mujer. – otras – Un truck les pasa por lado y suena la bocina. Ambos gritan.

 

FADE IN:

 

INT. LLEGANDO AL GUEST HOUSE – DIA

 

ANTONIA y SANTOS llegan al camino de la entrada del “Guest House”. Vemos reflejado en el parabrisas el letrero del hotel mientras ellos ambos miran hacia arriba. Les molesta la iluminación.

 

SANTOS

 

¿Aquí?

 

ANTONIA

 

Sip. Rincón del Mar, Guest House.

 

(Jump Cuts) Abren las puertas del carro. Bajan con sus bultos y la calabaza. Suben las escaleras. El recepcionista los saluda. Entran a su cuarto, tiran los bultos. Comienzan a besarse agresivamnete. ANTONIA se está secándo el pelo con el “blower”. SANTOS abre la cortina del baño.

 

SANTOS

 

¿Me pasas la toalla bebé?

 

(Jump Cuts) Bajan las escaleras del “Guest House”. Se estacionan en un restaurante. Entran por la puerta. Se sientan en la barra. El BARTENDER DE RINCÓN, un chico bronceado y muy atractivo, les sonríe. El restaurante está prácticamente vacío.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Buenas noches, bienvenidos a Caracoles, ¿Qué les puedo ofrecer?

 

ANTONIA

 

Un martini con “grey goose”.

 

SANTOS

 

Yo me tomo una medallita.

 

Ambos miran el menú unos segundos en silencio. SANTOS le dice algo al oído a ANTONIA. Ella se ríe. SANTOS se para de la barra y se aleja.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Bueno, te ofrezco un aperitivo…

 

ANTONIA

 

Espero un minutito, gracias.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Claro que sí, me dejas saber si se te ofrece lo que sea. Estamos para servir…

 

ANTONIA

 

Mira para’llá, qué servicio…

 

 

BARTENDER DE RINCÓN

(coqueto, sirviendo los tragos)

 

¿Y qué, estás de vacaciones por acá?

 

ANTONIA

 

No exactamente…

 

BARTENDER DE RINCÓN

(sonriente)

 

¿Tas trabajando?

 

ANTONIA

(enfática)

 

Eeh, no…(PAUSA) esta-mos acá por motivos familiares.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Ah, ¿porque andas con familia?

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Eeh…no, ando con mi novio…y eso. Tráenos por favor unos buñuelos de bacalao…a la mesa de afuera.

 

ANTONIA se para con los tragos y cruza el restaurante hasta llegar a las mesas afuera. Pone la cerveza, toma un sorbo de su martini y lo pone en la mesa. Entra y se acerca a la vellonera. Su cara se ilumina frente al cristal. SANTOS regresa a la barra y se acerca al BARTENDER DE RINCÓN.

 

SANTOS

 

Permiso caballero, ¿salieron los tragos?

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Eso es correcto, ella se los llevó para las mesitas de afuera.

 

 

SANTOS

(buscando complicidad)

 

Bueno…¿qué te puedo decir? ya tu sabes, la jefa es la que manda… tan nítida que está la barra…Oye ¿sabes qué?, tráenos unos buñuelos de bacalao, por favor.

 

BARTENDER DE RINCÓN

(con leve mofa)

 

Seguro socio.

 

SANTOS lo mira secamente. Se aleja de la barra. Mira para atrás por un segundo y continúa. Se le acerca a ANTONIA y la abraza por la cintura. ANTONIA se sonríe.

 

SANTOS

 

¿Todo bien?

 

ANTONIA

 

Todo super, ¿Por qué?

 

SANTOS

 

No, por nada. Nos pedí unos buñuelos…

 

ANTONIA

 

Ah mira que bien. Eso mismo estaba pensando pedir.

 

ANTONIA le agarra los brazos y acerca a SANTOS. Mira hacia la barra de reojo. El BARTENDER DE RINCÓN está mirando hacia ellos. SANTOS se da cuenta que los está mirando y se queda mirándolo de vuelta. El BARTENDER DE RINCÓN cambia la mirada.

 

ANTONIA

 

Bebé, ¿me das un peso? Te tengo una dedicatoria.

 

 

SANTOS busca en su bolsillo mientras se mantiene mirando hacia la barra. El BARTENDER DE RINCÓN vuelve a mirar hacia ellos. SANTOS le da el peso

 

SANTOS

(enfático)

 

Papi, ¿Todo bien?

 

 

El BARTENDER DE RINCÓN hace asiente y continúa lavando vasos.

 

SANTOS

 

¿Pasó algo?

 

ANTONIA

 

No bebé, no pasó nada

 

SANTOS

 

¿Y porqué te mudaste para afuera?

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Pa’ coger fresquito…

 

Comienza una salsa gorda a tocar de la vellonera y ANTONIA le agarra la cara a SANTOS, le sonríe y lo besa. Se lo lleva para afuera mientras se menea al ritmo de la música. Una vez afuera comienzan a bailar. SANTOS vuelve a mirar para adentro.

 

SANTOS y ANTONIA comen y rien. Un MESERO los atiende. Los vemos pedir más tragos, comer y reír. Los vemos tomando café y pagando la cuenta. ANTONIA se pone de pie para ir al baño. Vemos a SANTOS decirle algo al mesero. ANTONIA cruza la barra al salir del baño. SANTOS llama al MESERO.

 

SANTOS

 

Oiga, caballero, una pregunta, ¿se puede fumar aquí?

 

MESERO

 

Bueno, despues que fume inconspicuamente.

 

SANTOS

(sonríe)

 

…Inconspicuamente será.

 

Saca un cigarrillo, lo prende y mira para los lados. Bota humo. Lo inhala por la nariz. Se tira para atrás hace chorritos. Hace donitas. Vemos como hace hueco en el plástico de la cajetilla, vira el cigarrillo, lo inserta, sopla por el filto. Le pega por debajo y hace donitas.

 

ANTONIA sale del baño. Camina por el borde de la barra hacia las mesas de afuera. Vemos SANTOS hablando con el mesero de nuevo.

 

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

La verdad que es una pena ver a una mujer como tú de hermosa con un chamaquito como ese.

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA se detiene por un segundo sin mirarlo y continúa caminando. SANTOS viene de camino, detiene a ANTONIA en el medio del espacio, se la lleva del brazo y regresa a la barra.

 

SANTOS

(con firmeza)

 

Oye, socio… sírvenos otras dos cervezas. Y mira, que sean las que más abajo estén en el frizer que las que me serviste horita estaban calientes.

 

El BARTENDER DE RINCÓN se hasta el cuello dentro del refrigerador y las sirve con pobre actitud.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Son nueve dólares.

 

SANTOS saca un billete y lo pone sobre la barra. El BARTENDER DE RINCÓN lo toma y se voltea para cobrarlas. SANTOS agarra las cervezas y comienza a derramarlas sobre la barra lentamente. ANTONIA levanta las cejas en sorpresa y se tapa la boca. Luego él se vira y se sorprende.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

¿Qué carajos tu haces canto de cabrón?

 

SANTOS

 

Bueno, primero que nada, no me tienes que decir cabrón. Segundo si me acompañas al parking te lo puedo explicar con las manos, pedazo de huelebicho, para que entiendas tu inferioridad ser humano y especialmente como bartender.

 

BARTENDER DE RINCÓN

 

Ay papá… hoy es que se te acabó la vida, mazorca e mascabicho…dale, que ahora es que tu vas a saber lo que es bueno…

 

 

 

(Cont’d)

 

El BARTENDER DE RINCÓN sale disparado de la barra y cruza la puerta. ANTONIA se queda paralizada mirando a SANTOS. Éste toma el último sorbo de la cerveza que no había derramado y le sonríe a ANTONIA. Segundos luego sale el CHEF LESTER de la cocina.

 

CHEF LESTER

(sonriente)

 

Sí, buenas noches, CHEF LESTER, ¿Cómo estuvo todo? Espero que rico.

 

SANTOS

 

Mucho gusto Chef Lester, mi nombre es Santos González y esta es mi esposa Antonia González.

 

CHEF LESTER

 

Ah! mira que lindo, González y González. Hay un restaruante mejicano en Nueva York que se llama así…

SANTOS

 

Pues mira Lester, nosotros estamos visitando de San Juan, y vamos de camino al entierro de mi papá acá en Mayagüez.

 

CHEF LESTER

 

Ay caramba, lo siento muchísimo…Mi sincero pésame para ustedes.

 

SANTOS

 

Pues nada Lester, queríamos, además de decirte que todo estuvo super bueno, especialmente los buñuelos, que resulta insólitamente que el irrespetuoso de tu bartender lleva toda la noche haciéndole comentarios inapropiados a mi esposa, y en estos momentos está afuera, con intensiones de buscar bulla conmigo. Y te invito a que me acompañes a ponerlo en su lugar, o simplemente podemos hacer una llamadita al 911 y resolverlo de esa manera.

 

El CHEF LESTER abre los ojos bien grandes y frunce el ceño mirándo hacia afuera. Empieza a caminar, llega a la puerta, la abre y mira hacia el estacionamiento con coraje. Regresa adentro y se les acerca.

 

 

CHEF LESTER

(nervioso)

 

Caballero, dama, yo sólo quiero que usted y su esposa sepan que esto lo vamos a resolver inmediatamnete, que no ninguna necesidad de llamar a la plicía y que este morón no va a volver a trabajar aquí por el resto de su vida, ni en ningún restaurante que yo me entere.

 

El CHEF LESTER vuelve a salir afuera y comienza a caminar hacia el estacionamiento.

 

CHEF LESTER

 

¡Manolito! ¡Canto de pendejo!¡¿Dónde carajos te metiste?! ¡Arranca pa’cá a las millas que se te acabó el guiso de bartender! So morón…

 

SANTOS y ANTONIA se miran. ANTONIA está notablemente nerviosa y SANTOS se muestra morbosamente contento. Vemos al CHEF LESTER que cruza la puerta de entrada por la parte de afuera, arrastrando de manera dominante al BARTENDER DE RINCÓN.

 

CHEF LESTER

 

Mil disculpas. Vuelvan pron…to.

 

 

Vemos a SANTOS y a ANTONIA riéndose a carcajadas en el carro mientras guían de vuelta.

 

 

FADE IN:

 

INT. LA MAÑANA SIGUIENTE – DIA

 

ANTONIA se despierta boca abajo sobre la cama. Se limpia la baba. Encuentra un puñado de caracoles a su lado. Vemos los caracoles. Los agarra y juega con ellos. Luz natural y

(Cont’d)

 

viento abunda en el cuarto. Cierra los ojos y suspira. Se retuerce un poco sobre la cama, se estira.

 

(SMASH CUT – aparece la palabra SÁBADO sobre negro)

 

Se voltea boca arriba, le molesta el sol en la cara. Se agarra la rodilla y se hala a sí misma hasta sentarse. Se estilla el cuello, se agarra las muñecas y se estira la espalda. Vemos el balcón y la playa al fondo. ANTONIA entra al encuadre. Llega a la baranda, respira y cierra los ojos.

 

ANTONIA levanta su cara hacia arriba para recibir el sol, luego mira hacia abajo. Encontramos a SANTOS tumbado en la arena. Vemos a ANTONIA quien sonríe y sale del encuadre.

 

Se cierra el botiquín. (Jump Cuts) ANTONIA se mira,hala sus ojeras, se enjabona la cara, cepilla los dientes, hilo dental, saca las cejas, usa humectante, se mira hacia abajo y sube una navaja de afeitar, se arregla el tope del traje de baño, se pone gafas, enseña los dientes al espejo.

 

 

INTERCUT – EN LA PLAYA

 

“Establishing” de la playa. ANTONIA aprace en el encuadre mirando hacia abajo. Vemos a SANTOS tirado boca arriba con la boca un poco abierta. ANTONIA comienza a hacerle muecas a SANTOS.

 

Saca la lengua, mueve los brazos en el aire, le menea las nalgas, los senos, le enseña los dientes, le tira besos, se despide como Miss Universo, hace la manigueta del dedo índice, hace una estrella. SANTOS no se ha movido. ANTONIA se rie en silencio y mira a lo lejos.

 

SANTOS (OS)

 

Me gustó la estrella.

 

ANTONIA se gira sonreída.

 

ANTONIA

 

La verdad es que tu eres un cabroncito.

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS se voltea boca abajo sonriente. ANTONIA se le acuesta encima de la espalda, contenta y coqueta. SANTOS gruñe. ANTONIA le habla al oído.

 

ANTONIA

 

Quería sexo esta mañana.

 

SANTOS

 

Bueno…nos queda el resto de nuestras vidas. Y el “checkout” es a las doce.

 

 

ANTONIA

 

Ay nene, que matapasiones.

 

ANTONIA se levanta y se sienta a su lado. Se sacude la arena de las manos. Se pone bloqueador solar. Vemos la cara de SANTOS pegada a la toalla y a ANTONIA poniéndose crema. Luego vemos el horizonte del mar. ANTONIA habla y regresamos a la cara de SANTOS, quien se mantiene inmóvil.

 

 

ANTONIA

 

¿Me pones sontán en la espalda?

 

SANTOS

 

Claro que sí mi reina.

 

ANTONIA

 

SANTOS se levanta y procede a ponerle crema solar en la espalda y masajearla cariñosamente. Se sacude la arena de las manos.

 

Bueno… ¿Algo que me quieras decir antes de llegar a tu casa?

 

 

SANTOS

 

¿Cómo que?

 

(Cont’d)

 

 

ANTONIA

 

Bueno, no sé. Algo que se te ocurra… cómo saludar, que no decir, si me tengo que quitar los zapatos en la entrada…

 

SANTOS

 

Bueno, pues, deja ver…No…simplemente no cojas muy en serio lo que diga mami. A veces se le va la mano con los temas de la familia…y me imagino que bajo las circunstancias se le va a ir.

 

ANTONIA

 

Ah, mira que chévere. Eso me da mucha comodidad y “comfort”.

 

SANTOS

 

Nada, tu tranquila…tranquila quieta. Simplemente si se pone potrona, no le hagas caso.

 

ANTONIA

 

¿Potrona, Santos? ¿Qué carajos es eso?

 

SANTOS

 

Es un coloquialismo regional de San Lorenzo, pero se me pegó de un pana de Caguas.

 

ANTONIA

 

¿De un pana de Caguas?

 

SANTOS

 

Sí, de Caguas, pero lo de potrona es de San Lorenzo.

 

 

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

Santos, ¿tu piensas que yo soy retardada?

 

SANTOS

 

Chica, ¿qué te pasa?, no me hables así.

 

ANTONIA

 

O sea que ¿tu mai se pone potrona? Nene que cafre.

 

SANTOS

 

Mai es un coloquilismo canario y cafre es un gentilicio africano.

 

 

ANTONIA

 

Santos, por Dios, de que rayetes tu estás hablando.

 

 

SANTOS

 

Mai y Pai son ambos peculiaridades regionales de las Islas Canarias al sur de España que llegaron a la Isla en los tiempos de Colón. Era una manera afectiva para referirse a la madre y el padre. Ahora, cafre, es un gentilicio de la región antiguamente llamada Kaffraria, en el Cabo Este al sureste de África, que claro está, ahora se llama “King Williams Town” luego de que los británicos se antojaran de ella. Lamentablemente su significado se ha bastardizado para referirse de una manera degradante al hombre, o mujer, que no está “civilizado”. También es una banda de reggae en Argentina. ¿Tú te imaginas que en África la gente coja de decirle puertorriqueño a los salvajes? Muy lamentable nuestra manía.

 

ANTONIA lo mira fijamente. Se queda callada por tres segundos. SANTOS comienza a silbar.

 

(Cont’d)

 

ANTONIA

 

O sea decir mai y pai no está técnicamnete incorrecto y decirle cafre a alguien no es denigrarlo.

 

SANTOS

 

¡Nena no! Eso es, un jonrón detrás del otro. Denigrar es reducir al nivel del negro, lo cual es racista en sí mismo, se debe decir degradar.

 

ANTONIA

 

Ay mira Santos vete pal carajo. Eres sorprendentemente insoportable. Me voy que me dió calor.

 

 

ANTONIA le agarra el pelo, lo jamaquea y lo besa. Se para y se va corriendo al agua. SANTOS se queda mirándola dos segundos. Mira a la derecha y saluda a alguien fuera de encuadre, agachándo la cabeza. Se para bruscamente y se va detrás de ella. ANTONIA acelera para que no la alcancen.

 

Entran al agua. Saltan el rompeolas. Salpican agua. SANTOS hace vueltas de carnero y paradas de manos. ANTONIA se sumerge. SANTOS sale, se limpia los ojos y busca a ANTONIA. Mira para los lados. ANTONIA le baja los pantalones y lo vemos desnudo de espalda. SANTOS se agacha de cantazo.

 

SANTOS

(Explosivo)

 

¡Mira nena! ¡Que aquí hay niños y mujeres!

 

Comienzan a besarse apasionadamente.

 

(Jump Cuts) ANTONIA se seca vigorosamente el pelo en la playa. SANTOS entra al cuarto con la toalla en la cintura detrás de ANTONIA. Se abre la cortina de la bañera. ANOTNIA se seca el pelo vigorosamnete con una toalla.

 

 

 

 

INTERCUT – AFUERA

 

ANTONIA come un bocado de arroz y habichuelas. SANTOS toma un sorbo de cerveza. Pasan una tarjeta por un cobrador. Frenazo en un tapón. SANTOS pega un golpe en la bocina del carro.

 

 

FADE IN:

 

EXT. LLEGANDO A LA PLAZA – DIA

 

Vemos la hora en el carro. Son las 5:00pm.

 

SANTOS (OS)

 

Wow ¿esa es la hora?… Son las cinco de la tarde. ¿Sabe usted donde están sus hijo?

 

 

Vemos estampas de Mayagüez, las calles del pueblo, las casas antiguas, las esculturas, la gente, una cabalgata. SANTOS y ANTONIA buscan y señalan afuera del carro, contentos. SANTOS saluda a alguien fuera del encuadre y agacha la cabeza. Llegan a un tapón al llegar a la plaza.

 

ANTONIA

 

Aah, pues okey. ¿Y qué acontece en su pueblo natal Señor González?

 

SANTOS

(buscando)

 

Bueno, Señorita González… en mi experiencia profesional, con la velocidad que se está moviendo esto… supongo que probablemente una caravana fúnebre.

 

ANTONIA

(sarcástica)

 

Aah pues bien. ¿En una plaza?

 

Comenzamos a acercarnos al fenómeno. Vemos varios carros antiguos similares, pero diferentes modelos. Vemos el “bumper a bumper”. Gente que mira desde las calles

 

 

(Cont’d)

 

periferales, señalan y sonríen. Un niño con su madre que hace lo mismo.

 

Escuchamos algunos bocinazos. Vemos algunas personas vestidas en tuxedos y trajes formales, contentos y sonrientes. Escuchamos música de reggaeton. El tapón se mueve un poco. Vemos a una chica joven, vestida de blanco y sonriente en la parte de atrás de uno de los carros.

 

SANTOS

 

Eia rayou, ¡si esto es un quinceañero!

 

ANTONIA

 

Oh my God…

 

Se mueve el jeep con la quinceañera. La vemos sonreída. Chicos en carros aledaños le tiran conffetti y dicen cosas que la hacen reír.

 

ANTONIA

 

Wow, los quinceañeros en San Juan se celebran de otra manera.

 

SANTOS

 

No me imagino…

 

ANTONIA se sonríe y le da un manotzo cariñoso en el hombro. SANTOS se protege y se sonríe traviesamente. Vemos a los participantes del desfile, los posibles padres de la niña. Gente que mira hacia ellos.

 

Vemos a MACHITO que se queda mirando serio hacia el carro de SANTOS, desde adentro de su carro. MACHITO le dice al pasajero de su lado que tome el volante. Se baja del carro con cierta urgencia, siempre fijado hacia SANTOS. Se acerca al carro con porte de confiado y semi sonreído.

 

SANTOS se percata que se le están acercando y ANTONIA se baja las gafas hasta la nariz. MACHITO llega al carro. Señala al lado y para que proceda a estacionarse fuera del

 

(Cont’d)

 

tapón. SANTOS extiende su mano derecha. MACHITO extiende ambas manos y toma las de SANTOS.

 

MACHITO

(sonreído)

 

Hermano…

 

SANTOS

(calmado)

 

Machito…

 

MACHITO

 

Martín de los Santos González, dichosos los ojos…que bueno verte hermanito. Siento mucho lo de Don Martín, toda mi familia te da el pésame.

 

SANTOS

 

Coño Machito, gracias. Gracias de verdad. Mira Machito esta es mi compañera ANTONIA.

 

 

MACHITO la mira y luego mira a SANTOS sonreído.

 

MACHITO

 

¿Así le dicen por allá por San Juan? Ah, bueno…pues mucho gusto compañera de Martín. Mira pa’lla si este hombre se ha conseguio’ una yanki.

 

MACHITO va a la ventana de ANTONIA y le da un beso.

 

MACHITO

 

Es un verdadero placer Antonia. Martín y yo somos hermanitos de crianza… Tu ves ese tipo ahí sentao’ , pues a ese tipo yo lo quiero con cojones. Bueno…de toda la vida.

 

MACHITO se regresa a la ventana de SANTOS. Pone las manos sobre la puerta.

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Oye, ¿y quien es la homenajeada?

 

MACHITO

 

Pues mano, la primita… Casheyla Marie.

 

 

SANTOS

 

¿Esa es la nena de Carlos y Sheyla?

 

MACHITO

 

Esa mismita. ¡Le han hecho una clase de pari! Que eso es casi un carnaval. Le compraron medio COSTCO, con bizcocho de tres pisos…

 

 

SANTOS

 

¿Quien le hizo el bizcocho?

 

 

MACHITO

 

Mano, la pregunta ofende…¿Quien es la mejor pastelera de toda el área oeste? ¡Mi mai!

 

MACHITO toma un paso atrás y gesticula con orgullo con su camisa como Carlos Arroyo. Vemos a ANTONIA sonreirse por un momento.

SANTOS

 

¿En serio mano?, supongo que super rico el frosti y super mojaíto. Mano ¿y cómo está Doña Candy?

 

MACHITO

 

Pues mano, no tan bien, ya tu sabes, está demasiado de gorda. Yo me paso diciéndoselo que tiene que rebajar, igual ella hace lo que le da

 

 

(Cont’d)

 

la gana. Pero de eso hablamos otro día. Si no llega mañana al entierro, pues me la excusas.

 

SANTOS

 

Claro que sí brodel.

 

MACHITO

 

Mano, y a tí te va super bien, ¿verdá? Mami y yo siempre estamos super orgullosos de ti…

 

SANTOS

 

Pues mano, poco a poco dando la batalla.

 

Vemos la cara de SANTOS conmovido, casi avergonzado.

(Jump cuts) Signo de paz en reverso. MACHITO se aleja. Lo vemos montándose en el carro. Arrancando. Mira en dirección de SANTOS y hablas (MOS) SANTOS arranca. Da un frenazo, vemos el “bumper a bumper”.

 

 

FADE IN:

 

EXT. LLEGANDO A LA CASA DE MAYAGUEZ – NOCHE

 

SANTOS y ANTONIA se estacionan frente al balcón de la casa de Mayagüez. Se miran. Miran la hora que dice las 6:00pm. Vemos que ANTONIA le agarra la mano a SANTOS. SANTOS se queda mirando hacia el frente, ANOTNIA lo mira a él.

 

ANTONIA

 

¿Todo bien?

 

SANTOS

 

Bueno, estoy nervioso.

 

ANTONIA

 

Todo va a estar bien bebé. Yo estoy contigo.

 

SANTOS sonríe incómodamente. “Establishing” de la casa grande. Tiene un balcón a vuelta redonda. Es de dos pisos.

(Cont’d)

 

Se bajan del carro, con sus bultos y la calabaza. Cierran las puertas. Caminan hacia las escaleras. Vemos sus pies que suben las escaleras de la entrada.

 

Se paran frente a la puerta, SANTOS levanta el brazo para tocar la puerta. La puerta se abre antes del golpe. El TÍO aparece sonriente.

 

 

SANTOS

 

Bendición Tío…

 

TÍO

 

Que Dios te bendiga mi santo. Que bueno que llegaste a tiempo. Te estábamos extrañando mucho.

 

SANTOS sonríe cabizbajo y abraza al TÍO.

 

TÍO

 

Mira que buen detalle la calabaza…

 

Se separan, se miran por un segundo y el TÍO lo vuelve a abrazar. El TÍO le habla al oído.

 

TÍO

 

Lo siento mucho mi niño… Un día a la vez, ¿Okey? Y usted es la hermosa María Antonia. Bienvenida a nuestro hogar, una pena que nos conozcamos en este momento tan triste. Pero es un verdadero placer conocerte al fin.

 

ANTONIA

 

Igual, igual…o sea, mucho gusto, perdón, gracias…

 

TÍO

 

Pasen, pasen que ya está oscureciendo. Dáme esos bultos acá. ¿Hay algo que planchar?

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Pues sí, pantalón y camisa. Gracias Tío.

 

ANTONIA

 

Mil gracias.

 

 

INTERCUT – DENTRO DE LA CASA

 

Pasan a la recepción, oscura, amplia, vacía y en silencio. Muebles en teca y fotos por todos lados. Caminan hacia una puerta oscura que solo tiene luz en la parte de abajo. La abren y vemos el cambio dramático de luz que les molesta. Vemos a MERI, la mucama de la casa, vestida de uniforme.

 

MERI se da media vuelta al escuchar la puerta abrirse. Se tapa la boca y comienza a sollozar cuando ve a SANTOS.

Vemos como SANTOS suelta la mano de ANTONIA y avanza hacia MERI.

 

MERI

 

¡Ay mi rey! Que bueno que llegó, que bueno, que bueno…

 

MERI lo colma de besos y solloza mientras lo abraza. Vemos a ANTONIA quien espera callada y recogida. El TÍO está detrás de ANTONIA.

 

MERI

 

Ay mi niño, Martín de los Santos, que bueno que llegaste. Tu madre está bien afectada. Se va a poner tan contenta de verte. Está bien triste, y usted es lo más importante en su vida… Ella es dura, pero eso no significa que usted no sea lo más importante…Ay que bueno que llegaste…

 

 

SANTOS

 

Claro que sí Meri, ¿cómo no? No te preocupes que yo conozco a esa señora de lo más bien. ¿Y usted, cómo está con todo esto?

(Cont’d)

 

MERI

 

Pues, ¿cómo voy a estar? Profundamente triste, si usted sabe que su padre siempre ha sido el alma de esta casa. Ha sido tan duro ver como se consumió así tan rápido… Ay Martín nos tiene que visitar ahora más a menudo.

 

MERI comienza a llorar y SANTOS la abraza de nuevo.

 

SANTOS

 

Sí lo sé, lo sé…no te preocupes por eso ahora.

 

SANTOS mira para atrás a ANTONIA, le sonríe, y le hace seña de que se acerque. ANTONIA mira por un segundo al TÍO quien le sonríe igual. ANTONIA camina hacia SANTOS. MERI levanta

la vista para ver a ANTONIA. ANTONIA le extiende su mano derecha.

 

MERI

 

Ay Madre Santa, ¡si mira esta mujer tan bella! Oye nene, ¡que buenos gustos te gastas!

 

MERI suelta a SANTOS y ríe mientras se le acerca a ANTONIA. Con destreza toma la mano derecha de ANTONIA con su mano izquierda y la abraza cariñosamente. Le susurra algo al oído que no escuchamos. Se separan y agarradas de manos se ríen en complicidad. SANTOS se sonríe de ver esto pasar.

 

 

MERI

 

Bueno, ya está bueno de llantenes, suban a ver a Doña Bernarda que los está esperando.

 

 

SANTOS besa a MERI en las manos, ANTONIA hace gesto de reverencia tipo japonés y van a la puerta. SANTOS toca afectivamente al TÍO al salir. Aparecen en el encuadre y miran hacia arriba. Los vemos al comienzo de las escaleras. Suben poco a poco. SANTOS se detiene a mirar las fotos.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

¿Viste que linda era mami de joven?

 

VEMOS la foto de DOÑA BERNARDA soonreída y contenta en una estampa de playa. Siempre me encanta lo guapa que era. (Estilo modelo europea de los 50’s) SANTOS mira la foto por 5 segundos.

 

ANTONIA

 

Vamos bebé, que tu mamá te está esperando.

 

Llegan al tope de las escaleras oscuras. La mano de SANTOS gira la perilla de la puerta. Vemos un grupo de lloronas, de luto estricto, todas inclinadas hacia el frente una más que la anterior, todas llorosas y quejándose en voz baja.

 

Levantan la vista a ver quien entra. No distinguimos sus caras. SANTOS y ANTONIA sonríen incómodamente. Entran y cierran la puerta detrá de ellos. Ambos se miran. La primera de las mujeres de luto apunta con el brazo hacia el próximo cuarto. SANTOS asiente en agradecimiento.

 

SANTOS

 

¿Me quieres acompañar, o prefieres quedarte aquí?

 

ANTONIA

(murmurando)

 

¿Con las lloronas? No creo.

 

Vemos como SANTOS agarra la mano de ANTONIA y camina frente a ella en dirección a la puerta. Ambos pasan al próximo cuarto. Vemos el ataúd al fondo con muchas coronas. Aparte del ataúd, el cuarto está vacío. SANTOS respira hondo y comienza a caminar hacia el ataúd sujetado de la mano de ANTONIA.

 

Al llegar, SANTOS mueve los ojos rápidamente sobre el cuerpo. Le toca el pecho buscando la falta de latidos. Le juega con los cachetes, le acararicia el pelo y lo peina. Le arregla la corbata. La voz de DOÑA BERNARDA, una mujer alta, delgada y de pelo blanco, interrumpe el silencio.

 

(Cont’d)

 

DOÑA BERNARDA

(severa)

 

Me alegro tanto que hayan llegado.

 

Ambos se sorprenden y se giran abruptamente. Vemos a DOÑA BERNARDA dentro del marco de la puerta abierta vestida de

luto estricto. Se levanta el velo y sonríe. Comienza a caminar hacia ellos pausadamente.

 

DOÑA BERNARDA

(sobria)

 

Me llena además de emoción poder conocerte María Antonia.

 

ANTONIA se adelanta a saludar a DOÑA BERNARDA.

 

 

ANTONIA

(reverente)

 

Es un verdadero placer conocerla Doña Bernarda, y mi más sincero pésame en su pérdida.

 

Al encontrarse en el medio del cuarto ANTONIA le da un abrazo a DOÑA BERNARDA. Ella lo recibe con notable distancia en todo momento mirando a SANTOS.

 

DOÑA BERNARDA

 

Mil gracias querida, el placer es todo mío.

 

DOÑA BERNARDA mira a ANTONIA a la cara.

 

DOÑA BERNARDA

 

Mi niña, espero que no te ofendas, pero te voy a pedir unos minutitos a solas con Martín. Hay unos asuntos que tenemos pendientes.

 

ANTONIA

(pasmada)

 

Eeh, claro que sí…claro que sí.

 

(Cont’d)

 

ANTONIA se gira hacia SANTOS quien la mira en completo silencio.

 

ANTONIA

 

Bueno, Santos, te espero en el otro cuarto.

 

ANTONIA se dirige hacia la puerta y se fija en que ambos SANTOS y DOÑA BERNARDA se están mirando sin prestarle atención a ella. Sale del cuarto, cierra la puerta.

 

DOÑA BERNARDA

 

Bueno Martín… tienes foro. Soy toda oídos.

 

SANTOS no dice nada. La mira en silencio.

 

DOÑA BERNARDA

 

Escucho…

 

SANTOS

 

Okey…Bueno, pues me alegro verte mamá. ¿Qué tu quieres que te diga exactamente?

 

DOÑA BERNARDA

 

Ah…veo. No tienes nada que decir. (PAUSA) No tienes nada que decirme a mí…¿No tienes nada porque disculparte?…

 

SANTOS

 

¿Disculparme?…bueno, ¿disculparme por?

 

DOÑA BERNARDA mira hacia las ventanas, respira hondo, mira hacia abajo. Luego lo mira a él.

 

DOÑA BERNARDA

 

Hijo querido…yo quiero que tu midas bien tus palabras y pienses en lo que te estoy diciendo.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

Encuadre cerrado de la cara de DOÑA BERNARDA. Señala hacia su labios mientras habla.

 

DOÑA BERNARDA

 

Mírame mietras te lo digo. Ahora. Precisamente ahora, en este momento y no después. ¿Me ves diciéndotelo? Esto no es una película, ni una obra, ni una audición. Esto no es ficción, esto es la verdad. Mírame los labios mientras te lo digo… Por favor… Este no es el momento para actuar como un niño. Asume lo que te toca.

 

 

SANTOS

 

Bueno, pues la verdad que no tengo idea de qué es que me tengo que disculpar. Si hay algo que hice que te molestó te pido que me lo digas para poder disculparme. ¿Algo en específico que me quieras decir?

 

DOÑA BERNARDA

 

¡¿Algo en específico?!, ¡¿Tú en serio me estás preguntado eso?!

 

SANTOS

 

Pues sí, eso mismo te estoy preguntando, algo en específico, por lo que quieres que me disculpe. Porque como a ti siempre hay algo que te molesta, pues te pregunto para no estar adivinando.

 

DOÑA BERNARDA

 

Ah, listo. Algo en específico entonces…¿Te parece suficientemente específico que tu padre… Martín de los Santos, tu padre, lleva los últimos nueve meses pudriendose de un cáncer fulminante y que tu solamente te hayas dignado en venir a visitarlo cuatro trapos veces? ¡Cuatro miserables visitas en nueve meses! ¡¿Te parece eso suficientemente específico?!

 

SANTOS

 

¡Mamá, primero que nada tranquilízate! Y segundo, ¿Tú de verdad crees que este es el momento apropiado para hablar de esto?

 

 

DOÑA BERNARDA

 

El momento de hablar de esto…¿Tú sabes qué Martín? Tu tienes razón…este no es el mejor momento para hablar de esto.

 

SANTOS mira al piso, nervioso.

 

DOÑA BERNARDA

 

¡El momento de hablar de esto era por lo menos hace tres meses atrás, cuando tu padre, ya casi moribundo, casi sin poder hablar, pidiéndo cigarrillos cuando no podía ya ni respirar! Ya me daba hasta asco mirarle la boca y el maldito pito ese que no se me sale de la cabeza. Pues ese era el momento de hablar de esto Martín, cuando él te pidió que lo vinieras. ¡Mecaguená! Y tú, ¿Haciendo qué? ¿A saber dónde carajos estabas metido? Siempre con tus engreimientos y altanerías, que ni te dignaste a visitarlo cuando tenías que hacerlo. ¿Por qué no

podías venir hasta acá? ¿Qué te costaba? O sea, ¿Qué más importante que tu propio padre?… ¡¿Dónde carajos estabas metido?!

 

Vemos a SANTOS llorando mietras mira hacia abajo

 

DOÑA BERNARDA

 

¿Qué era, que tenías audiciones?¿Que te quedaba lejos? Pasándola chévere con tu novia en San Juan, con tus amigotes artistas. Gastándote el dinero que tu padre te ponía en el banco todos los meses en Dios sabe que porquerías. Y mientras a tu padre se lo comía el cáncer por el pendejo vicio ese que tu heredaste, porque ni te creas que no apestas hasta acá, ¡¿Tu hacías qué?! ¡¿Qué carajos estaba haciendo tú por allá?! Es que no lo puedo entender. Y sabes qué, tampoco me da la

(Cont’d)

 

gana. Evidenciada queda nuevamente tu irresponsabilidad, no sólo como hijo, sino como ser humano, y ni se diga como cristiano. O sea Martín, tu papá…tu familia…¡y yo! ¿Dónde quedo yo en todo esto? ¡Tu madre que te parió y te crió! A veces hasta me pregunto quien fue que te crió, porque pareciera que yo no fui.

 

SANTOS sigue mirando al piso y llorando. Levanta la cabeza brevemente y se tapa los ojos. Habla con dificultad y en voz quebrada y baja.

 

SANTOS

 

Mamá, ya por favor, no sigas, ya está bueno por hoy…por favor, te lo pido. Tranquilízate ya…

 

DOÑA BERNARDA

 

¡¿Que me tranquilice?! Pero, ¿Cómo se te ocurre pedirme eso? ¿Cómo es que yo me merezco que tú me hables así? Primero llegas tarde como de costumbre, o sea, un día entero tarde. Para el velorio de tu propio padre. Simplemente inaudito. Y para colmo llegas con la boba esa de la loza de San Juan, que se cree más que nosotros…

 

 

SANTOS

(sorprendido)

 

¡Mamá! Por Dios santo, ¿de qué tu estás hablando? ¿Tú te volviste loca? Tranqulízate, es en serio, se te está yendo la mano. Y baja la voz que como Antonia se entere la vamos a pasar bien mal.

 

DOÑA BERNARDA

 

Antonia, Antonia, ¿que clase de nombre es ese? Uno no le pone nombres a los hijos para que ellos vengan después y se los cambien como les da la gana. Hay un motivo por el cual los padres le ponen los nombres a los hijos. Pero tú evidentemente ni te enteras de eso. No te preocupes, que ya las vas a pagar todas cuando te toquen los tuyos, que espero que no sean con la

(Cont’d)

 

comemierda esa que te atreviste a traer a esta casa.

 

SANTOS

 

Yo simplemente no puedo creer lo que tu estás diciendo. ¡Te volviste loca! ¡¡¡O sea, estás loca!!!

 

 

SANTOS comienza a caminar hacia la puerta. Doña Bernarda lo detiene antes de salir. Se recompone. Se arregla el pelo.

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Okey Martín…Estoy exaltada, no te lo voy a negar, pero no te vayas, por favor, escúchame. Y escuchame con detenimieto, que esto te lo voy a decir con toda la serenidad que puedo tener en el cuerpo en estos momentos. Yo no sé que es lo que tu crees que estás haciendo con tu vida.

 

SANTOS comienza a caminar de nuevo. DOÑA BERNARDA lo agarra por la camisa, lo vira y le da un bofetón.

 

DOÑA BERNARDA

 

Me escuchas carajo, que tu eres un hombre ya. Te callas y me escuchas. Tu llevas cinco años fuera de esta casa, de tu pueblo. Prácticamente ignorando a tu familia, a tus amigos, al negocio que tu padre montó con tantos años de sangre y sudor, y claro está que ni te voy a mencionar el tema de tu fe en Cristo, porque me imagino que hasta te cantarás ateo. Pero la verdad es que tu acá has hecho una falta increíble, todos los días, haces falta aquí. Esta es tu vida, tu herencia, tu responsabilidad. ¿Y para qué? Para estar jugando a Hansel y Gretel, ¿Haciendo de actor para nenes mocosos de kindergarden?

 

SANTOS

 

Mira Bernarda, déjame explicarte algo, antes de que se me olvide. Yo llevo tres años

(Cont’d)

 

manteniéndome solo. Si tu y papi decidieron seguir enviando dinero esa fue su decisión.

 

DOÑA BERNARDA

 

Pero, ¿Y cómo no lo vamos a hacer? ¡Si tu eres nuestro único hijo! ¿A quien más le toca el fruto de tanto sacrificio? El cual espero no te lo estés gastando en la nena esa.

 

 

SANTOS

 

¡Mami ya! ¡Ya! Carajo que te van a oír afuera…mira, te voy a decir una cosa, y por favor, despues de esto, vamos a dejar la conversación para otro momento. Hablamos con calma, tu y yo, pero despues, en serio. Mira mami, yo siempre he estado super agradecido de todos los sacrificios y la ayuda y todo lo demás, mi crianza, que ustedes hayan sido tan buenos padres, pero la verdad es que me tienen que soltar ya…(PAUSA) me tienes, que soltar. Estoy harto de sentirme culpable…¡haaarto! Así que por favor, vamos a hablar esto en otro momento.

 

 

SANTOS se descompone nuevamente. DOÑA BERNARDA se le acerca para consolarlo.

 

DOÑA BERNARDA

 

Ay bebé…no llores así. Ven acá, ven acá.

 

SANTOS toma un paso atrás y la empuja levemente. Se recompone.

 

SANTOS

 

No mami, yo ya no soy un bebé, y en serio me tienes que soltar.

 

DOÑA BERNARDA

 

Mira Martín, yo pensaba que debería decirte esto luego del entierro mañana, pero yo creo, y tu

(Cont’d)

 

papá estaba de acuerdo conmigo, que tu deberías considerar mudarte de vuelta para acá. Aquí, a tu casa.

 

SANTOS levanta la vista molesto. Hace gesto de negación.

 

 

SANTOS

 

¿O.K.? Tu parece que no estabas escuchando nada de lo que te acabo de decir. Tú, simple y llanamente te volviste loca.

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Loca…claro, yo estoy loca… Mira Martín, primero que nada, no me faltes el respeto, ¿está bien? Yo soy tu madre. Empecemos por ahí, y segundo, ¿Qué tiene de loca esa idea? Por favor, no seas tan ingenuo. ¿Cuánto tiempo tu te crees que te va a durar lo de la actuación?, ¿Tres o cuatro años más? Hasta que llegue el próximo sabor del mes, Si no eres tú, es el próximo más joven que tu. ¿Y después qué? O sea, date cuenta. ¿Con qué vas a mantener una familia? Se cae de la

mata. Acá lo tienes todo, tu propia casa, tus amigos, tu familia, un trabajo seguro.

 

SANTOS

 

¡¿De qué trabajo tu estás hablando?! ¡Si acá en Mayagüez no hay na’ que hacer! Que trabajo ni que ocho cuartos. Si por eso es que me fui. ¿O es que no te queda claro?

 

DOÑA BERNARDA

 

Pues mira que tan claro no me queda. ¿Y la tienda de tu papá? ¿Qué es? ¿De dónde tu crees que salió esta casa? Mijo el trabajo es honra.¿De dónde tu te crees que salió todo…

 

 

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

 

Ay mami, ya lo sé. Me lo sé de memoria, lo hemos hablado mil veces. Y para tu información, ahora digo yo, que esto te lo pensaba decir después del entierro mañana. Pero para que sepas, ya yo había hablado con papi…

 

DOÑA BERNARDA

 

Ajá, esto lo quiero escuchar yo…

 

SANTOS

 

Papi, no tenía ningunas pretensiones de que yo me quedara con la tienda. Lo que pasa es que no quería decirtelo porque tu te ponías histérica cada vez que surgía el tema.

 

DOÑA BERNARDA

 

(PAUSA) Bueno… pues entonce múdate por mí…

 

SANTOS sube las cejas y se queda callado mirando a Doña Bernarda.

 

SANTOS

 

¿Cómo que por tí mami?, ¡¿Cómo que por tí?!

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Pues por mí Martín, por mí. Por tu madre…Yo te voy a hacer una pregunta, ¿Okey? Y por favor dime la verdad.

 

SANTOS

 

Ay Jesú…Ajá, dime, pero ten cuidado con lo que vayas a decir. Yo espero que esto no se convierta en un película de horror.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

DOÑA BERNARDA

 

Mírame a los ojos y dime que tu amas a la nena esa. Dime si tu verdaderamente piensas que esa persona comparte tu valores, tus creencia, que puede ser la madre de tus hijos. Dime que tu te quieres casar con ella.

 

SANTOS tiene cara de asombro y niega con la cabeza.

 

 

SANTOS

 

Mira mami, a mi ya no me queda ninguna duda que a tí se te soltó un tornillo en la cabeza con la enfermedad de papi.

 

DOÑA BERNARDA

 

Martín, esto no son bromas, contéstame lo que te estoy preguntando. Dime si tu la quieres en serio. Dimelo mirándome a los ojos. En serio.

 

SANTOS

 

Mami…este no es el momento de hablar de eso. !¿Okey?!. Mira, yo me voy, ya yo no puedo bregar con esto más.

 

 

SANTOS comienza a caminar de nuevo hacia la puerta. DOÑA BERNARDA lo detiene sutilmente con la mano.

 

DOÑA BERNARDA

 

Dímelo…

 

SANTOS

(exasperdo)

 

¡Qué carajos sé yo si me quiero casar con ANTONIA! ¡Déjame quieto ya! ¡Tú te volviste lo-ca!

 

 

(Cont’d)

 

DOÑA BERNARDA

 

¡Martín de los Santos González, no te atrevas a dejarme con la palabra en la boca, no seas irrespetuoso, ven acá¡

 

SANTOS continúa caminando hacia la puerta. Justo cuando la abre ve a ANTONIA parada allí, llorando, mirándolo. En ese momento DOÑA BERNARDA quien está mirando hacia el ataúd le grita a SANTOS.

 

DOÑA BERNARDA

 

¡Me estás cambiando por ella!

 

SANTOS abre los ojos mirando a ANTONIA. Se voltea a DOÑA BERNARDA en estado de shock. Vemos a todas las lloronas mirando para arriba, atentas, al borde de sus sillas. Vemos a DOÑA BERNARDA que se gira, llorosa y descompuesta. DOÑA BERNARDA y ANTONIA se miran ambas mientras lloran.

 

DOÑA BERNARDA

 

¿¡Me estás cambiando por ella!?

 

ANTONIA se da media vuelta y sale corriendo. SANTOS se voltea mirando a su madre y gesticula incredulidad. Las lloronas todas bajan la cabeza y continúan con sus quejidos. SANTOS sale corriendo detrá de ANTONIA. Alcanzamos a ver a ANTONIA al final de las escaleras.

 

SANTOS baja todas las escaleras y brinca los últimos cuatro escalones.

 

 

INTERCUT – AFUERA EN EL BALCÓN

 

ANTONIA empuja la puerta del balcón y sale corriendo, baja las escaleras de la entrada. Vemos al TÍO sorprendido, sentado en un sillón del balcón. ANTONIA se monta en el carro, lo prende y arranca. SANTOS sale justo luego por la puerta. El TÍO se pone de pie.

 

SANTOS brinca las escaleras de la entrada y se va corriendo detrás del carro. El carro sale de los predios y dobla hacia la carretera. SANTOS sigue corriendo detrás del

(Cont’d)

 

carro. Vemos a SANTOS corriendo detrás del carro por el retrovisor. Vemos a ANTONIA mirando de reojo por el retrovisor mientras llora.

 

SANTOS

(gritando)

 

¡Antonia! ¡Antoniaaa!

 

SANTOS baja la velocidad luego de correr detrás del carro una distancia considerable. Para en medio de la carretera jadeando. Recupera su respiración. Se queda unos segundos mirando como el carro se aleja.

 

Vemos al TÍO que mira desde el balcón la escena. Vemos a SANTOS a lo lejos mirando hacia el carro. Vemos al TÍO que mira hacia abajo con las manos sobre el balcón. Vemos a SANTOS a lo lejos que se acerca de vuelta. Vemos al TÍO que se sonríe.

 

SANTOS camina por la marquesina y se acerca a las escaleras.

 

TÍO

 

¿Todo bien?

 

SANTOS

 

Tú no entiendes Tío…Mami se volvió loca…y ahora esto se jodió…

 

TÍO

 

Tranquilo mi niño. Déjala que de una vuelta y se le baje un poco. Ella vuelve.

 

SANTOS

 

Es que tu no entiendes Tío lo que acaba de pasar allá arriba…Además, tu no la conoces todavía…esto va a ser Troya. Y para colmo de males ella ni tiene idea de dónde está. Se va a dar la perdía del siglo. Esto se jodió.

 

 

 

(Cont’d)

 

TÍO

 

No te preocupes tanto mijo. Las mujeres, sin excepción, tienen tremendo sentido de dirección. Como una brujulita interna. Déjala tranquilita que ella vuelve.

 

SANTOS se queda mirando a lo lejos, luego se voltea y abraza al TÍO y llora en silencio. El TÍO se sonríe un poco y lo acoge.

 

TÍO

 

Traquilo mi santo que ella vuelve horita.

 

 

FADE IN:

 

EXT. EN LA CENA – NOCHE

 

(“Estabishing” de la cocina. La conversación ocurre –OS- entre los personajes y no corresponde a la acción)

 

SANTOS y el TÍO están sentados a la mesa en el centro, leyendo el periódico, con tazas de café. MERI está frente al tope de la cocina colando café. Al terminar se acerca a ambos y les sirve en sus tazas respectivamente. Le da un beso en la cabeza a SANTOS, el sigue leyendo. Le toca la mano cariñosamente al TÍO, él le toma la mano y la mira afectuosamente. MERI regresa al tope de la cocina y comienza a preparar un sancocho. Saca las ollas, las friega, las llena de agua. Pela, corta, limpia, raya los vegetales. Adoba la carne, la corta. SANTOS y el TÍO se intercambian el periódico en ocasión.

 

MERI

 

Bueno, mi niño ¿qué se cuenta?

 

SANTOS

 

Bueno, no sé qué contarte. No está pasando mucho…

 

 

 

(Cont’d)

 

MERI

 

¡No me diga! No juegues así mijo que yo sé que hay un millón de cosas pasando por esa cabecita de genio que Dios te dió.

 

TÍO

 

Ay sí mijo cambia esa cara, que ni tu papá estaba tan triste. Además, tu sabes que el fue el mejor

ejemplo para todos nosotros y no quería a nadie triste.

 

MERI

 

No me ajore al niño que ya está bregando con bastantes cosas.

 

SANTOS

 

Bueno pero no se pongan a pelear ustedes ahora. Y TÍO tiene razón…Bueno, pues qué les cuento. Acabo de hacer una audición para otra obra de niños.

 

MERI

 

¿Ah sí? Que interesante. ¿Cuál? Cuenta.

 

(Por este instante se sincronizan la acción y el diálogo)

 

SANTOS se pone de pie y hace mímicas corporales mecánicas. MERI y el TÍO se rien simultáneamente.

 

MERI

 

¿De Pinocho?

 

TÍO

 

¡Avi María, que alegría! ¡Que lindo oye!

 

 

 

 

(Cont’d)

 

MERI

 

¡Mira pa’lla, no medigas! Ay nene, seguro que te cogen si tu eres bello. Mira para allá, el Pinocho más guapo de toda la Isla.

 

SANTOS

 

Bueno, pero todavía no me han contestado, y hay varios actores super buenos que audicionaron igual que yo. Pero nada, yo voy a mí.

 

TÍO

 

Eeesa es la actitud. Pa’ lante, pa’ lante como un elefante.

 

MERI

 

Ay Dios quiera que te cojan, ya tu verás, que vamos a prender unas cuantas velitas pa’ que te cojan.

 

SANTOS

 

Y pues, las cosas con María Antonia van de lo más bien…hasta hoy claro está…

 

MERI

 

Ay sí, se nota que es tremenda muchacha, oye y qué guapa es, una mujer grande…

 

TÍO

 

Estoy de acuerdo, es una mujeraza. Muy bien educada, muy bien presentada. La pegaste con esa.

 

 

SANTOS

 

Pues sí, ya llevamos un tiempito juntos y nos va de lo más bien. Digo, a veces se pone como medio…medio…

 

 

(Cont’d)

 

TÍO

(riendo)

 

¿Potrona? Así es que dice tu amigo el cagüeño…

 

SANTOS

 

Eso es así, ¿Cómo lo adivinaste? ¿Se le nota mucho?

 

TÍO

 

Ay mijo, si lo que uno no haya visto ya a esta edad.

 

MERI

 

No nene y la verdad es que se le nota, que es una mujer con carácter.

 

SANTOS

 

Chacho, ustedes no han visto nada todavía.

 

MERI

 

Sí mijo, pero hay cariño, ¿verdad?

 

SANTOS

 

Eso es así.

 

MERI

 

Bueno, pues eso es lo que importa, porque si no hay cariño, pues no vale la pena.

 

 

SANTOS

 

Pero la verdad es que nos llevamos de lo más bien. Compartimos mucho, tenemos amigos en común, nos gusta bailar, que eso no se da todos los días, ¿Tú sabes? Nos llevamos super bien en las cosas de la casa, es una mujer inteligente, trabajadora. Yo me siento que me cuida bien.

 

(Cont’d)

 

(PAUSA) Y me gusta mucho cuando se ríe. Se rie como bien duro.

 

MERI deja caer un vaso de cristal en el piso. En ese momento le llega un mensaje de texto a SANTOS. El TÍO y MERI buscan escoba, mapo y cubo, recogedor. SANTOS se queda sentado. El texto lee: “Perdóname mi vida, pero no estoy segura de que pueda volver esta noche. Espero no ser la mujer más egoísta del mundo. Te amo mucho. Perdóname.”

 

SANTOS mira para arriba al vaso roto. Le responde: “Yo también te amo, hablamos mañana”. Se reanuda la conversación. Se sincroniza la conversación con el diálogo.

 

TÍO

 

¿Y con los papás de ella, te llevas bien?

 

SANTOS

 

Bueno, pues la mamá falleció cuando ella tenía doce años, y el papá, pues no es como que somos Cosme y Bizcocho, pero hacemos el intento.

 

MERI sirve platos de comida, sirve el sancocho y se sienta con ellos y comienzan todos a comer.

 

TÍO

 

Oye Meri, este sancocho te quedó exquisito.

 

SANTOS

 

En verdad que sí Meri.

 

TÍO

 

Tu sabes Martín que el sancocho prieto de Meri es famoso hasta fuera del país.

 

MERI

 

Ay mijo no seas tan embustero…Bueno, pues que les aproveche.

 

 

(Cont’d)

 

MERI

 

Come mi rey, que el sancocho es bueno para el corazón.

 

Entra DOÑA BERNARDA abruptamente por la puerta de la cocina. Está vestida de negro, pero diferente al luto anterior. Todos paran lo que están haciendo y la miran atentamente. DOÑA BERNARDA se acerca al fregadero y se sirve un vaso de agua. Se lo toma. Luego los mira a ellos.

 

MERI

 

¿Va cenar con nosotros Señora?

 

DOÑA BERNARDA

 

No gracias Meri, no tengo apetito.

 

DOÑA BERNARDA enjuaga su vaso de agua y lo pone en el escurridor. Inspecciona el ollón del sancocho y se voltea de nuevo. Se acerca a donde SANTOS quien la mira atentamente. Lo acaricia y le da un beso en la cabeza. Camina hacia la puerta de salida.

 

DOÑA BERNARDA

 

Buenas noches.

 

TODOS

 

Buenas noches.

 

Los tres se miran en silencio mientras DOÑA BERNARDA sale de la cocina. (Jump Cuts) Vemos que MERI besa a SANTOS. SANTOS abraza al TÍO. Vemos a cada uno cepillándose los dientes. Vemos a cada uno apagando la luz de su mesa de noche.

 

 

 

 

 

 

 

FADE IN:

 

INT. LA MAÑANA DEL ENTIERRO – DIA

 

Vemos el amanecer. Vemos rocío. Vemos la casa de Mayagüez. Encontramos a SANTOS dormido boca arriba. Abre los ojos abruptamente como si estuviera teniendo una pesadilla. Le molesta el sol. Respira hondo varias veces. Se tranquiliza y mira hacia afuera de la ventana.

 

SANTOS se voltea boca abajo y hunde la cara en la almohada. Respira hondo. Busca en su celular. No tiene ningún mensaje. Escribe un mensaje de texto. Vemos una greca humeando. Vemos glopes sobre una puerta. Los escuchamos desde adentro del cuatro con SANTOS hundido en su almohada.

 

MERI (OS)

 

¡Buenos días! ¡Mi rey, es hora de levantarse! Aquí te traje un desayunito.

 

SANTOS levanta la cabeza de la almohada y se le aguan los ojos. (SMASH CUT – aparece la palabra DOMINGO sobre negro)

 

 

SANTOS

 

¡Pasa!

 

MERI entra al cuarto con una bandeja en la mano con el desayuno.

 

MERI

 

Buenos días mi corazón, ¿cómo dormiste?

 

SANTOS

 

Bien, bien…

 

MERI se sienta al borde de la cama, le pone el desayuno en la falda y lo peina con la mano.

 

MERI

 

¿Todo bien mi niño?

 

 

 

(Cont’d)

 

SANTOS

(resignado)

 

Bueno, estoy nervioso… Dios mío Meri…¿cómo voy a hacer esto?

 

 

MERI

 

Tranquilo mi santo que lo vas a hacer muy bien, no me cabe duda alguna.

 

SANTOS toma del café, come del plato. Mira a MERI.

 

SANTOS

 

Pero, ¿y si me entra un ataque de llanto allí en el medio de la ceremonia?

 

MERI lo mira con ternura, le acaricia la cara.

 

MERI

 

Eso no va a pasar, tranquilo mijo. Y si sí pasa, pues lloramos todos juntos… si ten dan unas ganas incontrolables, pues, acuérdate que eso no significa que le estás fallando a Don Martín… sino lo hermoso ser humano que eres.

 

SANTOS toma otro sorbo de café. Mientra mira fijamente a Meri.

 

MERI

 

Además, no hay ningún problema con que llores allí. Ese es el lugar correcto… ¿O no?…Bueno vamos que se nos hace tarde…¡arriba, arriba, ándele, ándele! Vístase y nos vemos en la cocina, que su mamá lo está esperando. La ropita está en el armario.

 

SANTOS

 

Dale. Gracias Meri. Muy rico el café.

 

(Cont’d)

 

MERI

 

Que te aproveche mi rey.

 

SANTOS termina su desayuno. Se levanta y busca en el armario su pantalón y camisa planchados. Lo vemos mientras se viste hablando frente al espejo. Se peina y practica sonreír varias veces. Se da unas cuantas cachetadas a sí mismo. Da algunos brincos para despertar.

 

Vemos a DOÑA BERNARDA sentada sobre la mesa del comedor, tomando café, vestida de completo luto, en completo silencio, mirando fijamente hacia la ventana. SANTOS entra por la puerta y ella lentamente se vira a mirarlo.

 

DOÑA BERNARDA

 

Buenos días Martín.

 

SANTOS

 

Buenos días mamá.

 

DOÑA BERNARDA

 

Ven, siéntate conmigo.

 

SANTOS se acerca. Hala una silla y al sentarse mantiene cierta distancia de la mesa.

 

DOÑA BERNARDA

 

¿Dormiste bien?

 

SANTOS

 

Muy bien, gracias.

 

DOÑA BERNARDA

 

¿Preparaste la eulogía?

 

SANTOS

 

Pues sí.

 

(Cont’d)

 

DOÑA BERNARDA

 

A ver.

 

SANTOS

 

La voy a decir de memoria.

 

DOÑA BERNARDA

 

¡¿De memoria Martín?!

 

SANTOS

 

Bueno pues sí, ¿tiene eso algo de malo?

 

DOÑA BERNARDA

 

Martín, esto no es una obra para que estés improvisando.

 

SANTOS

 

¡Mami no empieces! Por favor. Todo va salir bien, ¿Okey? Tranquilízate, ¡por favor!

 

DOÑA BERNARDA

 

Martín, tu estás conciente que esto es una tradición familiar, ¿verdad?

 

SANTOS

 

Estoy conciente, y pienso hacer lo mejor que pueda. Y no necesito más presión de la que ya tengo, ¿Está bien?

 

DOÑA BERNARDA lo mira fijamente y se mantiene en silencio. Vuelve a mirar hacia la ventana y a tomar su café.

 

DOÑA BERBARDA

 

Listo. Sólo te voy a pedir que recuerdes con el respeto y la solemnidad con la que hay que hacer esto…Y te pido por favor que hables del hecho

 

(Cont’d)

 

que tu padre fue un mayagüezano ejemplar, no sólo por sus valores como cristiano, sino como

incansable trabajador y proveedor para su familia.

 

SANTOS

 

Así será. No te preocupes.

 

DOÑA BERNARDA

 

Tu padre fue honra para todo el pueblo de Mayagüez.

 

SANTOS se pone de pie y camina hacia la puerta. DOÑA BERNARDA lo mira molesta mientras se aleja. Mira hacia la ventana y da un manotazo furioso sobre la mesa.

(SMASH CUT)

 

 

FADE IN:

 

EXT. LA MAÑANA DEL ENTIERRO – DIA

 

“Establishing” del cementerio. Vemos la masa de personas reunida para el entierro. Vemos al TÍO y MERI, a MACHITO y su familia,las LLORONAS, los jóvenes del quinceañero, vemos a varias otras personas, Vemos a DOÑA BERNARDA y a SANTOS a su lado. Encuadre cerrado del SACERDOTE.

 

SACERDOTE

 

En el nombre de Jesucristo nuestro señor…

 

TODOS

 

Amén.

 

SACERDOTE

 

Nuestro más sincero pésame a la famlia González-Alba en este momento de enorme pérdida. Siempre reconociendo que aún en medio de la aparente oscuridad que nos rodea, somos siempre iluminados por el regocijo de la luz del Espíritu Santo y la gracia divina de nuestra madre santa,la Virgen María, que reciben en este día con los brazos abiertos a nuestro hermano Martín González,

tercero. Entonces ahora los dejo con nuestro querido hermano, el hijo de Don Martín, Martín de los Santos, el cuarto, quien se dirigirá a nosotros con la eulogía que nos ha preparado, para así poder despedir el cuerpo de su padre y darle la bienvenida a su espíritu a la vida eterna, junto al Padre todo poderoso y su hijo nuestro señor Jesucristo…Martín…

 

SANTOS se acerca a la izquierda del ataúd abierto de su padre. Se estilla los dedos nervioso, tose, se seca el sudor de las manos en los lados de su pantalón. Saca un papel de su bolsillo y comienza a leer del papel con manos temblorosas.

 

SANTOS

 

Muy buenos días a todos los amigos, hermanos y familiares que han tenido la gentileza de acompañarnos en este momento tan importante para

nuestra familia, los González-Alba. Les queremos extender nuestro más sincero abrazo en agradecimineto por su presencia. Estamos seguros de que papi está muy contento, mirándonos desde el cielo, al verlos a todos ustedes aquí. (PAUSA) Martín González fue un mayagüezano ejemplar, no sólo por sus valores como cristiano, sino como el incansable trabajador y proveedor que fue para su familia. Y no me cabe ninguna duda que fue honra para todo el pueblo de Mayagüez. Esto lo digo con la humildad más profunda posible.

 

SANTOS deja de leer del papel. Tose de nuevo.

 

Esta mañana voy a intentar decirles a ustedes algunas cosas que les deseamos comunicar, ya que tuvimos la oportunidad de hablar de este día con alguna antelación. Porque aparte de nuestro agradecimineto hay algunas cosas maravillosas de mi padre que merecen la pena que las compartamos hoy. Cuando pienso en papi, Don Martín, el de la Ferretería Mayagüezana, el mejor adjetivo que me viene a la mente es el de grandioso. Simplemente eso. Papi era una persona grandiosa. Tanto es así, que hace aproximadamente dos meses atrás, mientras convalecía en nuestra casa, lo que más

(Cont’d)

 

me enfatizaba era que no quería lágrimas en su entierro. El quería sonrisas, música y fiesta. Eso es así. Música y fiesta. Y aunque hasta en estos momentos me parece insólito, la verdad es que eso es justo lo que se merece. Mi papá era un hombre grandioso, por ejemplo, porque tenía la firme creencia de que Puerto Rico era una país inmenso. Un país que tenía todo lo que un hombre podría aspirar a lograr en la vida. Y que si alguien tenía duda de lo inmenso que era Puerto Rico lo único que tenía que hacer era salir por su puerta y arrancar a pie de Mayagüez a San Juan. Él decía que en Puerto Rico uno podía ser un hombre feliz, un hombre completo. Porque en Puerto Rico existían las oportunidades para montar uno su negocio y sustentarse. Decía que Puerto Rico tenía tierras para construír el hogar de sus sueños, con la vista que uno quisiera, campo, monte, playa o ciudad. También decía que la mujer puertorriqueña era la más hermosa, la más digna, la más trabajadora en el mundo, y que por eso se había casado con mi mami. Y que con esto un hombre podía ser feliz. Entonces, estoy seguro de que mi papá Martín era un hombre muy feliz. Un hombre completo. Papi fue un hombre grandioso porque logró todo esto, su negocio, su hogar, su familia todo en un mismo pueblo, en la misma comunidad… y jamás pensó en irse a más ningún otro lugar. Aunque yo sé que la verdad es que le tenía miedo a los aviones. Por otro lado, al día de hoy, nunca he conocido a alguien que me hiciera viajar más que él. Papi me hablaba de la China, de sus costumbres, de cómo se vestían, de cómo hablaban el español y de que quedaba justo debajo del patio, y que si un domingo de estos nos daba por hacer un roto bien grande sin que mami se diera cuenta, porque si no, nos iba a regañar si le dañabamos el huerto de rosas, podíamos ir y volver a China. También decía que el jugo de puertorriqueño era bien popular en Bankok. Papi también me hablaba de la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, y decía que había que cogerle miedo a los militares a cargo de los botones rojos de las bombas atómicas a cada lado del planeta, porque si a alguno de esos locos le daba por apretarlo, ya no nos ibamos a poder ver

(Cont’d)

 

 

al otro día, y eso lo pondría bien triste. Papi me hablaba de Cuba, y de que ese era el lugar del fiesteo más grande y glamoroso en todo el Caribe, y me enseñó a bailar cha-cha-cha por si algún día me conseguía una novia cubana. No importa el rincón en el mundo del que me hablara, yo siempre lo escuchaba fascinado porque me ponía la mente a viajar del tingo al tango. Y lo mejor de todo es que cuando yo viajaba a todos estos sitios siempre me imaginaba que llegaba con a él, cogido de la mano…

 

SANTOS se le quiebra la voz un poco.

 

Papi era grandioso. No tengo otra manera de describirlo. Yo siempre me he sentido acompañado por él, siempre voy de su mano, escuchándolo, riéndome con él, sintiéndome protegido por él. Y ese es un sentimiento que me acompaña a todos lados que voy. Y eso es algo bien grande. También me acuerdo que Papi siempre decía que la gente quería, como los habían querido a ellos, y que para llegar lejos en la vida, había que querer

generosamente y en abundancia. Decía que el amor que uno tenía por dentro no se acababa, y que por eso uno podía dar y dar y dar y no se acababa nunca. Y que el agua que rodea la Isla se acababa primero antes que el amor que él nos tenía a nosotros. Cuando yo era niño, y pensaba como niño, y no me quedaba tan claro todo esto que el me decía. Pero ahora en mi adultez, pensando como adulto, me doy cuenta mucho mejor de ese amor generoso del que les estoy contando. Porque hoy, aquí, frente a su cuerpo muerto, me doy cuenta que…yo estoy lleno de él, de sus consejos, de la confianza que me enseñó a tener en mí mismo y de todo el amor con el que me llenó y que hoy, gracias a su sabiduría y generosidad, puedo compartirlo con todos ustedes y con mi familia. Yo sólo puedo aspirar a ser como él, cada día un poquito más, un poquito mejor. Poder tener el privilegio algún día de contarles a mis hijos, que lamentablemente no tendrán el privilegio de conocer a su abuelo, que desde el patio de la casa en la que crecí se puede llegar a la China y

(Cont’d)

 

tener la certeza de que los voy a querer mucho más que toda el agua que hay en el océano que rodea a la Isla. Y por eso no me cabe duda que Don Martín González era un hombre grandioso…En nombre de toda nuestra famlia y el mío, les queremos extender el más sincero abrazo por estar aquí con nosotros. Que Dios los bendiga, y en honor a papi, les voy a pedir que guardemos un minuto de silencio en nombre de su memoria y así poder darle la bienvenida a su descanso eterno.

 

SANTOS baja la cabeza. Mira su reloj y vemos las manecillas llegando a la hora pico. Comienza a transcurrir un minuto en tiempo real. Se mantiene la imagen sobre él los primeros veinte segundos.

 

SANTOS mira hacia arriba de reojo y comenzamos a ver una secuencia de retratos de todos los allí presentes durante los próximos veinte segundos. Vemos diferentes situaciones de llanto, tristeza, abrazos, sonrisas y apoyo.

 

Regresamos a SANTOS quien tiene los ojos llorosos. SANTOS mira a DOÑA BERNARDA quien lo está mirando fijamente

mientras llora estoicamente y lo mira con cariño y aprobación. Vemos que las manecilla regresan a la hora pico.

 

En ese instante comienzan una avalancha de golpes de música de plena. Arranca música de Ismael Rivera. SANTOS se acerca a DOÑA BERNARDA y la abraza cariñosamente mientras transcurre la música y baja el ataúd a la fosa. Todos se dirigen a sus carros al compás de la música.

 

 

FADE IN:

 

INT. LUEGO DEL ENTIERRO – DIA

 

Vemos al TÍO guiando, MERI a su lado, DOÑA BERNARDA detrás del TÍO, SANTOS detrás de MERI. Los vemos viajando por la carretera. Los vemos llegando a la marquesina. Se abren las cuatro puertas en secuencia, se bajan, se cierran las puertas en secuencia.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

Suben ceremoniosamete las escaleras, el TÍO, luego DOÑA BERNARDA, MERI y SANTOS. El TÍO abre la puerta y todos entran.

 

MERI

 

Voy a preparar un cafecito con galletas si se le ofrece a alguien.

 

Ninguno contesta. DOÑA BERNARDA le pone la mano en el hombro a SANTOS. El TÍO y MERI lo ven y continúan caminando hacia la cocina. DOÑA BERNARDA mira hacia la cocina. Escuchamos la puerta cerrar. DOÑA BERNARDA mira a SANTOS.

 

DOÑA BERNARDA

 

Bueno Martín…querido niño. La eulogía te quedó hermosa. Gracias. Tu papá y yo estamos bien orgullosos de ti. Entonces…antes de que te vayas para San Juan, que supongo que tus arreglos harás para llegar, quiero hablar contigo. Ahora voy a cogerme una siesta, pero por favor, me antes de irte, necesito que hablemos. Tengo una carta de tu papá, te escribió hace dos semanas, que me pidió que te entregara después del entierro.

 

SANTOS

(atento)

 

Okey…¿pues después del cafecito está bien?

 

DOÑA BERNARDA asiente, le da un beso a SANTOS en la frente y lo abraza. Se da media vuelta y comienza a subir las escaleras. SANTOS mira al piso y luego se dirige a la cocina.

 

Al abrir la puerta encuentra a MERI llorando sobre el hombro del TÍO. Se detiene y cierra la puerta. Sale al área de la recepción. Sale al balcón y hasta el barandal. La brisa le da. Mira en dirección de la brisa y comienza a dar la vuelta al balcón.

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

Al llegar a la parte de atrás encuentra una pequeña casita de madera. Brinca el barandal del balcón y se dirige a ella. En la entrada se dobla y levanta una alfombra. Encuentra una llave que deja una impresión sobre el cemento. La mete en el candado y lo abre con dificultad.

 

Al entrar vemos su silueta a contra luz. SANTOS entra y prende una bombilla que cuelga del medio del espacio. Se ilumina la cara de SANTOS. SANTOS enfoca la vista y se sonríe.

 

Vemos fotos de su niñez vestido de caballero, con sombrero, pluma, capa y espada. Vemos fotos de SANTOS sobre la falda de su padre en un espacio de oficina. DOÑA BERNARDA y DON MARTÍN abrazados frente a la Ferretería Mayagüezana. DON MARTÍN con gafas al lado de un carro antiguo.

 

SANTOS le pasa la mano por encima a varias herraminetas con capas de polvo y las limpia. De repente encuentra una espada de madera, colgada cuidadosamente, hecha de palos de escoba redondos y amarrados con soguilla, que leen en letras quemada a cautín: Príncipe Martín de los Santos IV.

 

SANTOS sale del cuarto de las herramientas haciendo movimientos vigorosos de espadachín. Comienza a correr subiendo las escaleras, alrededor del balcón, entra a la casa, y a la cocina y sorprende a MERI y al TÍO. MERI está de pie cortando la calabaza y el TÍO sentado a la mesa.

 

 

SANTOS

 

¡En guardia!

 

MERI

 

¡Carajo nene, que me vas a matar del susto!

 

SANTOS baja la espada y se abochorna un poco. MERI mira hacia el tope de la mesa y se frota la frente. Ágilmente agarra un cucharón y se gira.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

MERI

 

¡A la batalla!

 

SANTOS se empieza a reír con pavera. Hace guardia mientras MERI avanza y comienzan a fingir esgrima. El TÍO se soríe y rie ampliamente. Luego de dar una vuelta y media a la mesa del comedor MERI empieza a correr a SANTOS hasta que él se deja alcanzar y MERI lo abraza riendo.

 

Escuchamos dos golpes desde el techo y los tres miran hacia arriba y hacen gesto de vergüenza. Paran el juego. SANTOS se sienta. MERI continúa cortando y pelando la calabaza.

 

MERI

 

¡Mira pa’lla! ¿De dónde tu te sacaste esa reliquia mijo?

 

SANTOS recibe un mensaje de texto. Lo lee. Vemos que escribe de vuelta: M tienes q decir kbrón?

 

SANTOS

 

Eeeh, del cuartito de las herramientas. Parece que papi la había guardado. Pero imagínate, esto tiene años como la guácara.

 

TÍO

 

Eso es así…te voy a decir, eso tiene exactamente veinticinco años. Me acuero porque tu

papá te la preparó para la fiesta del cinco aniversario de la Ferretería.

 

MERI les sirve café a ambos.

 

MERI

 

Ay Dios mío que joya te acabas de encontrar.

 

TÍO

 

Es que ese hombre lo guardaba todo. Era una cosa obsesiva.

 

(Cont’d)

 

 

MERI

 

Obsesiva nada, eso es lo que significa crecer en tiempos de escazes.

 

TÍO

 

Muy cierto. De todas maneras, eso era así. Martín no botaba nada. Y que Bernarda le botara algo, pa’que tu vieras como se formaba la de San Quintín. Chacho eso eran unas peleas…

 

Los tres se mantienen en silencio varios segundos. SANTOS y el TÍO beben su café. MERI continúa pelando y raspando la calabaza.

 

MERI

 

Bueno mi niño, ¿y cómo te regresas para San Juan? Tu niña no regresó…

 

SANTOS

 

Eso es así…mami le dió demasiado de duro para ser la primera visita…

 

TÍO

 

Bueno mijo, no la puedes culpar. La verdad que este no era el mejor momento.

 

SANTOS

 

Pues supongo…pero nada, tranquilos que ya hice los arreglos.

 

MERI

 

Bueno, tu sabrás. Ya tu eres un hombre grande. (PAUSA) Entonces, ¿cuál es el plan de vida?

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

Pues no sé exactamente…por el momento convertirme en el próximo Pinocho puertorriqueño.

 

TÍO

 

¡Avi María que lindo! Así me gusta, que tronco de espíritu tiene este niño. Ya tu verás que allí estaremos en la apertura en primera fila.

 

SANTOS

 

Pues me parece maravilloso. Después que no te moleste ir a una función a las diez de la mañana y estar sentado al lado de cientos de muchachitos que no se pueden estar quietos…

 

MERI y el TÍO se ríen. Escuchamos unos pasos en el techo, luego por las escaleras. Se abre la puerta de la cocina. Entra DOÑA BERNARDA. Todos la miran. Se acerca al tope y agarra pedazos de calabaza cortada y los echa dentro de la olla. Echa aceite y sal. Se vira y se dirige a la puerta.

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Acompáñame al estudio Martín.

 

SANTOS se pone de pie sin demora y la sigue. Los vemos caminando uno detrás del otro por la recepción de la casa. Entramos en el estudio. DOÑA BERNARDA se sienta en el escritorio y abre la gabeta. Saca un sobre blanco y se lo entrega a SANTOS.

 

SANTOS lo toma. Lo mira contra la luz y le rasga la esquina derecha. Saca el papel y lo lee. Luego mira a su mamá.

 

DOÑA BERNARDA

 

Bien Martín. Pues aquí estamos. Lo que sea que tu padre te escribió en esa carta, claro está es para tí. No me lo tienes que decir si no quieres… Entonces, yo espero que tu le hayas podido dar cabeza a lo que hablamos ayer.

(Cont’d)

 

 

Entiende que esta es tu casa. Y aunque tu eres el dueño de tus acciones y de tu vida, yo creo que es importante que consideres, tu futuro con mucho cuidado. Además, mis deseos, y los de tu padre, son que vuelvas a casa. La Ferretería Mayagüezana, que tu papá trabajó tan duro para levantar, es parte de tu herencia, y aunque tu TÍO sabe correrla con los ojos cerrados, debes considerarlo. Tu padre trabajó toda su vida para obtener todo lo que tenemos hoy. Durante los meses que tu papá estaba convaleciendo, el tuvo tiempo de reunirse con sus abogados y redactar su herencia. Así que en cuanto esos documentos nos lleguen de vuelta yo te voy a llamar para que vengas a leerlos. Bueno, entoces hay algo más que quiero decirte…Nada mi niño, te quería pedir disculpas por mi comportamiento. Me queda claro que se me fue la mano ayer y que María Antonia no se merecía escuchar todo eso. Por favor, me disculpas con ella. Sólo quiero que sepas que lo hago porque te amo y porque a veces pienso que no hay nadie que te llegue a los tobillos, porque tu eres un ser hermoso. Y cuando me toque ir a acompañar a tu padre, no quiero pasar mis últimos días lejos de ti…eso es todo.

 

SANTOS

 

Ay chica mami…cómo va a ser…

 

 

SANTOS se acerca a DOÑA BERNARDA, quien se pone de pie y lo recibe. Se dan un abrazo largo.

 

 

SANTOS

(lloroso)

 

Te amo mamá. Perdóname por no haber llegado antes…yo sé que no llegué a tiempo…

 

 

 

 

 

(Cont’d)

 

 

DOÑA BERNARDA

 

Yo sé mi santo…yo sé…no tienes que decir más nada. Bueno…¿y quien te viene a buscar?

 

SANTOS

 

 

José Aquileo. Debe estar por llegar.

 

DOÑA BERNARDA

 

Ah, mira que lindo. Y ya veo que ni se dignó a venir al entierro de tu padre, pero nada, supongo que tiene que ver con su crianza protestante…

 

SANTOS la mira con distancia.

 

DOÑA BERNARDA

 

No me tienes que mirar así. No le voy a decir nada. Pero espero que por lo menos se baje a tomar sopa…que quería decirte que estaba hermosa, gracias por el detalle.

 

SANTOS

 

Claro que sí mamá.

 

Vemos a SANTOS sonreír y suspirar. Escuchamos un bocinazo. Sale de la casa y baja las escaleras. Se acerca al carro donde está AQUILEO sereno y con gafas puestas.

 

AQUILEO

 

Papi, ¿todo bien?

 

SANTOS

 

Sí mano, todo bien…sabes que te vas a tener que bajar a comer sopa.

 

AQUILEO

 

Cabrón a mi no me gusta la sopa.

(Cont’d)

 

 

SANTOS

 

Pues te jodiste.

 

AQUILEO

 

No ya veo…

 

(Jump Cuts) AQUILEO cierra su puerta. Entran por la puerta. Entran a la cocina.

 

AQUILEO

 

Bendición.

 

DOÑA BERNARDA

 

José Aquileo Rivera…Que Dios te bendiga.

 

(Continúan Jump Cuts) Besos a DOÑA BERNARDA y a MERI. Abrazo al TÍO. Sentados en la mesa todos llevando la cuchara a la boca a la vez. Todos se levantan a la vez.

 

 

AQUILEO

 

Bueno, mil gracias…

 

(Continúan Jump Cuts) Vemos a SANTOS, con el bulto en el hombro, abrazando al TÍO. Recibiendo besos de Meri. Abrazando prolongadamente a DOÑA BERNARDA. Cerrando las puertas del carro a la vez.

 

Vemos las cabezas de SANTOS y de AQUILEO desde la parte de atrás del carro. Escuchando música a alto volúmen, sin hablar. SANTOS está guiando. AQUILEO enrola un fili sobre el “dash” del carro. Lo prende y se lo pasa a SANTOS. Vemos diferentes estampas de Mayagüez.

 

SANTOS

 

¿Podemos pasar por la ferretería un momentito?

 

AQUILEO gesticula, mientras fuma, que no hay ningún problema. Transitamos varias calles antes de llegar. El

(Cont’d)

 

carro se estaciona. SANTOS mira hacia la ferretería al otro lado de la calle. Vemos el inmenso letrero de la FERRETERÍA MAYAGÜEZANA y un lazo negro sobre la puerta de entrada.

 

SANTOS mira hacia la puerta de la ferretería. Mira a AQUILEO y éste vira la mirada. SANTOS se baja y camina hasta la puerta. SANTOS saluda a alguien fuera de encuadre y agacha la cabeza. Toca el lazo negro, pone las manos sobre el cristal y mira hacia adentro. Vemos los ojos de SANTOS como se aguan. Lo vemos llorar desde adentro.

 

La mano de AQUILEO agarra el hombro de SANTOS. Comienza música. Se gira y comienza a llorar sobre AQUILEO. Éste lo lleva de vuelta al carro y lo sienta en el asiento del pasajero con determinación. Arranca el carro. Escuchamos la música alta y ellos en silencio. AQUILEO baja el volumen del carro.

 

AQUILEO

 

¿Quieres una bier?

 

SANTOS asiente y sube la música. Prenden cigarrillos. Vemos la carretera y el carro en movimiento. Terminan sus cigarrillos y suben los cristales del carro. AQUILEO se para en una gasolinera. Al momento de bajarse, escuchamos bachata a alto volumen fuera del carro.

 

AQUILEO

(casi gritando)

 

¡Llama a tu mujer!

 

SANTOS baja la música del carro y saca la carta de su bolsillo. Leemos la carta escrita con letra errática: Adorado Martín de los Santos: Llévatelo todo para San Juan, tus cosas, la herencia, los recuerdos… Vete al casino y apuéstaselo todo al 9. 😉 Te amo profundamente, papi.

 

 

SANTOS saca su celular y comienza a enviar un mesaje de texto a ANTONIA. S – Q haces?/A – Con papi. Como estas?/S – bien, d camino con aquileo…/A – t veo en ksa?/ S – ok/ A – te amo, quiero abrazarte, siento mucho lo pasado. / S – t veo mas tarde. Yo tmbn t amo.

 

 

 

(Cont’d)

 

 

SANTOS se baja del carro y prende un cigarrillo. AQUILEO vuelve con una bolsa plástica, mete la mano, saca una cerveza y se la tira a SANTOS por encima del carro. SANTOS la agarra y la abre. Toma un sorbo.

 

Vemos tiro contra picada de SANTOS con un gigantesco “billboard” detrás con una imagen de un anuncio comercial de él, tomando de una lata. Asume la misma pose que el “billboard”. Toma otro sorbo, mira hacia AQUILEO, fuma del cigarrillo.

 

AQUILEO (OS)

 

Vamos cabrón.

 

SANTOS

 

(PAUSA) Dale vamos.

 

(SMASH CUT)

 

 

 

 

 

FIN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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